viernes, 17 de marzo de 2023

YANN MEJOR GUIONISTA SERIES BÉLICAS COMIC

Yann mejor guionista comic bélico
DE GUERRA EN GUERRA

Yann puede presumir de ser el mejor guionista de series bélicas con aviones del mundo, seguido de cerca por Garth Ennis y pocos más.


Este todoterreno ha escrito historias para las más diversas series galas, de Spirou a Lucky Luke, pasando por Buck Danny o Thorgal. Pero siente una especial afinidad por el mundo de la aviación en tiempos de guerra, como prueban sus dos excelentes colaboraciones con Juillard. Mezek, de 2011, se ambienta en el periodo de formación del estado de Israel. Doble 7, de 2018, en la Guerra Civil española. Dos momentos históricos difíciles de abordar por motivos opuestos: el primero apenas se menciona y del segundo se ha hablado demasiado.

Mezek comic guerra bélico Yann Juillard
Yann & Juillard
MEZEK
Norma, España, 2012
64 páginas, 19,95 euros

Yann tiene la habilidad de crear personajes diferenciados e interesantes que conducen el relato, al tiempo que nos explican aspectos clave del momento histórico que les ha tocado vivir. La atención se centra en un grupo de desterrados, mercenarios, gente que procede de países diferentes y que acaban formando parte de escuadrones multiculturales. Eso favorece la aparición de conflictos, no solo con los enemigos naturales, también con algunos representantes del propio bando, celosos de esos pilotos extranjeros. Los héroes de Yann recuerdan al cínico Rick de Casablanca, el personaje interpretado por Bogart en el clásico de Curtiz. Allí como en estos álbumes, la mirada irónica y distante se abre a nuevas realidades, más complejas de lo imaginado. Yann no comete muchos de los errores habituales, no reduce todo a una guerra de buenos y malos. Hay muchos matices entre sus dirigentes judíos, también entre los componentes del bando republicano que entran en escena.

Doble 7 comic guerra civil Yann Juillard
Yann & Juillard
DOBLE 7
Norma, España, 2018
72 páginas, 19,95 euros

Yann aprovecha el contexto bélico para desarrollar con celeridad las relaciones sentimentales. En un entorno muy volátil, donde nadie sabe si al día siguiente estará vivo o muerto, todo es más rápido, también los afectos. Los autores crean algunas mujeres poderosas, algo muy natural en Israel ya que forman parte del ejército. También en España, donde habían ganado el derecho al voto y luchaban por aumentar su presencia en la vida pública. Una de las mejores escenas de Doble 7 está protagonizada por mujeres. Los héroes están de farra en Chicote y entran unos milicianos con varias monjas de las que pretenden abusar. Algunos de los aviadores se interponen aunque enfrentarse a los comunistas es peligroso. La secuencia termina con la llegada de un grupo de “mujeres libres” que ponen fin a la violencia y se llevan a las agradecidas monjitas. El pasaje demuestra lo bien que Yann salta de lo individual a lo colectivo. En el terreno privado sirve para iniciar la relación entre la intrépida soldado y el mercenario extranjero que ha demostrado su valor, defendiendo a unas muchachas inocentes. En el público, incide en un tema recurrente en el álbum y en la Guerra Civil, como fue el enfrentamiento entre diversas facciones rojas. Que termina con el aplastamiento de los anarquistas y el triunfo de la ortodoxia soviética. Algo que Seguí y Hernández-Cava ya abordaron en Las serpientes ciegas, de un modo quizás demasiado simbólico. Yann es mucho más directo y preciso en su exposición de los hechos.

Sumen a todo esto el siempre eficaz, limpio y despojado trabajo del maestro Juillard y ya pueden suponer que estos dos volúmenes son realmente imprescindibles. Mezek por abordar con rigor y a través de personajes que nunca son unidimensionales un momento especialmente delicado, con un pueblo luchando por sobrevivir tras el horror del holocausto. Doble 7 es posiblemente el mejor tebeo sobre la Guerra Civil que yo haya leído. Por no decir que el único bueno. Solo le puedo echar algo en cara y es el papel que le otorga a Hemingway. No es un aspecto relevante de la obra ni que afecte a la trama principal. Pero creo que da la medida de lo difícil que resulta evitar las mistificaciones cuando se trata de la Guerra Civil. Se presenta al americano como el héroe salvador que desafía a sus camaradas comunistas y ayuda a los protagonistas a escapar del paredón. En la realidad, ante un caso muy similar, mientras John Dos Passos se esforzaba por aclarar las circunstancias de la muerte de Robles, su traductor, Hemingway prefirió mirar hacia otro lado. El partido siempre antes que las personas.