304 páginas, 25 euros
EN BUSCA DE LA VERDAD
Un trabajo riguroso sobre el periodismo actual. Sarah Glidden se sumerge en el mundo de los buscadores de noticias, permitiéndonos admirar sus logros y descubrir sus limitaciones.
Joe Sacco es el gran referente en cuanto al cómic-reportaje. No me refiero a tebeos que cuentan con un protagonista reportero como Tintín (o Superman, ya puestos), sino a novelas gráficas en las que el propio autor se desplaza a los sitios, interroga a los testigos y relata todo lo vivido a modo de documental pero en viñetas. Prácticamente abrió un nuevo frente, trasladando la idea de que el cómic no tenía porqué quedarse en los territorios de la ficción dramática sino que podía ser una forma tan rigurosa como cualquier otra de documentar hechos reales. Regiones cercanas a las ya exploradas por otros autores, esos “pedazos de vida”, historias autobiográficas donde se relatan, con mayor o menor crudeza, abusos, enfermedades y otras desdichas. La gran diferencia era que en los tebeos-reportaje de Sacco la mirada se desplazaba desde el autor, como centro de la historia, al objeto periodístico que se deseaba analizar, Palestina, Gorazde o lo que se les ocurra. A mi los resultados no me convencían por una razón que ya he comentado con anterioridad. La narrativa de Sacco me aburre, me resulta plomiza. Hay textos que en un documental quizás podamos procesar con más facilidad, pero entremezclados con las viñetas de un cómic se me atragantan.
Así que cuando abrí la primera página de esta obra de Glidden y me topé con la señora del pañuelo hablando a cámara en plano fijo pensé: “ya estamos otra vez”. Ojear el volumen tampoco invitaba a continuar con la lectura. Abundan los primeros planos y planos medios de gente hablando, bastantes cartuchos de texto y bocadillos bien cargados y no de mortadela. No busquen las escenas de acción que podrían animar esa enorme cantidad de páginas. Así que, si deciden que al menos el dibujito parece mono y el color agradable y deciden echarle un vistazo, se llevarán una agradable sorpresa. Y es que la propuesta de Glidden llega cargada de elementos de interés. Empezando por su personal grafismo, de una manualidad acogedora. Ella dibuja, pinta y rotula y el conjunto es coherente y atractivo. No es una dibujante realista pero sus personajes son expresivos y el tono un tanto infantil ayuda a suavizar lo que se cuenta, que en ocasiones puede ser bastante crudo. Leer más...