lunes, 17 de marzo de 2025

CUANDO CAE LA NOCHE 1 COMIC NAZISMO FRANCIA

Cuando cae la noche comic vil 1 Lisou Achard Galmes
Marion Achard y Toni Galmés
Editorial Astronave, España, 2025

128 páginas, 24,95 euros


CUANDO EL DIBUJO TAMBIÉN CUENTA
El año pasado saludábamos la aparición de Toni Galmés como dibujante de comics, tras una sólida trayectoria en el mundo del cuento ilustrado. Poco después recibía un premio en el Salón de Barcelona por aquella primera obra, Molly Wind. Ahora presenta un trabajo muy diferente.


Su dibujo base mantiene el estilo que ya se apreciaba en la “bibliotecaria a caballo”, con citas a la mejor tradición del cómic franco-belga, pero también al manga, sobre todo en la caracterización y gestualidad de sus personajes. Pero la técnica de color, los acabados, han cambiado mucho. Deja atrás las gamas digitales y abraza las delicadas acuarelas que caracterizan su labor como ilustrador. El autor explicaba que los editores franceses valoraban mucho esa manualidad, frente a la frialdad de los colores de ordenador, que tienden a igualar las soluciones y a empobrecer el producto final. En este volumen Galmés se encarga de todo el apartado gráfico, del lápiz al color pasando por la narrativa. Aspecto este último no menor. En su anterior entrega no apreciamos grandes atrevimientos en la puesta en escena, que se mantenía en unas formas de contar tan tradicionales como eficaces. Pero ahora da un paso adelante y supongo que se notan los años que se pasó dibujando storyboards para agencias. Hay una mirada muy cinematográfica, una exactitud y una variedad en la composición de página, que aportan una gran fluidez y un extra de entretenimiento a la lectura. Es un sólido narrador y su bolsa está llena de trucos. Salta de páginas con una única viñeta a viñetas con fondos troceados, fracciona la acción en pequeñas imágenes para realzar algún momento, emplea muy bien los blancos, vacíos que aligeran el álbum, y puntúa alto en la expresión de las emociones, algo fundamental en un relato como éste. Su habilidad con el color y la técnica de la acuarela encajan bien en un libro donde los paisajes juegan un papel relevante y los entornos naturales aportan un necesario alivio en momentos de extremada dureza. Sus fondos acaban convirtiéndose en un personaje más, que dulcifica algunos de los pasajes más delicados.

Cuando cae la noche comic vil 1 Lisou Achard Galmes
Si en Molly Wind Galmés contaba con un cómplice de excepción, la guionista Catalina González Vilar, aquí se ha asociado con Marion Achard, con una historia del género de la “memoria histórica”. En Francia el gran tema es la segunda guerra mundial y el lugar común la resistencia, una revuelta contra el invasor nazi que ya se ha reflejado en otros comics recientes. Pero la escritora no se detiene en aquellos heroicos guerrilleros (aunque aparecen en alguna secuencia) sino en un aspecto menos popular. Me refiero al trato dispensado a los judíos franceses. Para que se sitúen, hubo muchas más denuncias hacia los vecinos judíos en Francia, con un presidente francés, que en Italia, con Mussolini. Y, como habrán podido apreciar en los últimos meses, el antisemitismo, tanto en nuestro país vecino como aquí, dista mucho de ser un fenómeno del pasado. Achard recuerda con justicia parte de aquel sufrimiento, pero además lo hace de una manera muy talentosa. Encuentra en Galmés el cómplice perfecto para ofrecer un testimonio del horror, pero con una mirada infantil, de una inocencia entrañable. Conviene recordar que este es el primero de una serie de volúmenes sobre una familia de supervivientes que todavía viven en la actualidad. Aquí se describe la experiencia de la hermana que permaneció escondida y se libró de ir a los campos de exterminio. El segundo recogerá la visión de la hermana que sí acabó en Auschwitz y se supone que su tono será muy diferente.

En esta primera entrega sorprende el equilibrio entre los momentos de tensión, ya que los villanos cercan a la familia protagonista, y esos otros pasajes de pura felicidad infantil, esas evasiones de una realidad asfixiante, a través del juego. Ese milagro es fruto de la colaboración entre una brillante guionista y la encantadora puesta en escena de Galmés, que nos transporta a esos años con sus delicadas gamas de color y la sutileza de su línea. Cuenta sucesos horribles de la forma más bonita posible. Yo se lo agradezco.