jueves, 31 de diciembre de 2009

Gil Pupila. El integral 1

M. Tillieux
Planeta DeAgostini.

Barcelona, 2009.
240 páginas, 23 Euros


FIN DE AÑO EN EUROPA

La recuperación de las aventuras de Gil Pupila (Gil Jourdan en el original) en su versión integral es una excusa tan buena como cualquier otra para alcanzar el fin de año hablando de tebeos europeos. Otra habría sido el último álbum de Thorgal, en el que el gran guionista Van Hamme ha sido sustituido por Senté. Confío mucho en él, pero ha preferido empezar con pies de plomo, siguiendo la estela del maestro. Así que esperaremos a ver qué nos deparan futuras entregas.

Lo de Pupila no ha sido el único volumen que emplea lo fórmula del integral de este año. Ya comentaba con regocijo la aparición de dos sagas que nos han llegado con bastante retraso: Betelgeuse y El Gavilán. Histórica la segunda y de ciencia ficción la primera, ambas certifican que la gran tradición narrativa del comic europeo no ha muerto. Tanto Leo como Pellerin son dos grandes dibujantes clásicos con muchas cosas que contar. Partiendo de fórmulas ya conocidas, renuevan sus géneros dándoles la vuelta y aportando la necesaria modernidad que refresca modelos tradicionales, actualizándolos. La tercera aportación nos viene de Inglaterra y es más reciente: Tamara Drewe, una sofisticada comedia social en la que nada es lo que parece, un tebeo inteligente y ameno firmado por la gran Posy Simmonds. Si no tienen todavía alguna de estas obras, corra a comprársela o pídasela a los Reyes Magos. Lo cuento entre lo mejor del año, sin duda.

Volviendo a Gil Pupila, es uno de esos tebeos franco-belgas que, como Ric Hochet o Quique y Lucio, llega un momento en que casi olvidamos que lo leímos una vez. Lo cierto es que pasada la época en que la traducción de los comics infantiles-juveniles era algo habitual, cuando aparecían entre otros productos Bruguera o en plataformas propias como las revistas Strong o Pif, poco más supimos de todos aquellos personajes. Da mucha envidia pasearse por las librerías francesas o belgas y contemplar esos tomos recopilatorios de héroes del cómic que apenas nos suenan y que resulta llenan páginas y páginas de integrales. Con el tiempo, algunos van llegando y sólo queda desearles el éxito económico necesario para que sus editores se animen a recuperar otros nombres. Los dos primeros en mi lista de deseos: Jijé y Greg. Del primero ya no he podido esperar y me lo he ido comprando en francés. Pero si alguien lo traduce no me quejaré.

En fin, Tillieux, el creador de Gil Pupila, construye una saga amable y entretenida, siguiendo la estela de dos dibujantes difíciles de igualar: Franquin y Hergé. Si el lector espera encontrarse con un producto similar a los firmados por esos dos artistas, se sentirá decepcionado. La narrativa visual en Pupila es más monótona y sosa. Tampoco el humor es tan chispeante. Pero con todo convence por su corrección. Sorprende su tono de novela de negra, con asesinatos incluidos, en un ambiente de tebeo juvenil y con chistes a cargo del expresidiario amigo del protagonista. Los personajes están bien construidos, empezando por el héroe, de un cinismo que llama la atención. Los fondos son bonitos y Tillieux dibuja bien los coches.

Todo está hecho con gusto y ganas, es un producto dentro de la media, cuando el nivel de los tebeos en Bélgica era realmente grande. Así que es perfectamente recomendable y constituye otro buen regalo para Reyes. Que lo disfruten. Feliz año nuevo. Leer más...

jueves, 18 de junio de 2009

MORDILLO PARA TODOS

Mordillo - Catálogo y exposición en Casal Solleric 2009
El jueves 18 de Junio de 2009 se inauguraba en el Palau Solleric de Palma una muestra antológica de Guillermo Mordillo, el popular humorista argentino. Aunque hace tiempo que sus chistes no se publican en España, sus característicos personajes blancos sobre fondos de colores vibrantes resultan inolvidables. Mordillo lleva muchos años construyendo una sólida imagen de marca, tanto que se acaba teniendo la sensación de que "visto uno, vistos todos". Pero la coherencia de su trayectoria no debe engañarnos, su mundo es mucho más complejo de lo que su colorista superficie podría sugerir. Para demostrarlo, permítanme que emplee un recurso tomado de una célebre campaña que sin duda recordarán. Se aplicaba a un refresco muy conocido y, curiosamente, contaba con un locutor argentino.

Para los argentinos
Más concretamente para los nacidos en Villa Pueyrredón, barrio donde Mordillo vivió sus primeros años y que seguramente fue edificado por obreros españoles, ya que luego él ha visto zonas muy parecidas en Barcelona y Palma. Aunque hace ya muchos años que abandonó su patria, él se ajusta a nuestro estereotipo argentino: es locuaz y sentimental, justo lo contrario de su obra, muda y emocional, nunca sensiblera ¿Viste?
Para los emigrantes
Sus padres lo fueron. Su madre venía de Asturias y su padre de Extremadura. Y él lo ha sido desde su juventud. Primero emigró a Lima, luego a Nueva York, más tarde a París y pasó por Palma Nova. Su obra ha sido incluso más viajera que él y prácticamente la encontramos por todo el planeta. Si a alguien la casa el término "ciudadano del mundo" es a él.

Para los animadores
El cine de animación fue su primera pasión. Blancanieves y los siete enanitos le fascinaron. Empezó realizando pequeñas animaciones en su casa. Luego consiguió trabajo como animador en un estudio en Buenos Aires. También con los hermanos Fleischer en la Paramount de Nueva York. Su primer libro, El Galeón, es prácticamente un story para ese largo que nunca llegó a hacer. Luego en Alemania adaptaron sus gags en pequeños cortos. Lo ha intentado en 3D y recientemente ha supervisado proyectos de animación en Argentina y China.

Para los diseñadores gráficos
En Lima trabajó en una agencia de publicidad y realizó no pocos carteles. Eso se nota en su obra, donde el discurso gráfico, el hábil empleo del color y la composición, dirigen la mirada del lector y favorecen la claridad de la comunicación. Muchas de sus ilustraciones no intentan ni siquiera resultar cómicas, entrando en terrenos de pura poesía visual, son sencillamente imágenes memorables.

Mordillo - Catalog and exhibition at Casal Solleric 2009 Palma
Para los ilustradores
Entre sus primeros encargos se contaron ilustraciones para cuentos infantiles. Luego realizó tarjetas de felicitación, donde empezó a dibujar sus personajes “patata”. Tanto en Lima como en Nueva York y París trabajó dibujando tarjetas. Luego saltó a los gags ilustrados. Pero sus tres primeros libros todavía conservan cierta estructura narrativa, que se va desvaneciendo. Hay una historia en El galeón, se desdibuja en Crazy Cowboy y casi desaparece en Crazy, Crazy.

Para los currantes
Mordillo siempre ha sido un trabajador terriblemente disciplinado. No duerme mucho y procura aprovechar sus largas jornadas de la mejor manera posible. Revisar sus cuadernos de ideas o sus minuciosos bocetos nos permite comprobar que su pasión ocupa todo su tiempo. Hace ya mucho que vive holgadamente de los frutos de su esfuerzo, pero sin ese orden y ese rigor con que maneja sus asuntos, nada de eso habría sido posible.
Mordillo - Catalog and exhibition at Casal Solleric 2009 Palma

Para los optimistas
El héroe de Mordillo es un solitario, pero no se queja por ello. Es Keaton, o Langdon, es un tipo que no desespera jamás. Capaz de saltar montañas, cruzar precipicios, sortear todos los obstáculos y, finalmente, conseguir sus objetivos. Nunca se rinde, ni se doblega. Y su energía es contagiosa.

Para los pesimistas
Mordillo ha definido su humor como "la gentileza de la desesperación". Su arte es terapéutico. No evita hablar de la soledad, incluso de la muerte o el desamor. Pero extrae una sonrisa de los temas más amargos. En ese sentido, a él le gusta definirse como un humanista. No entiende el humor como mera comicidad, contar chistes. Lo considera algo más profundo, una forma de afrontar la vida.

Para los golfistas
Su abuelo era minero y él juega al golf. No puede evitarlo. Forma parte de su universo, junto con otros muchos deportes. Ha ilustrado no pocs gags sobre futbol, otra de sus pasiones, tenis, atletismo... Admira la capacidad de concentración de los deportistas. Y entiende que es muy similar a su propia obsesión por el dibujo. Sus personajes son blancos y redondos, como pelotas de golf.

Para adultos
Su mundo es muy natural y el sexo es un aspecto más sobre el que se puede bromear. A veces ellos presumen de lo que no tienen, o ellas nos desarman con sus encantos. A menudo sus personajes se entregan a la pasión amorosa y entonces saltan chispas. Ha explorado irónicamente las muchas metáforas del amor y con todas nos hemos reído. También ha jugado con la idea del cortejo y las extrañas maneras que empleamos para hacernos querer.

Para niños
El humor de Mordillo es universal y no tiene edad. Como en Fellini, su mirada es natural, limpia y directa. La mirada de un crío que se asoma por vez primera al mundo y nos cuenta lo que ve, nos habla del ridículo y la fiesta, de la ciudad y la jungla, de nuestras costumbres y nuestros vicios. Lo hace sin palabras, para que resulte más claro.

Para bestias
Quien conoce a Mordillo conoce sus jirafas. Y sus perros. Y sus elefantes, sus caballos, sus cienpiés, sus renos, sus arañas, sus pájaros... Nada en el reino animal le es ajeno. Sus bichos se han convertido en peluches o puzzles, pero no han perdido su principal característica: son divertidos. Y casi humanos.

Para urbanitas
Sus edificios son el lugar de encuentro de amantes. Tienen muchas ventanas y un aire a Magritte. En sus azoteas puede pasar cualquier cosa. Nadie parece habitarlos y de repente están llenos de gente. Sus casas lloran, se inclinan, se comportan como materia animada.

Para artistas
La forma no es una prioridad para él. Sólo un medio, así es como nos cuenta sus historias. Con los años ha ido refinando sus métodos. Empezó con chistes en blanco y negro. Luego consiguió publicar en color. Durante mucho tiempo empleó la acuarela líquida. Con ochenta años decidió cambiar. Lleva la última década redibujando algunas de sus imágenes más conocidas y traduciéndolas a una mezcla de acrílico y pastel. Pero mantiene sus objetivos: el color, la composición, todo queda al servicio del humor. Su obsesión: conseguir que todo lo que aparezca en sus dibujos resulte cómico.

Para todos
El arte de Mordillo nos resulta tan familiar que podemos cometer el error de creer que no podrá sorprendernos. Y no es así. Pasma el volumen de su producción, la calidad y detalle de sus originales, la variedad de su trabajo, los diferentes soportes a los que se han aplicado sus ideas. Y, sobre todo, aunque volvamos sobre imágenes suyas que ya conocíamos, consiguen hacernos reír. O sonreír. A todos. Y eso es muy importante y bastante difícil. Es uno de los grandes, no lo olviden.
Leer más...

viernes, 5 de junio de 2009

ALDEBARÁN & BETELGEUSE de LEO

Aldebarán de Leo, editado por Planeta DeAgostini

Planeta DeAgostini.
Barcelona, 2009.
236 páginas. 20 euros

DE ALDEBARÁN A BETELGEUSE


Simplemente: no sigan leyendo y cómprense estos tebeos. El año pasado salió el primer tomo que, idiota de mi, no compré en ese momento. Y ahora se acaba de publicar el segundo. Son obra de Leo, un autor brasileño afincado en Francia. Cada volumen agrupa cinco álbumes y, aunque me habría gustado un formato algo mayor, hay que reconocer que el precio es rompedor. Repito: cómprense estos tebeos.


¿Ya los tienen? Si se han agotado, resérvelos. No se los pueden perder. Hasta aquí la parte importante de este artículo. Cuando los lean comprenderán que lo que sigue es realmente fácil, tan evidente que resulta casi superfluo tener que escribirlo.

Tanto Aldebarán como su continuación Betelgeuse son dos historietas grandísimas. Su creador, que firma tanto el guión como el dibujo, ha realizado un trabajo excepcional, lleno de matices, profundo y entretenido, inteligente y sexy, visual y filosófico, emocionante y aventurero. Es una obra maestra. Y no todos los días tenemos la inmensa fortuna de enfrentarnos a una.

Esta es una historia de ciencia-ficción, a la altura de Dune o Solaris con las que, por cierto, guarda no pocas similitudes. Es también un relato de iniciación. Los protagonistas empiezan como adolescentes y los vemos madurar poco a poco, se equivocan, sufren, se adaptan y cambian. Las aventuras sentimentales se entrecruzan con realismo, se aborda el sexo con naturalidad y las emociones se describen de forma verosímil. Es una poderosa fábula ecológica que nos devuelve la sensación de curiosidad y misterio que nos provocan ciertos escenarios naturales.


Betelgeuse de Leo, editado por Planeta DeAgostini

La acción se desarrolla en dos ambientes casi opuestos, que están descritos con una imaginación, precisión y gusto por el detalle realmente extraordinarios. Animales exóticos y vegetación alienígena se funden con asentamientos terrestres hasta formar un entorno creíble y fascinante. Sólo hay dos tebeos que me hayan producido esa sensación de que algo muy ajeno podría ser posible: el Flash Gordon de Raymond y la adaptación de Perdidos en el espacio de Gold Key. El dibujo puede parecer convencional y ciertas expresiones un poco acartonadas. Pero todo eso se olvida cuando nos sumergimos en la lectura. El autor domina el color y la iluminación y su arte aparentemente convencional nos transporta a mundos lejanos sin olvidar la expresión precisa de los sentimientos y pasiones de sus héroes.

Es además una muy bien construida intriga política y social. Nos cuenta con crudeza algunas de las cosas que como sociedad estamos dispuestos a hacer para sobrevivir. Más: es un potente alegato feminista, con una protagonista que va creciendo ante nuestros ojos hasta convertirse en una mujer fascinante. No es la única en una historia llena de féminas poderosas.

Si en el primer ciclo el relato sigue a un nutrido grupo de protagonistas, en el segundo una chica carga con el peso de la acción y nos dejamos guiar por ella en un mundo misterioso y lleno de intrigas y amenazas, pero también de belleza y cambios. En la construcción de personajes se dan no pocos giros inesperados y creíbles. Por ejemplo, en el caso del secundario Teniente Hudson, que primero se nos presenta como un descerebrado tan fogoso como atolondrado y acaba ennoblecido y redimido con naturalidad. Todas las relaciones personales están tratadas con gusto y verosimilitud.
Esto es un tebeo adulto como toca. Él sólo consigue que disculpemos al comic franco-belga de todas las tonterías que hemos tenido que tragar en los últimos años.

¡Bravo, maestro!
Leer más...

viernes, 1 de mayo de 2009

LAS CALLES DE ARENA de PACO ROCA

comic: "Las calles de arena" de Paco Roca, edita en España Astiberri
Astiberri Ediciones. 
Bilbao, 2009. 
102 páginas. 15 euros

SUEÑOS, MUERTES Y RECUERDOS


El mayor problema al que se enfrenta Paco Roca comienza casi al principio del relato. Justo cuando nos damos cuenta de que va a construir su historia dentro de un sueño. 


El protagonista, un personaje que siempre aplaza sus decisiones, se pierde camino de la firma de una hipoteca en el banco. Llega a un hotel donde empiezan a sucederle cosas extraordinarias. A partir de ahí, las atmósferas que respiramos tienen el aroma de Carroll, Kafka o Miyazaki. Como lector, debo reconocer mi rechazo frente a este tipo de artificios. Esos ambientes en que las situaciones son repetitivas, los comportamientos se duplican de forma obsesiva, un personaje excéntrico da paso al siguiente y lo extraordinario se convierte en habitual, me fatigan, me duermen. Que fue lo que literalmente me ocurrió intentando leer este tebeo.

Pero una vez que se admiten las premisas surrealistas de Roca, sus citas a Böcklin, Piranesi o Escher son coherentes y reconozco que finalmente su galería de tipos raros es entretenida y su guión consigue momentos curiosos. Sobre todo cuando su mundo se despereza y los cambios se suceden encadenándose. Por otro lado, no dejan de fastidiarme sus citas literarias, desde los mapas que son iguales al territorio que representan hasta el ataúd salvador, pasando por otros tantos referentes que parecen colocados para que los comentaristas avispados puedan excitarse citando a Melville, Cortazar o Borges.

página de "las calles de arena" de Paco Roca, edita Astiberri
Por otro lado su historia no carece de humor y de ideas. Como ese vampiro que, al no poder reflejarse en los espejos, encarga retratos para recordar cual es su aspecto. O ese viudo que clona a su esposa muerta a partir de unos cabellos que conserva; lamentablemente, ninguno de sus clones vuelve a enamorarse de él. O el tipo que no consigue ordenar su maleta ni salir de su habitación... y tantos otros. El conjunto de seres que habita ese hotel con forma de torre de Babel sirve al autor como excusa para reflexionar sobre la importancia de los recuerdos, la presencia de la muerte en nuestra vida o la en ocasiones débil barrera que separa la realidad de los sueños, las fantasías. A veces parece que esas sugerencias van a ser más profundas, como en el caso de la cartera que vive de entregar las cartas que ella misma escribe. Pero en general mantiene un tono ligero y una naturalidad que recuerdan un poco a Berlanga. En parte por la mezcla entre lo extraordinario y lo cotidiano, casi vulgar. También por el ambiente coral y la extraña lógica que mantiene entre tanto disparate.

Su dibujo sigue mejorando y aquí el color se entona en gamas muy armónicas. Sólo podría cuestionar un cierto abuso de las sombras, que acaban tomando un inmerecido protagonismo, aportando al volumen un aire un tanto melancólico, inadecuado en algunos pasajes.

Tras Arrugas, otro trabajo serio y lleno de ideas, Roca vuelve a ofrecernos un volumen que no convencerá a todos, pero sin duda ambicioso y bien acabado, más que respetable.
Leer más...

viernes, 24 de abril de 2009

THE ONE POUND GOSPEL de R. TAKAHASHI

"The one pound gospel" de Rumiko Takahashi, edita EDT
Ediciones Glénat S.A.
Barcelona, 2008.
216 páginas. 10 euros

ROCKY EN JAPÓN


El boxeo es sin duda un deporte muy visual, ya que ha inspirado un sólido conjunto de obras maestras, tanto en el cine como en el comic. Recientemente podíamos disfrutar de One dollar million baby, la apabullante película de Clint, una gozada visual y emocional, pero también de Rocky Balboa. Otra pieza en absoluto desdeñable, para quienes sean capaces de apreciar el arte de Stallone sin las orejeras de los prejuicios. Especialmente llamativo el gran diálogo entre el viejo púgil y su hijo, un texto que debería citarse en algunas de nuestras escuelas. Les aseguro que sé de qué estoy hablando.


En cómic contamos con algunos gloriosos precedentes como Big Ben Bolt o el espectacular Superman contra Muhammad Alí. Pero nada podía prepararnos para el acercamiento de Rumiko Takahashi al género. Ya sabíamos que era grande y cualquiera de sus series prueba su innegable talento para el humor, como Maison Ikkoku o Ranma ½. También sabe moverse en el terreno de la aventura fantástica, como demuestra en Inu-Yasha. Salta con aparente facilidad del culebrón interminable al relato corto. Su dibujo es siempre eficaz y muy cómico y expresivo y la considero una de las grandes, no sólo por su popularidad sino sobre todo por la regularidad y calidad de su trabajo.

Como siempre consigue sorprendernos. Primero mezcla elementos de la comedia sentimental que tanto le gusta con los lugares comunes del boxeo. El aspirante se queda prendado de una monja a la que confiesa sus debilidades. Éstas también son peculiares. Es un glotón y lo que peor lleva de la disciplina propia de su deporte es la obligada dieta. Así que su entrenador se pasa los episodios vigilándolo para que no se zampe a escondidas todo lo que se le pone por delante. De antología esa viñeta en que lo pilla escondido bajo la mesa de un restaurante, atacando un suculento plato.

Comic de boxeo, The One Pound Gospel, de Rumiko Takahashi
Si ya sabíamos que Rumiko es muy buena en el terreno de las expresiones faciales, con sus particulares ojos desorbitados, sus babas y todas esas invenciones visuales tan comunes en el manga, aquí demuestra su facilidad con las escenas de lucha, unos combates que coreografía con precisión, sin perder el humor. Para troncharse ese episodio en que al protagonista se le promete un filete de carne si gana una determinada pelea. Recibe una buena tunda pero consigue levantarse y golpear a su adversario al grito de “¡Toma bistec de primera!”. Takahashi también se toma su tiempo para explicarnos la disparatada relación entre el púgil y la monja, pero a eso ya nos ha acostumbrado en sus otras series. Sabemos que nos llevará de acá para allá a voluntad y que disfrutaremos todo el trayecto.

Desde su implantación en España, a finales de los ochenta, el manga ha demostrado su vitalidad, con tebeos para todos los géneros, gustos y edades. Si algo ha mantenido a los lectores más jóvenes cerca de las viñetas, sin duda han sido los creadores japoneses. Quizás al principio la atracción se originaba en las series de animación, derivándose luego hacia el papel. Pero con el tiempo han demostrado que pueden producir de todo, desde lo más popular a lo más zafio, de lo mejor a lo peor. Conviene permanecer atentos a sus creaciones porque entre ellas se cuentan algunas de las mejores obras de las últimas décadas.
Leer más...

viernes, 17 de abril de 2009

BREAKDOWNS de ART SPIEGELMAN

Breakdowns de Art Spiegelman, edita Random House Mondadori
Random House Mondadori S.A.
Barcelona, 2009.
80 páginas. 21,90 euros

MAMÁ, QUIERO SER ARTISTA


En resumen: no es tan malo como me esperaba.
Las reacciones ante la reedición ampliada de este libro de Spiegelman de finales de los setenta son encontradas. Básicamente podríamos decir que representan la posición del lector ante el medio. 


Para los conservadores el autor tuvo cierta fortuna con Maus, pero el resto de su obra, al menos aquellos fragmentos que ya habíamos visto en El Víbora y que ahora volvemos a encontrarnos aquí, es basura experimental, masturbaciones intelectuales sin relación con el cómic. El sector progresista establece una continuidad entre la convencional narrativa de Maus y sus ocurrencias más vanguardistas. Todo es más de lo que parece y Art es un genio, uno de los grandes en el comic del siglo XX. Perdón: ¿he dicho comic? Quería decir arte.

Y es que, si algo caracteriza la labor de Spiegelman es su marcada voluntad artística. Ahí sigue los pasos de uno de sus maestros, el también judío Eisner. Al contrario que otra de sus fuentes de inspiración, Kurtzman, que siempre abogó por el carácter de entretenimiento del medio, tanto Eisner como más tarde Spiegelman defendieron que con viñetas se podían desarrollar obras tan interesantes como con otros medios. Eisner nació en el momento equivocado y con mucho esfuerzo consiguió convertir la novela gráfica en un concepto habitual. Pero Art fue más allá, ganando un Pulitzer con un trabajo inferior a muchos de los firmados por Eisner, el ya citado Maus. Paradojas de la fortuna, Spiegelman sí había encontrado un contexto favorable. Además se inventó una segunda oleada underground con su revista Raw. Desde ella proclamó su evangelio artístico y dejó de dirigirse al pueblo, buscando a la élite.

De alguna forma se hizo oír, lo cual no deja de tener mérito. El siguiente paso era abordar un tema muy serio, con una escritura más convencional.
Después de la explosión Maus, con su mujer a la cabeza de la dirección artística del New Yorker, con la cuota de poder que ello supone, Spiegelman permanece instalado en su torreta de vaca sagrada del comic experimental, con un pie en las artes mayores y mirando siempre desde arriba a la comunidad de simples fabricantes de viñetas. A veces nos bendice con alguna genialidad, como su autocomplaciente reflexión sobre el 11-S.

Así que, sinceramente, no esperaba con entusiasmo este recopilatorio. Y ¿qué quieren que les diga? Me ha entretenido. Toda la introducción, una autobiografía a la peculiar manera del autor, se lee con interés. Sorprende su arrogancia, pero también nos desarma con su sinceridad. ¿Por qué ocultarlo? Él siempre ha querido ser artista. Así que nos muestra algunos de los componentes de su trabajo, incluida la mentira, pero también la magia y la repetición. Muchas de las historietas de la segunda parte ya las conocíamos, pero al cabo de los años nos resultan casi tiernas en su desparpajo experimental. Y además tienen una virtud innegable: son breves. En ellas encontramos sus conocidos juegos descontructivos, sus mezclas, sus pastiches, sus rodeos compulsivos...

Todo ello, por supuesto, con una presentación impecable: buen papel, barnices, buena reproducción... Así que, si pensaron que lo de las dos torres era una tomadura de pelo, creo que comprobarán que esto es algo mejor. Pueden darle otra oportunidad a Art, sin duda se lo merece.
Leer más...

viernes, 10 de abril de 2009

CHE. UNA BIOGRAFÍA GRÁFICA de SPAIN RODRÍGUEZ

"Ché, una biografía gráfica"de Spain Rodríguez, edita Siglo XXI editores
Siglo XXI de España Editores. 
 Madrid, 2008 
106 páginas 14 €

EL COMANDANTE AMÉRICA


Llevaba tiempo esperando alguna traducción de Spain Rodríguez. Una de las figuras clave del movimiento underground americano permanecía casi inédita por estos lares. Algunas historietas cortas publicadas en El Víbora y en alguna otra revista alternativa y poco más. Podía deducirse que su grafismo era muy interesante y más limpio de lo habitual en otros compañeros suyos; además, algunos relatos presentaban una peculiar mezcla de erotismo y política que resultaba intrigante. De ahí la decepción ante este su primer álbum en castellano.


Primero, porque el dibujo, aunque mantiene algunas de sus señas de identidad, parece resuelto con precipitación. Figuras extremadamente delgadas, desproporcionadas y sin movimiento, contrastes de luces y sombras (otro de sus puntos fuertes) poco desarrollados, falta de expresividad en general y, para rematar, una infame rotulación en la edición española. Si en lo gráfico resulta mediocre y apresurado, tampoco esperen sorpresas en el apartado argumental.

No es éste el primer tebeo que nos cuenta la vida del líder guerrillero. El mexicano Rius publicó su >ABChé a finales de los setenta, en su línea revolucionaria habitual. Y los argentinos Oesterheld y Breccia, padre e hijo, su expresivo Ernesto Guevara, Ché, que por aquí editó Ikusager en 1987. Esta versión, aunque contaba con unos potentes dibujos y unos textos que en ocasiones alcanzaban una sentida dimensión poética, lo cierto es que narrativamente no despegaba, resultando pesado y confuso.

El relato de Spain es más llevadero, su álbum se puede leer de un tirón y se nos ofrecen no pocos datos sobre la figura del héroe. El problema surge cuando buscamos algún resquicio de humanidad en su pétrea figura. Se ha discutido lo suficiente sobre el Ché como para que Spain no pueda evitarse determinados episodios, como la aventura africana o los fusilamientos de la fortaleza de La Cabaña. Lo que hace con ellos es inscribirlos en la lógica revolucionaria y sostener el mito. Aparece una tímida crítica cuando cita sus comentarios sobre los negros, pero es el único resquicio. En ese sentido, la posición del autor, como la de quienes le precedieron, es la clásica: “Print the legend!”.

Viñeta de "Ché, una biografía gráfica"de Spain Rodríguez
Estos acercamientos me recuerdan a un personaje muy conocido, el superhéroe de Marvel llamado Capitán América. Sin duda ha sido uno de los que más burlas han recibido, como teórica representación del espíritu americano. En realidad, como en su momento demostró Gracia de Paz en una afortunada comunicación, el capi es justo lo contrario: un tipo atormentado que siempre duda de las acciones de su propio país. Si en un primer momento representa la confianza de la democracia en la derrota del nacionalsocialismo primero y el comunismo después, con el tiempo su crítica se dirige hacia el interior, cuestionando aquellos comportamientos que alejan a los USA de la utopía democrática.

Los biógrafos del Ché no tienen estos problemas. Se fusila sin juicio en nombre de la revolución, se practica el imperialismo revolucionario en África o en Bolivia con la bendición de los camaradas, o se presenta a Mao como el líder genuino que salvó a las masas del hambre, frente a la corrupta Unión Soviética, a la que no se critica por expansionista, sino por blanda en sus posiciones revolucionarias. En fin, se repite la imagen de un iluminado sanguinario cuyas acciones encuentran una justificación última en la supuesta explotación que padecían los pueblos por los que pasó.

La cara oculta del Ché de Jacobo Machover
Quizás si hubiera concluido sus estudios de medicina les habría podido ayudar más. Si realmente aman la crítica y buscan la verdad, yo compensaría la lectura del Ché de Spain con algo más cañero como La cara oculta del Ché, de Jacobo Machover, donde se le presenta como un títere en manos de Fidel. Una marioneta que acabó molestándole por inútil en Cuba y de la que intentó deshacerse primero en el Congo y finalmente en Bolivia. Eso y unas cuantas cosas más. Leer más...

viernes, 3 de abril de 2009

Y, EL ÚLTIMO HOMBRE de VAUGHAN & GUERRA

Y, el último hombre de Brian k. Vaughan y Pia Guerra, edita Planeta deAgostini
Vértigo. ECC ediciones
Barcelona, 2009.
170 págs, 12,95 euros

EL ÚLTIMO HOMBRE VIVO


En su apocalíptica novela, Matheson fabulaba sobre un hombre enfrentado a un mundo vampírico; tal situación extrema le permitía reflexionar sobre conceptos como normalidad y locura, sobre lo mal que toleramos ser la excepción, lo diferente en un universo que se rige por otras reglas. Aunque cada vez más los discursos oficiales insisten en el respeto a la diversidad, lo cierto es que somos seres gregarios, con miedo a enfrentarnos como individuos aislados a la masa, a la que preferimos pertenecer y en la que nos gusta sumergirnos. Brian K. Vaughan no llega tan lejos como este clásico de la ciencia ficción, porque además prefiere engrasar sus historias con un humor siempre presente.


Ya les he hablado de esta serie que ahora concluye y de su sorprendente punto de partida. Una extraña enfermedad borra a todos los varones de la faz de la tierra, salvo dos notables excepciones: Yorick Brown, un especialista en fugas, y su mascota Ampersand, literalmente el último mono. A lo largo de esta larga saga recorremos con ellos muchos kilómetros, ya que el héroe desea reunirse con su novia que vive en Australia, en el otro extremo del mundo. Vaughan no elude los elementos más fantásticos que su disparatada situación le facilita, como la aparición de amazonas que echan la culpa de todo lo sucedido a los hombres, o el establecimiento de un nuevo orden mundial, ahora enteramente dirigido por mujeres. Hay aventuras con espías, conspiraciones y asesinatos y todas desean meterle mano a esa última fuente de esperma, con la intención de clonarlo, experimentar con él o, sencillamente, pasar un buen rato. Yorick intenta mantenerse fiel a su verdadero amor y los episodios de una guerra de sexos pasada de rosca se suceden. El protagonista suaviza los momentos más dramáticos con una ironía constante, pero con todo el guión nos planta ante situaciones realmente emotivas, encontrando un delicado equilibrio entre el melodrama, el tebeo de ideas y el puro entretenimiento de género.

Y, el último hombre de Vaughan y Guerra
La dibujante Pia Guerra se mantiene a la altura de las circunstancias, ayudada por las eficaces tintas de José Marzán Jr. Su dibujo puede parecer seco y poco atractivo en un primer vistazo, pero si le damos una oportunidad pronto muestra su calidad. Pia no se pierde en florituras y se concentra en lo esencial: la figura humana y sus expresiones. Sus páginas son ajustadas y entretenidas, siempre atentas a lo narrado y manteniendo un nivel general muy alto. Sin duda su arte puede ser calificado como clásico, en el mejor de los sentidos posibles: no se va por las ramas ni se pierde en barroquismos innecesarios, todo se pone al servicio de la historia.

En su conclusión la saga nos deja un regusto amargo. La presencia de la muerte, una constante en muchos de sus episodios, se hace más acusada al final. No deseo revelar más de lo necesario pero sí puedo agradecer al guionista cierta voluntad de equilibrio. Por una parte nos sobrecoge con el repentino e inesperado asesinato de uno de los protagonistas, pero por otro lo compensa con la brillante salida del escenario de Yorick, escapista hasta el fin. No se lo pierdan, es muy recomendable.
Leer más...

viernes, 6 de marzo de 2009

LAS CRÓNICAS DE CONAN

Las crónicas de Conan de varios autores: Buscema, Thomas, Smith... edita Planeta deAgostini
THOMAS, BUSCEMA, SMITH Y OTROS
Planeta DeAgostini.
Barcelona, 2009

¡POR CROM!


Las continuas reediciones de las aventuras de Conan nos indican que el personaje goza de muy buena salud. Desde que fuera lanzado en los setenta, su presencia en las librerías ha sido constante, convirtiéndose en un icono familiar y carismático. Esta creación pulp del texano Robert E. Howard se trasladó a las viñetas gracias a la obsesión de Roy Thomas, a la sazón guionista en Marvel y enamorado de los héroes que poblaban las ondas y reinaban en las novelas populares de los años treinta; siniestros como La Sombra, luminosos como Doc Savage o salvajes como el épico guerrero cimmerio.


No lo tuvo fácil. A Martin Goodman, encargado por entonces de las finanzas en Marvel, le parecía demasiado cara la tarifa que los herederos de Howard exigían por los derechos de adaptación. Superado este primer obstáculo, Thomas se vio obligado a trabajar con un dibujante primerizo. Como por entonces Barry W. Smith cobraba el sueldo base de la editorial, así se compensaba ese primer gasto. Pero el inglés supo afrontar el reto y número a número su dibujo mejoró hasta realizar una verdadera obra maestra, que supuso también su despedida de la serie: Clavos rojos.

Fue entonces cuando Thomas pudo por fin llamar al artista con quien había soñado colaborar desde un principio. De hecho, le había enviado con anterioridad las novelas de Conan y aquel las había devorado, enamorándose del personaje. Su elevado caché le había impedido hacerse cargo del héroe, pero ahora, con la serie convertida en un éxito de público, por fin había llegado su oportunidad. Y supo aprovecharla.

Hablo del gran John Buscema, el macho alfa de los dibujantes americanos, en palabras de Kevin Nowlan. Buscema, un creador de sólidas raíces realistas, estaba harto de dibujar tipos en esquijama. Y había pasado por casi todos: Thor, Spiderman, los Vengadores, los Cuatro Fantásticos... Anhelaba una serie en la que pudiera centrarse en sus pasiones: hombres y animales. Y también algunas bellas mujeres y no pocos monstruos. Y dejar de lado todo aquello que odiaba representar: edificios, coches, fusiles y máquinas en general. Lo suyo era la materia animada y en Conan la había para dar y regalar.

Con él y unos cuantos entintadores filipinos a los que Big John siempre odió sin remilgos, la serie despegó hasta dividirse en varios caminos que se desparramaron por publicaciones de variada fortuna. Por un lado estaba el comic-book normal a color, Conan el bárbaro, al que pronto siguió una revista en blanco y negro, La espada salvaje de Conan, e incluso otros intentos como Conan Rey o las series dedicadas al rey Kull. Personalmente, me enganché definitivamente al personaje con algunas de aquellas historias más largas de la Espada Salvaje, que aquí aparecieron en Relatos salvajes, sin duda una de las publicaciones más estimulantes de los setenta.

Conan tenía (y aún conserva) muchos elementos que aseguraban su atractivo, no pocos derivados directamente de las ideas de Howard. Pero considero que no pueden menospreciarse las aportaciones de Thomas, que se inventó pasajes enteros para construir una cronología sólida del bárbaro, intentando mantenerse fiel al espíritu del original. Sin duda consiguió crear una figura arquetípica que permanecerá.
Leer más...

viernes, 27 de febrero de 2009

HISTORIA DEL UNIVERSO EN CÓMIC de L. GONICK

Historia del Universo en comic de Larry Gonick, edita Ediciones B
Ediciones B.
Barcelona, 2009

LA LOCA HISTORIA DEL MUNDO


No sé si con motivo del aniversario de Darwin o por otras razones, Ediciones B ha vuelto a publicar el clásico tratado de Larry Gonick, una obra curiosa, por más de una razón. Por un lado, por su editor original en los USA: Rip Off Press. Como muchos de ustedes saben, esa es la imprenta que Gilbert Shelton montó con unos colegas con la intención original de publicar carteles de conciertos rock. Pronto comprobaron que los tebeos underground vendían más. Primero los de Crumb y luego los del propio Shelton, cuyos Freak Brothers se convirtieron en un éxito sostenido y duradero.


Así que aquellos peludos metidos a impresores se lanzaron sobre el filón, arriesgándose con nuevos talentos que iban desde viejos conocidos de Shelton, como Stack o Jackson, a novatos como Gonick. Lo curioso con este último es que no encajaba en el habitual e irreverente esquema underground. De hecho su Historia acabó convertida en libro de texto en no pocos institutos. Pero como sus ventas fueron bien desde el principio, a los chicos de Rip Off les importó bien poco si sus credenciales eran lo bastante alternativas o no.

El trabajo de Gonick no escapa del todo al ambiente en que se comercializó. Por supuesto su labor es seria y está muy documentada y su historia, más allá del humor que emplea para engrasar las secuencias, es un trabajo académico impecable, un esfuerzo tremendo en el que se resumen miles de años de evolución y política. Pero además notamos de vez en cuando cómo pone el énfasis en el papel de la mujer o cómo argumenta a favor de las pautas cooperativas, frente a las estrategias competitivas. Notamos los aires de San Francisco suavizando determinados sucesos históricos, algo evidente hasta en el irónico párrafo con que nos recibe en su web: "Ayudo a la gente a tomar decisiones más sabias sobre su futuro. Tan sólo intento salvar al mundo."

Historia del Universo en comic de Larry Gonick, edita Ediciones B
Cachondeos aparte, esta es una gran recuperación. Si el guión es muy divertido y consigue aligerar los pasajes históricos más indigestos, el dibujo se mantiene a la altura del alto nivel literario. Es ágil y expresivo y no se ve limitado por las contenciones que invadieron los tebeos educativos (y de los otros) pasados los setenta. Este trabajo anterior a la corrección política ofrece una mirada muy desprejuiciada sobre el sexo, con el que realiza constantes bromas, y la violencia, cuya justificación es puesta en evidencia y cuya aparición se emplea en no pocos gags. También resultan curiosas algunas de las presentaciones de los capítulos, cuando el autor se disculpa por tratar asuntos como la pederastia en la antigua Grecia o los episodios de zoofilia de la mitología.

Gonick ha realizado otras obras de divulgación, que permanecen inéditas por aquí. Si son de la calidad de ésta, la verdad es que hay que reclamar ya su traducción. En pocos casos he visto resuelta de forma tan afortunada la vieja ecuación de rigor y amenidad, información y entretenimiento. Resumiendo: un volumen tan extenso como recomendable. No se lo pierdan.
Leer más...

jueves, 15 de enero de 2009

EL PRIMER FRIKI

Forrest Ackerman en la Ackermansion

El pasado 4 de diciembre de 2008 moría en Hollywood Forrest J. Ackerman, a quien los aficionados al comic y cine de fantasía pueden considerar como el primer friki

Se enamoró del género en su infancia y participó en la creación de los primeros fanzines, como The Time Traveller o Science Fiction Magazine. En 1939 acudió disfrazado con un traje del futuro a la primera Convención Mundial de Ciencia Ficción, creando una moda que aún perdura. Ese mismo año ayudó a Bradbury a lanzar el fanzine Futuria Fantasia.


No solo promovió la creación de clubs de escritores de ciencia ficción y de fans del género, también promocionó a las Hijas de Bilitis, por lo que fue nombrado “lesbiano de honor”. En 1953 recibió un Premio Hugo excepcional, al Fan nº 1. Destacó como coleccionista y su larga lista de objetos relacionados con las películas de horror y fantasía podía ser contemplada en su Ackermansion de Los Angeles. Inspiró o fue el agente de un gran número de autores, como Bradbury, Harryhausen, L. Ron Hubbard o Ed Wood. Como curiosidad, presumía de hablar esperanto con fluidez.

Por supuesto, su popularidad entre los fans facilitó su aparición en diferentes películas e incluso en vídeos, como el célebre Thriller de M. Jackson, donde realiza un cameo. Probó fortuna como escritor y su lista de seudónimos es tan larga como disparatada: Weaver Wright, Spencer Strong, Walter Chinwell, Allis Villette, Alus Kerlay, Laurajean Ermayne, Alden Lorraine, J. Forrester Eckman, Fisher Trentworth, SF Balboa, Hubert G. Wells, Jacues De Forest Erman, Jone Lee Heard, Sgt. Ack-Ack y Dr. Acula, entre otros.

Entre los aficionados al comic es conocido como creador de Vampirella, un sexy personaje de fantasía. En realidad, el parto fue bastante complejo y en él participaron varios padres. Primero James Warren, editor de revistas de terror que, tras ver Barbarella, la película de Roger Vadim, decidió que necesitaba algo en esa onda. El encargo recayó en Ackerman, con Frazetta en la parte gráfica. Por casualidad Trina Robbins participó en el asunto aportando lo que permanece como aspecto más innovador de esta heroína vampírica: su uniforme, imposiblemente pequeño.
Forrest Ackerman creador del personaje Vampirella
Frazetta transformó su rubia original en una morena y se asignó el dibujo de la primera historieta a Tom Sutton. Pero los guiones de Ackerman no acababan de convencer a Warren, que buscó el refuerzo de Archie Goodwin. Este rebajó la carga espacial que tenían las primeras historias y se centró más en el terror. Con la sustitución de Sutton por el español José González, la serie finalmente despegó. Este último es excesivamente dependiente de las fotografías y no es un extraordinario narrador, pero de alguna forma aporta un adecuado ambiente mórbido y su Vampirella es realmente atractiva y exótica.
Al final, es de lo que estamos hablando: a Ackerman nunca le interesó el arte con mayúsculas, sino más bien la serie B, los productos populares y crudos.Y a ellos dedicó la revista que para muchos fue una auténtica revelación, cuando llegó aquí su traducción en 1975: Famosos Monsters del Cine. El original apareció en 1958 y duró hasta 1983. En España no duró tanto, tan sólo dos años. Pero guardo esos números como preciadas posesiones. En primer lugar, porque contenían una única historieta a todo color, que en principio era de Corben. Luego se añadieron otros autores como Crandall o Wrightson, pero ninguno superó al impacto del primero. Nunca he vuelto a ver colores como los que empleaba Corben en aquella época. Impresionante. Pero luego la revista enganchaba, con aquella mezcla de cotilleo y crítica y con su despliegue gráfico, dedicado a películas olvidadas de las que apenas conocíamos nada más que una imagen. Conviene recordar que entonces Internet era un sueño y ni siquiera creo que existieran los vídeos. Así que las posibilidades de ver alguna de aquellas cintas eran más bien remotas. Pero Ackerman nos permitía soñar con ellas e imaginar su contenido. Luego hemos podido comprobar que muchas no eran para tanto, pero yo le agradezco cada uno de los minutos de fantasía que me regaló. Descansa en paz, tío Forry.
Leer más...