viernes, 27 de noviembre de 2020

LA SOLEDAD DEL DIBUJANTE de ADRIAN TOMINE

La soledad del dibujante de Adrian Tomine comic Sapristi

Sapristi. Barcelona, 2020.
224 páginas, 21,90 euros.


EL CÓMIC QUE TODO DIBUJANTE DE COMICS DEBERÍA LEER
Tomine es uno de esos autores que consiguen que cada nuevo trabajo parezca mejor que el anterior. Es, sin duda, un creador de referencia al que no se le puede perder la pista.



Como siempre, emplea un dibujo directo y despojado de todo artificio. El álbum adopta la forma de un cuaderno de apuntes, con su fondo cuadriculado en azul suave y sus esquinas redondeadas. Como si el dibujante hubiera ido anotando desde los inicios de su carrera una serie de anécdotas relacionadas con el oficio y que agrupa para la ocasión. Esos relatos van de lo emotivo a lo ridículo, pasando por lo trascendental y, con mayor abundancia, lo cómico. Tomine ha construido un gran poema de amor a la profesión a la que ha dedicado su vida, sin despegarse de la realidad y fijando su atención en los aspectos más patéticos y las situaciones más bochornosas, que no son pocas. Como organizador y asistente a convenciones y actos sobre el cómic, testifico que todo lo que cuenta parece cierto y que la realidad resulta mucho más exagerada que el argumento más enloquecido que puedan imaginar. El volumen queda definido por esa primera cita de Clowes: “Esto es como ser el jugador de bádminton más famoso del mundo”. Tomine se esfuerza por alcanzar la gloria en una actividad minoritaria y que apenas despierta interés alguno, ni en el público ni en los medios. Ese desprestigio cultural propicia un constante flujo de situaciones frustrantes, como sesiones de firmas en las que el organizador debe llamar a los asistentes por teléfono para que acuda alguien, mesas redondas en las que hay más personas sobre la mesa que entre el público, etc. Con todo, se aprecia una cierta mejoría a lo largo del tiempo. El autor consigue ascender algo en su lento camino hacia la fama y la fortuna, aunque siempre con la sombra de Clowes o Gaiman persiguiéndole, autores más conocidos y con los que a veces le confunden. Lo que cuenta podía haber dado lugar a un relato deprimente, pero él adopta un tono desenfadado que rebaja las situaciones más embarazosas. El autor no se queja (no mucho) y asume su falta de prestigio con un saludable humor.

Página comic La soledad del dibujante de Adrian Tomine
Para el recuerdo quedan muchos pasajes inolvidables. Como las burlas que cosecha el joven Leer más...

viernes, 20 de noviembre de 2020

MUERTE DE UN PROFESOR LIBERTAD DE PRENSA Y HUMOR

Libertad de prensa y humor
La actualidad nos devuelve al año 2005, cuando Käre Bluitgen, una autora de libros infantiles, no conseguía encontrar un ilustrador para su obra “El Corán y la vida del profeta”. Casos como el de Theo Van Gogh, asesinado el año anterior en plena calle por un islamista, y otros similares habían provocado el miedo. Esto llevó al periódico Jyllands-Posten a publicar doce caricaturas de Mahoma, para comprobar si aún existía algo parecido a la libertad de prensa.


Semanas después la fiscalía, presionada por once embajadas, investigó a los dibujantes y no los consideró culpables de delito alguno. Así que un grupo de imanes daneses recorrió Oriente Próximo explicando “el dolor y el tormento” que todo aquello les había causado. Luego vino el boicot a los productos daneses en Oriente Próximo; en 2006 ardieron las embajadas de Dinamarca y Noruega en Siria, también la embajada danesa en Líbano; más de cien personas murieron en las manifestaciones que se produjeron; un ministro indio ofreció más de un millón de libras por la cabeza de uno de los caricaturistas; los casos de intento de atentado justificados por las caricaturas se multiplicaron; algunos periódicos europeos (pocos) decidieron publicar los dibujos, en solidaridad con sus colegas daneses. En 2010 un energúmeno intentó matar al dibujante danés Kurt Westergaard, de 74 años. La policía intervino a tiempo, como ya hizo en 2008 y en 2009, frustrando otros intentos de asesinato. Los dibujantes que participaron en el proyecto necesitan escolta, han tenido que cambiar de casa y en cualquier momento un desequilibrado puede acabar con sus vidas. En enero de 2015 Charlie Hebdo, el semanario satírico francés, sufrió un tiroteo a manos de dos terroristas islámicos. Doce personas murieron en el atentado: varios dibujantes, dos policías, un corrector... En septiembre de 2020 la revista volvía a publicar los dibujos que provocaron el ataque, con una portada que indicaba "Todo esto por esto". Era un día antes del inicio del juicio a 14 personas acusadas de ayudar a los dos atacantes islamistas de 2015. El 25 de septiembre se produjo otro ataque frente al antiguo local de Charlie Hebdo, con dos heridos de gravedad.

A principios de octubre, durante una clase de instrucción moral y cívica (el equivalente a nuestra “educación para la ciudadanía”), Samuel Paty, profesor de geografía e historia de 47 años y padre de un niño, mostró algunas de las caricaturas de Mahoma para hablar de la libertad de expresión. Invitó a quien no quisiera verlas a salir del aula. La escuela recibió quejas después Leer más...

viernes, 13 de noviembre de 2020

JOHNNY COMET de FRAZETTA Y BALDWIN

Johnny comet de Frank Frazzeta y Earl Baldwin comic clásico coches

Manuel Caldas Editor.
Portugal, 2020.
68 páginas, 29 euros.


UN MACARRA CON ESTILO
Manuel Caldas sigue restaurando clásicos y publicándolos en volúmenes imprescindibles. Al maravilloso Tarzán de Manning le sigue ahora este fenomenal Johnny Comet.


No es la primera vez que se rescata material de Frank Frazetta. El autor, conocido sobre todo por sus populares contribuciones en el campo de la ilustración de fantasía, se inició profesionalmente como dibujante de comics. Ayudó a Al Capp en su serie Lil Abner, dibujó algunas portadas e historietas en EC y, entre otros personajes, participó en White Indian y Thunda. Para prensa estuvo ocupado a principios de los cincuenta con una serie que aborda dos pasiones muy americanas: chicas guapas y coches tuneados. 

Viñeta Frazzeta JOHNNY COMET Earl Baldwin edita Manuel Caldas
Tom Wolfe
recreaba ese mundo en un clásico ensayo que aquí se tradujo como El coqueto aerodinámico rocanrol color caramelo de ron. Son dos obsesiones alrededor de la belleza. Por un lado vehículos de formas seductoras que pueden transportarnos a vertiginosa velocidad, que casi nos hacen volar. Y que directamente se llevaron fuera de este mundo a creadores atraídos por esa fugacidad, actores como James Dean o dibujantes como Alex Raymond, ambos fallecidos en accidentes de carretera. Ese vértigo que facilitan las máquinas tiene un equivalente en mujeres representadas de la forma más seductora posible. Bien a través de una cuidada estética fotográfica en el cine o con el dulce hiperrealismo que emplean los mejores ilustradores de “good girl art”, de Vargas a Elvgreen, pasando por Earl Moran, George Petty o John La Gatta. En comic uno de los grandes en este terreno es Frazetta. Curiosamente, al final de su recorrido en Johnny Comet fue ayudado por otro colega, como él muy interesado en mujeres imponentes: Wally Wood. Pero este último nunca tuvo las habilidades gráficas de su amigo, como él mismo reconoció en alguna ocasión. Es difícil igualar a Frazetta cuando representa el movimiento, la sensualidad, el vigor o la tensión de la figura humana.

El autor se empleó en muchas ocasiones como modelo para los héroes que salían en sus imágenes. En fotos suyas de joven percibimos de inmediato un cierto aire salvaje, indomable, el mismo componente primitivo que él supo transmitir con tanta firmeza en sus obras. Era un natural, no hay el artificio, la engorrosa sofisticación que aparece en tantos ilustradores de fantasía. En Frazetta todo es directo y
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viernes, 6 de noviembre de 2020

DESTELLOS DE WANG Y LAS BRUJAS DE BAGIEU

COMICS ¿PARA NIÑOS?

Aunque en general no les prestamos atención, en la sección de comic infantil pueden encontrarse verdaderas joyas. Allá van algunas sugerencias.



Hilda y el rey de la montaña de Luke Pearson

Luke Pearson
Hilda 
Bárbara Fiore. 2020
80 páginas. 18 €

Lo primero una vieja conocida, “Hilda” de Luke Pearson. Sigue en plena forma y recientemente se presentaba el volumen “Hilda y el rey de la montaña” que cerraba el ciclo iniciado con el anterior, “Hilda y el bosque de piedra”. Habíamos dejado a la protagonista convertida en un pétreo trol pero en la nueva entrega la madre acude al rescate y todo termina bien. 

La atrevida paginación, el fascinante color y la fantasía desbordante siguen siendo algunos de sus rasgos principales. Si a ello suman la excelente y cuidada edición entenderán que la considere una serie imprescindible. 







Las Brujas de Roald Dahl y Penelope Bagieu
Pénélope Bagieu.
Las brujas
Alfaguara. Barcelona, 2020. 
300 páginas, 26,95 euros.


Una autora que apenas necesita presentación es Pénélope Bagieu. Recientemente citaba su “California Dreamin’”, una novela gráfica sobre la cantante Mama Cass, y todos hemos disfrutado con sus biografías de mujeres interesantes, “Valerosas”, que ya han sido trasladadas al mundo de la animación en Francia.

En una clave más infantil ha dibujado una adaptación de Roald Dahl, “Las brujas”. Conociendo al autor de la obra original ya podrán suponer que el relato presenta algunos atrevimientos que muchos pedagogos desaconsejarían. La Bagieu parece sintonizar a la perfección con Dahl, con sus abuelas fumadoras, sus situaciones de terror absoluto y sus constantes transgresiones del orden establecido. Pueden leerle este álbum a sus hijos, pero también disfrutar con su lectura sin complejos y a solas. La narración es trepidante y entretenida y el final apropiadamente salvaje. Un gran divertimento.



Destellos de Jen Wang edita SapristiJen Wang.
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