94 páginas. 24,90 euros
DESPEDIDA Y CIERRE
Giménez firma un extraño trabajo en el que se despide de dos de los personajes que marcaron sus inicios en el medio y que se sitúan en dos géneros muy diferentes: el western y la ciencia-ficción.
Si “Gringo” conecta a Giménez con el pasado, con el cómic español más tradicional y popular, “Dani Futuro” fue la serie que lo lanzó hacia un porvenir donde cada una de sus obras redefinía la evolución del medio. Recuerdo como si fuera ayer el momento en que leí aquel primer episodio lleno de ocurrencias narrativas y un color insolentemente pop, tanto como los grafismos de aquel joven Giménez que exhibía su talento desde las páginas de “Gaceta Junior”. Era 1970 y ahora, casi cincuenta años después, el autor decide ponerle punto y final a su serie.
Aunque ni en este caso ni en el de “Gringo” liquida a sus héroes así que quién sabe si en el futuro alguien se atreverá a redibujarlos. Es curioso que estos dos trabajos no estuvieran escritos por él, que más tarde se convertiría en el autor completo más importante de este país, con obras como “Paracuellos”, “Barrio”, “Sabor a menta”, “Hom” o “Primer amor”, auténticas obras maestras que todo aficionado debería conocer, estudiar y admirar.
Sin embargo, ya digo, “Gringo” fue escrito por Manuel Medina, a quien Giménez rinde homenaje en un sentido prólogo. Por supuesto, Víctor Mora fue el guionista de “Dani Futuro” y en su caso las palabras que le dirige ya no son solo de respeto, también de amistad y admiración.
Esa introducción resulta especialmente emotiva por la deuda afectiva e intelectual que el creador confiesa tener con Mora. También por detalles como la corrección que introduce en su última historia, respecto a lo que considera un desliz del original. Me refiero a la secuencia en la que el protagonista, tras un largo periodo de hibernación, intenta levantarse y cae desmayado. Es una viñeta apaisada en la que Giménez muestra diferentes posiciones del personaje, expresando lo que va de los titubeos iniciales hasta que se desploma.
En la versión de los setenta Dani corría hacia la izquierda (hacia afuera de la página ya que la viñeta era la primera de la plancha izquierda) y se desmayaba hacia el interior, a la derecha. Según apunta el autor ahora lo ha dibujado siguiendo la dirección “correcta”. Me llama la atención esa actitud crítica hacia su propio trabajo, esa voluntad de, medio siglo después, hacerlo “bien”. Debo añadir que no cambiaría nada del primer episodio. Me enloquecen sus saturadas planchas, sus decorativos motivos, sus diseños futuristas, por mucho que Giménez admita sus deudas con Mezieres… y hasta la viñeta del desmayo. Sí, como comprobamos en su revisión, hacia la derecha es más natural. Pero ese tirón del personaje que intenta correr, se ve detenido y casi atraído hacia la derecha donde se desploma sobre el primer plano de Iris ¡es irresistible!
Nostalgias aparte el álbum se lee muy bien. Sorprendentemente, mejor el episodio de “Gringo” que el de “Dani Futuro”. En este último intenta construir un relato áspero, como si se empeñara en agriar la dulzura de la serie original. Hay brutalidad, una violación, muy mal rollo y una proclama ecologista al final. Pero si el inicio espacial no carece de fuerza la conclusión africana es difícil de tragar. En cambio “Gringo”, que en el original era un western muy anodino, le permite levantar un episodio durísimo y este sí nos lo creemos. Tiene un algo de “Sin perdón”, un vaquero que no quiere líos y tan solo desea vivir en paz con su mujer e hijos. Primero Giménez introduce un apunte contra el racismo y luego se marca un final tremebundo, que incide en el existencialismo de que ha hecho gala en sus últimas obras. Si algo puede salir mal no duden de que irá a peor. Muy duro pero narrativamente impecable.
El maestro sigue de despedida, cada una de sus últimas entregas es una incógnita. A veces factura trabajos que no están a la altura de su talento o donde se nota el peso de los años. Pero el que tuvo retuvo y pasará mucho tiempo antes de que alguien consiga arrebatarle a Giménez su corona de rey del comic español.
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