144 páginas, 18 euros
UN TIPO DURO
Este comic es una adaptación de las novelas de Donald E. Westlake. Para quienes desconozcan el original literario puede servirles de referencia que el personaje ya ha saltado al cine en dos ocasiones. A quemarropa, con Lee Marvin, fue dirigida por Boorman en 1967. Más cercana es Payback, con Mel Gibson y dirigido por un Brian Helgeland especialmente inspirado. Tanto que conseguía que Gibson resultara muchísimo más duro que Marvin, lo cual no deja de ser una tarea casi imposible. En el recuerdo quedan escenas tan gozosas como la del interrogatorio al impresentable del piercing, una suerte de fantasía hecha realidad.
Hablamos de tipos muy duros dispuestos a enfrentarse a la mafia o a quien sea, envueltos siempre en asuntos turbios, de vida o muerte. Les rodean un montón de secundarios que, como es habitual en la mejor novela negra, nos permiten echar un vistazo a lo peor de nuestra sociedad. El encargado de la adaptación es Darwyn Cooke, un dibujante que viene del campo de la animación a quien hace tiempo sigo la pista. Creo que la última vez que lo cité aquí fue en relación con Superman Kriptonita, donde se hacía cargo del guión y dejaba los lápices a cargo de Tim Sale. La misma Stephanie Buscema, la nieta del gran John, nos comentó cuando estuvo por Palma que estaba haciendo una historieta con guión de Cooke.
Como casi todos los dibujantes de comics que han sido antes animadores, tiene un grafismo muy atractivo y poderoso. No es realista como nuestro Guarnido sino más cartoon, en la senda de Bruce Timm al que se parece bastante. Pero Cooke añade a essa simplificación estilizada algunos argumentos más sucios, que lo emparentan con el Mazzuchelli post Año I. Hablo de cierta despreocupación en el trazo y una voluntad gráfica que intenta esquivar los planteamientos más blandos. A mi me gustan los tebos de Cooke, cuando los hojeo. Me gustaron sus The New Frontier, su Spirit, su Felina... Hasta que me puse a leerlos.
El problema es que su narrativa no está tan afinada como su dibujo y a vecs no sitúa bien al lector, las caracterizaciones de los personajes fallan y nos distancia de lo narrado. Además, sus guiones tienden a embarullarse y perder interés. Quiero decir, Timm no sólo parece bonito, es que lo es y además cuenta bien. Y casi todas sus historietas son interesantes si no muy interesantes. Con Cooke uno reconoce su esfuerzo con el color, el impecable estilo de su dibujo y sus evidentes cualidades. Pero todavía no es un buen dibujante de historietas.
Aquí juega con la ventaja de una base literaria que, por momentos, consigue que nos olvidemos de sus debilidades. Su bitono es muy bonito y podemos disfrutarlo, pero su uso poco medido de los textos nos saca del relato. Luego volvemos a entrar cuando el héroe planta cara a la mafia, un clásico en estas historias y que a mi siempre me recuerda a las novelas de Ellroy. Allí los tipos más duros del universo se mean encima cuando, siempre sin pretenderlo, se enfrentan a la organización. Aquí Parker lo intenta y no desvelaré qué le ocurre. En fin, un tebeo irregular que nos deja esperando el próximo Cooke. A ver si esta vez, por fin, consigue acertar.