Diabolo Ediciones. Madrid, 2020.
252 páginas, 23,95 euros.
AMENAZADOS
La actualidad se ha sincronizado para coincidir con la última obra de Bastien Vivès y Martin Quenehen, que aborda el tema del terrorismo. Lo hace desde su peculiar estilo, visual y sugerente, dejando que cada lector extraiga sus propias conclusiones.
La historia trata sobre un héroe incierto, un policía de pueblo cuyo padre acaba de morir. En el cementerio el desconsolado hijo se culpa por no haber estado en el momento en que su progenitor lo necesitaba. A lo largo de la presentación el tono recuerda un poco al de la película de Eastwood “El francotirador” (2015). Ya saben que es una de las tres que ha dedicado a héroes imposibles y que una buena parte de la crítica ha despreciado con entusiasmo. Las tres retrataban a personajes reales. En el caso de “15:17 tren a París” (2016) incluso actuaban los verdaderos protagonistas, interpretando lo que habían vivido. La tercera fue “Richard Jewel” (2019), una obra maestra a la que la prensa machacó. La cuestión es que las tres tenían como personajes principales a palurdos, tipos de pueblo no demasiado listos y muy alejados de los cínicos estereotipos actuales. A estos héroes sin brillo solo les movía un instinto: el de ayudar, el de servir y proteger. Y lo hacían como buenamente podían. En el caso de “El francotirador” matando a los enemigos desde la distancia que le permitía su rifle de largo alcance. Su mayor angustia no era saber a cuántos había liquidado sino a cuántos de sus compañeros no había podido salvar. Esa voluntad de proteger, de defender las vidas de los inocentes, es lo que parece caracterizar al obsesivo protagonista de Vivès. Pronto la cosa se complica.
Entra en escena un parisino y su hija, que vienen al pueblo a recuperarse. La mujer de él ha sido asesinada en un atentado terrorista. Esto, unido al silencioso encanto de la niña, despierta el interés de Jimmy, el policía. En una secuencia espléndida sigue al Leer más...