viernes, 25 de abril de 2014

SIN TÍTULO de CAMERON STEWART

"Sin Título" de Cameron Stewart, edita Astiberri
Astiberri, 2014
166 páginas, 16 euros

ANOMALÍAS


Mi ración indie del mes. Un dibujante de superhéroes se siente autor y nos ofrece una aventura en la que nada es lo que parece y que nos venden como un relato “en la línea de David Lynch”.

En el mundo clásico de, digamos, Hitchcock, toda inmersión en el lado oscuro se saldaba siempre con un retorno a la normalidad. Vivíamos muchas aventuras con el protagonista de 39 escalones, pero había una explicación al final que ponía las cosas en su sitio. Lo mismo le ocurría a Cary Grant en Con la muerte en los talones. Un tipo normal al que empiezan a pasarle cosas, ¡pero es que lo han confundido con otro! Ese mecanismo de confusión o disolución de identidades es un leitmotiv en la obra del orondo director británico. Nos lo volvemos a encontrar en su extremo más realista en Falso culpable y en su versión más onírica en De entre los muertos. Y en tantas otras. La fórmula es siempre la misma y de una eficacia demostrada. Consiste en extraer al héroe de su contexto cotidiano y lanzarlo a otro donde nada de lo que le ocurre es normal. Pero al final se produce siempre lo que el maestro Requena como buen lacaniano denominaba “sutura simbólica”. De lo real pasamos a lo imaginario para finalmente salir a flote gracias a un universo simbólico bien estructurado, que ordena y explica lo que nos pueda acontecer.

El mundo de Lynch ya no es así, como pudimos comprobar desde la desasosegante Cabeza borradora. Si en Hitchcock abundan las grandes perspectivas y los trucos visuales el americano se deja atrapar por los sonidos de fondo y las texturas, por el ruido. Y ese ruido nos informa de que el mundo no es lo que parece. Nunca. Dorothy no volverá a su hogar en Kansas. Esa es la obsesión de Lynch y así se demuestra repetidamente en sus películas. En Corazón salvaje hasta sale la bruja buena al final. El caso es que nos quedamos sin explicaciones, atrapados en el interior de esa oreja cortada y abandonada en el césped con que abre Terciopelo azul. Quizás dejemos atrás la pesadilla, como en la conclusión de Mulholland Drive, pero ya nada volverá a ser lo mismo. Esa aceptación del absurdo, que por otro lado es una de las características de lo contemporáneo, resulta difícil de tragar. Como espectador o lector prefiero relatos que se esfuerzan por construir una historia y no simplemente con describir el caos que se supone refleja nuestras vidas. Eso me aburre. A no ser que me lo cuente Lynch, un tipo de innegable talento.

Viñeta de "Sin Título" de Cameron Stewart, edita en España AstiberriCameron Stewart tiene un bonito dibujo donde puede apreciarse la influencia de Mazzucchelli, sobre todo el de La ciudad de cristal. También presenta ciertos rasgos japoneses, un algo que recuerda a Urasawa. Sus acabados son bonitos y sus manchas perfectas y emplea muy bien el bitono con que anima su trabajo. Gráficamente el volumen es impecable. Tengo más dudas respecto al argumento. Adelanto que me parece un producto respetable. Se puede leer sin tener la sensación de que alguien está impostando una falsa trascendencia para vendernos una mediocridad. Nada de eso. Stewart lo intenta en serio, quiere hacerlo bien. Y lo que pretende es desarrollar un argumento sobre el otro lado, esa irrealidad que tanto atrae a Lynch. Pero además él prueba a concluir su historia con una explicación, que no deja de ser un sueño dentro del sueño. Aquí esto se entenderá muy bien si les avanzo que su propósito es similar al de Zulueta en Arrebato. Recordarán cómo el director conseguía habitar los mundos que filmaba y a qué precio. No quiero destripar del todo la conclusión pero por ahí van los tiros.

Si sus intenciones reflejan una sana ambición creo que el desarrollo falla. Ya lo he comentado en casos anteriores, es muy difícil mantener en pie este tipo de relato onírico o que bordea lo irreal. Cuando todo puede pasar todo deja de ser interesante. Y hacia la mitad hay que esforzarse por seguir leyendo, a pesar de todos los recursos que el guión moviliza para captarnos. Quizás lo consiga la próxima vez.
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viernes, 18 de abril de 2014

ALEKSIS STROGONOV. INTEGRAL de RÉGNAUD y BRAVO

POrtada de ALEKSIS STROGONOV de Régnaud y Emile Bravo, edita Ponent Mon
Ponent Mon, 2014
164 páginas, 32 euros

DESDE RUSIA CON HUMOR


Tras el integral con las aventuras completas de Jules ahora se recupera otra saga dibujada por el talentoso Émile Bravo. En esta ocasión es Régnaud quien escribe las andanzas del joven ruso Aleksis Strogonov.


Se comenta mucho la relación de Bravo con la tradición. Si otros compañeros de su generación han marcado una clara ruptura con el modelo señalado por Hergé, Bravo parece decantarse por modular ese paradigma, ajustándolo a la actualidad. Ya lo he dicho con anterioridad, Bravo es un narrador nato, cuenta bien y su dibujo no pierde el tiempo con detalles innecesarios, sus personajes derrochan expresividad y simpatía, vitalidad. Eso le permite renovar un área como es la del tebeo juvenil, casi desaparecida en nuestro país.

Los relatos que ilustra pueden alcanzar un público amplio, aunque no evita abordar asuntos que en los tebeos clásicos se dejaban al margen de la mirada infantil. Aquí sobre todo debemos referirnos a la violencia política y a las relaciones sentimentales. En Jules Bravo no vacilaba a la hora de plantear aspectos religiosos con una mirada muy crítica y, en cuanto a la sexualidad, chapoteaba alegremente en las turbulentas aguas que su premisa de los clones con crecimiento acelerado le facilitaba. El pobre protagonista apenas había superado sus complejos porque su novia crecía a mucha más velocidad que él, cuando ya aparecía la hermana pequeña a complicar aún más las cosas.

No parece Bravo alguien preocupado por abandonar determinadas zonas de confort. Él más bien se siente cómodo transitando territorios pantanosos y conflictivos. En ese sentido el guionista le brinda un auténtico festival de temas peliagudos. Empezando por el primer álbum, donde la relación con Tintín se hace explícita. Como sabrán el primer ciclo de aventuras de Tintín nunca se revisó, Hergé no hizo una versión oficial de un álbum del que prefería no hablar y que finalmente apareció en edición facsímil, acentuando su carácter de locura de juventud. El gran pecado de Las aventuras de Tintín en el país de los soviets fue acercarse demasiado a la verdad. Hergé apenas se documentó para realizarlo, confiando en un libro de referencia que le pasaron en la redacción del periódico católico donde colaboraba. Pero su descripción del infierno soviético resultó bastante ajustada, como tantos testimonios posteriores han demostrado. Pero los compañeros de viaje en occidente no podían consentir que tales verdades fueran reveladas y por eso hicieron todo lo posible para que Hergé se avergonzara de ese trabajo. La revisión de Régnaud y Bravo no sólo confirma ese primer acercamiento sino que lo contextualiza con inteligencia y humor. No faltan las críticas a la aristocracia y a la brutalidad de los poderosos. Pero también asistimos a muchas matanzas gratuitas por parte de los camaradas revolucionarios y el panorama que pintan es adecuadamente desolador.

Viñeta de ALEKSIS STROGONOV de Régnaud y Emile Bravo, edita Ponent Mon
A partir de ahí seguimos los pasos del joven protagonista ruso por toda Europa, en lo que parece un ajuste de cuentas con algunos de los mayores males que la asolaron en el siglo XX y que tan cercanos nos parecen hoy. Del comunismo saltamos al nacional-socialismo alemán, en una aventura donde entre bromas y veras se describen de forma muy precisa algunos de los rasgos del Berlín de entreguerras. Nos paseamos por los estudios de la UFA, vemos cómo se organizan unos descerebrados grupúsculos ultraderechistas y sentimos la frustración alemana ante las condiciones establecidas por el Tratado de Versalles. Por si todo esto fuera poco, los autores rematan la obra con un tercer álbum dedicado a los conflictos nacionalistas en los Balcanes. Aquí la localización se vuelve algo más etérea pero es igualmente eficaz. Al final los abrumadores problemas identitarios se reducen a peleas entre vecinos y discusiones entre los habitantes de Villarriba y Villabajo. Una auténtica farsa en la que lamentablemente muere gente de verdad. Como si Régnaud y Bravo fueran incapaces de tomárselo en serio, presentan a una líder realmente psicótica, de sexualidad ambigua y gatillo fácil.

En fin, hay muchos detalles en los tres álbumes que justifican su lectura. Los guiones son inteligentes, los personajes chispeantes y el dibujo muy agradable. Y su paseo por las diversas formas del totalitarismo europeo constituye una lección de historia tan precisa como dramáticamente divertida. Con un humor muy negro los autores abordan asuntos trágicos convirtiéndolos en farsa, sin banalizarlos. No es tan fácil.
Aleksis Strogonov - Intégrale - tome 1 - Aleksis Strogonov - Intégrale T1 (vol 1+2+3)
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viernes, 11 de abril de 2014

LA CRÓNICA DE LEODEGUNDO. VOL.2 de G. MEANA

La crónica de Leodegundo - Volumen 2 - el cantar de Teudán (I) [772-800 D.C.] de Gaspar Meana, Edicions UIB, SD Ediciones
Edicions UIB,
SD distribuciones 2014.

248 páginas. 28,50 euros.

CONEJOS Y ELEFANTES


En la producción balear de tebeos tienden a confluir la iniciativa pública y privada, lo que ayuda a entender que se publiquen muchas historietas con un sentido eminentemente educativo y divulgativo.


La reducción en los últimos años de las ayudas institucionales debido a los ajustes, explica también algunas ausencias. La más sonada, la de la revista Esquitx, donde tantos autores dieron sus primeros pasos. También parece haberse esfumado el segundo Premio Ciudad de Palma de Comic. Y no me refiero al que este año ganó Tatúm (a quien felicito desde aquí), sino al del año anterior, Navarro y Del Rincón. ¿No debía haberse editado su novela gráfica? Parece que los pagos que tendrían que haber garantizado esa producción no se ajustaron a los plazos. Empezamos a acostumbrarnos a los retrasos. En diciembre se publicaba el catálogo dedicado a Russ Heath, preparado un año antes para venderse mientras la exposición Flesh & Steel permanecía abierta en el Solleric. Finalmente se edita en una tirada limitada que al menos adelanta por poco a su versión americana, a cargo de IDW. Mientras, la muestra dedicada a Seguí no acaba de llegar.


Rosselló-Pordel, les ales trencades de Planas, Vaquer y Garau. Edita Dolmen
La ralentización de las actividades relacionadas con el cómic del Ayuntamiento de Palma otorga un mayor protagonismo a otras instituciones. Destaca el Institut de Estudis Balearics. Pagó la exposición Herois, que se pudo ver en el pasado Salón de Barcelona y que todavía pasea por las islas, acompañada de un vistoso catálogo. Llevan tiempo colaborando con Dolmen, la editorial de comic más activa de las islas. Más allá de sus productos zombis, están detrás de prácticamente cualquier publicación comiquera, en muchos casos acompañando a uno o varios organismos públicos. Como en Rosselló-Porcel, les ales trencades, un bonito libro dedicado al poeta, escrito por A. M. Planas y dibujado por Vaquer y PepMi Garau. Textos breves acompañados de ilustraciones en bitono, aunque Rafa no se resiste a introducir bocadillos y algunas viñetas que aligeran la lectura. Mezcla sus humorísticos personajes perfilados a lápiz con nostálgicas aguadas jugando con una estética de fotografía antigua muy eficaz.

Balears, abans i ara. Vol. 4 de Quim Bou edita Dolmen
 En una línea muy diferente la serie Balears, abans i ara alcanza el cuarto volumen, dedicado a la dominación romana. Quim Bou se esfuerza por reconstruir el vestuario, la arquitectura y hasta el olor de la época. En ambos casos hablamos de productos donde la divulgación de los hechos históricos pesa más que el drama. Historietas pensadas como herramientas educativas, para favorecer el acercamiento a diversos aspectos de la cultura local. En ese sentido son impecables, aunque es posible que para un lector habitual de comics resulten un tanto planas, con mucha gimnasia y poca magnesia.

Según leemos en prensa, el IEB mantiene su compromiso con el medio y algunos de sus técnicos viajarán a festivales como Anguleme o San Diego. Espero que pronto podamos leer los informes con los contactos o las ventas de proyectos mallorquines conseguidas en esas convenciones. También pagan la adaptación de la novela de Cristóbal Serra, Viaje a Cotiledonia, que ya ha empezado a dibujar Pere Joan.

EL LARGO VIAJE DE TEUDÁN


El servicio de publicaciones de la UIB avala la obra más interesante editada en las islas. El primer volumen de La Crónica de Leodegundo se convertía el año pasado en un insospechado éxito en la Feria del Libro de Madrid, en el terreno de las publicaciones universitarias, donde sólo era superado por un libro dedicado al Bosón de Higgs. Ahora aparece el segundo volumen, con una calidad aún superior a la de la primera entrega. Si en el último capítulo de Balears, abans i ara la captura de un conejo sirve como excusa para un largo paseo por la villa de Pollentia, el héroe de Meana abandona su Asturias natal y se dirige hasta Bagdad donde espera encontrar un mítico animal, una bestia a la que llaman elefante. Esta metafórica diferencia de dimensiones define bien la distancia que separa La Crónica de otros tebeos históricos locales, incluso de aquellos realizados con tanta dignidad como la citada obra de Quim Bou.

Meana se preocupa por el detalle de sus reconstrucciones como el que más y basta leer los apéndices del segundo tomo para comprobarlo. Pero eso no anula lo que realmente le preocupa: la peripecia vital de sus personajes, la elaboración de historias que instauran una nueva realidad. Su visión es totalizadora y envolvente, arrastrándonos al interior de los hechos históricos. La Crónica no se lee, se habita.

La crónica de Leodegundo de Gaspar Meana UIB Edicions, SD Distribucion
Es imposible abordar el segundo tomo si no se refresca antes lo sucedido en el primero. Hagan como yo y relean ese primer volumen donde se nos contaban las andanzas de Liuva, noble godo que acompañó a Pelayo y a Rodrigo en la batalla de julio de 711. Liuva es hecho prisionero mientras lo que queda de su familia escapa con Pelayo al agreste reino de Asturias. En lo que es el primero de un espectacular conjunto de saltos espacio-temporales, pasamos de una maravillosa vista de los Picos de Europa a una lujuriosa escena de cacería cerca de Damasco. Todo ello acompañado de la precisa y poética prosa del autor, que se desborda en unos textos de apoyo elegantes y muy bien escritos. Liuva participa en el sitio de Constantinopla y vemos cómo las batallas entre mortales tienen un correlato en el mundo de los genios y demonios. Para Meana las creencias de la gente conforman otro tipo de realidad que también debe estar contenida en todo relato histórico. Liuva acaba como esclavo en Constantinopla y aprende algunos de los misterios del hermetismo ofita. Finalmente consigue retornar a Asturias con los suyos. Se desmitifica la batalla de Covadonga y la muerte de Fáfila se presenta como un episodio más de una intensa contienda entre los viejos dioses y el nuevo credo cristiano. Luego viene el convulso reinado de Alfonso I, que conlleva un nuevo alejamiento de Liuva. En el maravilloso episodio “Malik de la ciudad inconclusa” asistimos entre otros muchos sucesos al virtual exterminio de la dinastía Omeya. De vuelta a Hispania, Liuva apoya a su hijo Leodegundo como aspirante al trono del reino de Asturias, con trágicas consecuencias debido a la brutalidad y falta de escrúpulos de sus antagonistas.

El arranque del segundo volumen exige no pocos esfuerzos por parte del lector para no perderse en la maraña de personajes y las complejas intrigas, pactos y traiciones que los entrelazan. En compensación, el dibujo mejora mucho y las caracterizaciones son rotundas, ayudando a diferenciar a los protagonistas. La visualización de las batallas es antológica. Además, algunos de los enfrentamientos más épicos coinciden con el ascenso al poder de Alfonso II, momento en que el argumento se simplifica y resulta más fácil seguir la acción. Como siempre, Meana mezcla lo divino y lo humano y las matanzas en el suelo son tuteladas por una auténtica aviación de bestias semi-divinas que nos sobrecogen realzando el drama.

viñeta de Pérgamo de La crónica de Leodegundo de Gaspar Meana UIB Edicions, SD Distribucion
Este segundo tomo agrupa la mitad de los álbumes dedicados a Teudán, cuyas aventuras se completarán en el siguiente. Es uno de los nietos de Liuva, un joven deseoso de recorrer el mundo para tener vivencias tan intensas como las de su abuelo. El destino se burla de él cuando es destinado como embajador a la corte de Carlomagno. Allí su relación con una de las hijas del monarca le obliga a salir corriendo hacia oriente. Meana aprovecha una increíble parada en Pérgamo para demostrarnos lo mucho y bien que dibuja. Como colofón tenemos un descenso aéreo sobre Bagdad absolutamente estremecedor. La habilidad del autor con las viñetas panorámicas queda demostrada en una larga secuencia al final, una visita a Bagdad que constituye una de las mejores representaciones visuales del poder que recuerdo. Y Peter Ustinov aparece como secundario de lujo.

En fin, en anteriores ocasiones he criticado la rigidez de las figuras de Meana, o la complejidad de sus argumentos, que exigen una atención extrema por parte del lector. Pero cada vez que leo y releo su trabajo la importancia de esos asuntos disminuye. Porque descubro nuevos detalles, matices que enriquecen una obra de una ambición y elegancia sin parangón en la historia de la historieta española. No sólo por sus evidentes virtudes históricas, por su labor documental y de investigación, que son innegables y de un nivel muy superior a la media. Sobre todo por algo que he mencionado de pasada: La Crónica es un universo perfecto en sí mismo, una visión de nosotros mismos, de lo que como humanos somos capaces de hacer, un discurso sobre la ambición, la nostalgia, el amor y también el odio. Una obra total y de cuya edición la Universitat de les Illes Baleares puede sentirse extremadamente orgullosa. Corran la voz.
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viernes, 4 de abril de 2014

JULIA. MUERTE ASEGURADA de BERARDI, CARACUZZO & DALL'AGNOL

JULIA, muerte asegurada - las aventuras de una criminóloga de Berardi, Carcuzzo y Dall Agnoll. Edita Aleta
Aleta, 2014
256 páginas, 13,95 euros

LOS SERIALES SON PARA SIEMPRE


Desde sus orígenes, el comic se ha caracterizado por narrar historias eternas con personajes que no mueren nunca, continuando la tradición de los seriales. Cuando una serie tiene éxito ¿por qué interrumpirla?


Aunque con los años se ha conseguido una mayor variedad, la fórmula del “continuará” permanece. Muchos lectores se mantienen fieles a un personaje o título, olvidando qué autores se esconden detrás.

Algunos de los mejores tebeos todavía se encuentran entre las páginas de sagas muy populares, que conservan su calidad número tras número. Hoy quería citar algunas de esas series. Como Macanudo, de Liniers editado por Random House. El humorista argentino alcanza el noveno volumen que recopila su peculiar tira y mantiene todas sus constantes. Humor tierno o surrealista, da igual, al final siempre consigue hacernos sonreír.

Macanudo de Liniers


La serie de Los Muertos Vivientes ha conseguido una justa fama gracias a su adaptación televisiva, pero el tebeo original sigue en marcha y su interés no desciende. Los dibujos de Adlard son tan eficaces e impactantes como narrativos y los guiones de Kirkman continúan enganchándonos y manteniéndonos en vilo. A estas alturas los zombis son ya casi parte del paisaje y los verdaderos problemas los causan los vivos, los demasiado vivos. Ya he recomendado tantas veces esta serie que poco más podría añadir.

Julia - Historias de una criminóloga
De América nos vamos a Europa, más concretamente a Italia, de donde nos llega Julia, otra de mis favoritas. La edición española alcanza el octavo libro, que incluye material de 1999 y 2000. Como siempre, excelente. Puestos a elegir me quedo con la segunda historia, donde se entrelazan los recuerdos reprimidos de uno de los personajes con las andanzas de la protagonista, en este caso en plena aventura sentimental con un colega recién separado. Es una delicia comprobar cómo Giancarlo Berardi, el guionista, dispone sus piezas en un delicado conjunto donde nada sobra y todo aporta su fragmento de realidad a una obra tan detallada como interesante. El dibujo, como siempre, impresionista y real, fresco pero ajustado permanentemente a lo narrado.

Dejo para el final lo más exótico. De Europa nos trasladamos a Japón, donde ya hace años Tezuka publicó Fenix. En España se editaba hace poco su quinto tomo recopilatorio. Se inicia con una muerte y luego se nos explica lo que le ocurre a ese personaje que se acaba de estrellar contra el suelo, en una retorcida historia de resurrecciones. Sonaría muy raro si no fuera porque ya hace tiempo que sabemos que en Fénix puede pasar cualquier cosa. En esta gran reflexión sobre la vida y la muerte hemos visto fuerzas cataclísmicas en conflicto y luchas apocalípticas que nos han curado de espantos. Casi cualquier cosa es posible con Tezuka, su imaginación y arrolladora pasión narrativa no conocen límites así que entrar en Fénix es prepararse para que lo imposible se convierta en cotidiano. En el volumen conviven varios relatos donde se nos habla de robots que se sienten humanos y humanos que son reconvertidos en robots, y las consecuencias de estas situaciones. Al final, todo acaba rondando los grandes asuntos que preocupaban al autor: qué es lo que nos hace vivir y cuáles las razones para enfrentarse a la muerte y la desesperación.

Y, ya que hablamos de series, quiero recordar que Giménez casi ha concluido su trabajo dedicado a Pepe González, edita Panini  y que Sakai ha abandonado momentáneamente su Usagi Yojimbo para dibujar 47 Ronin una novela gráfica con samurais de verdad.

Pepe de Carlos Giménez, edita Panini Comics 47 Ronin de Mike Richardson y Stan Sakai (Usagi Yojimbo), edita Planeta deAgostini
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