viernes, 26 de julio de 2019

RIP GUILLERMO MORDILLO MUERTE DE UN PAYASO

Foto Mordillo RIP 2019 Palma

A finales de junio moría en Palmanova el dibujante argentino Guillermo Mordillo. Pasó muchos veranos en Mallorca, disfrutando con la tranquilidad de la isla y practicando una de sus pasiones: el golf.


Todos sus lectores sabían de esa afición, que pobló una buena cantidad de sus gags. Él, sin embargo, lo comentaba casi excusándose, explicando que en Inglaterra era muy popular, sin esa consideración elitista que aquí le atribuimos. Esto coincidía con otro aspecto de su biografía: él era un autor de éxito, con residencia en París, Mallorca ¡y Mónaco! En este último caso con permiso concedido por su alteza serenísima el príncipe Rainiero en persona.

Respecto a la fama tenía una actitud ambivalente. Le gustaba mostrar sus fotos con Pelé y otros personajes populares y presumía de los dibujos que le habían dedicado otros colegas de profesión. Se quejaba cuando Sempé no le saludaba si se encontraban por las calles de París. Él habitó una cumbre donde cabían muy pocos. Por un lado eso era un motivo de orgullo pero por el otro parecía que debía demostrar cierta humildad, para no ofender a todos aquellos que no habían conseguido llegar, la mayoría.

El camino había sido largo desde su Buenos Aires natal. Como joven dibujante se había iniciado en las agencias de publicidad y en la ilustración de cuentos infantiles. Luego lo había dejado todo atrás para perseguir un sueño de la infancia, viajando a Estados Unidos para convertirse en animador. Pero tras una estancia en los estudios Fleischer descubrió que no estaba hecho para formar parte de una galera de esclavos. Así que dio el salto a Europa. Rastreó a sus antepasados en España y se plantó en París.

Mordillo El GaleónDesde allí inició su ascenso, lento pero seguro. Sus trabajos iniciales recuerdan a todos los ilustradores de la época. Ese estilo “tarjeta de felicitación” que encontramos en el joven Crumb, en La Pantera Rosa o en Flora. Poco a poco fue abriéndose camino en prensa y configurando unas maneras propias.


Luego llegó su primer gran éxito internacional: “El galeón”, una historia muda que ha sido reeditada recientemente. Allí nos contaba el nacimiento, vida y muerte de un barco pirata y su estrafalaria tripulación. La reedición de 2013 sustituía los salvajes colores pop de la acuarela original por unas gamas más moderadas y casi tristes, mezcla de acrílico y pastel.

Esa fue una de las ocupaciones del autor en sus últimos años: reinterpretar con otras técnicas obras realizadas con anterioridad en acuarela o anilinas. En aquella primera etapa de su carrera encontramos algunos chistes subidos de tono. No podemos olvidar que trabajaba para Francia. Después se olvidó de esas picardías, adoptando un enfoque más familiar, con chistes sin aristas ni complicación alguna. En un determinado momento se convirtió en un producto “trans-media”, que se diría ahora. Sus chistes se transformaron en posters, puzzles, camisetas, carpetas y lo que se les ocurra.

Mordillo Humor descanse en paz
Para aumentar aun más su popularidad a una compañía alemana se le ocurrió realizar una serie de animaciones inspiradas en sus mundos. En los últimos años sus personajitos blancos habían colonizado el mundo, asegurándole fama y fortuna. Si ese éxito era el fruto merecido de un trabajo duro, exigente e incesante, la segunda acusación que perseguía a Mordillo tenía que ver con su tono.

Heredero indudable y confeso del cine cómico mudo, había una ternura inherente a cada uno de sus gags. Nos identificamos con sus héroes, tipos condenados al fracaso pero con una capacidad infinita para intentarlo una y otra vez, sin rendirse nunca. Mordillo buscaba un público internacional y sin limitación de edad. Y en muchos casos sus gags conseguían la magia de arrancar una sonrisa a nietos y abuelos. Yo creo que había que estar cubierto por una capa muy espesa de cinismo y amargura (otros lo llamarían realismo) para no disfrutar con su obra.
Con sus colores, sus construcciones, sus ideas y su humor. ¿Que era sentimental y empalagoso, demasiado blandito, poco crítico? Probablemente. Sus mundos eran lo opuesto a lo que se espera hoy de un dibujante de humor, todo crítica y mala baba. Eso no quiere decir que la ironía no estuviera presente en sus dibujos. Hacia la polución, las relaciones, humanas, los desastres ecológicos, nuestro trato a los animales… Mordillo no evitaba pronunciarse sobre casi nada. Pero siempre lo hacía desde una posición luminosa y amable. Su blandura era solo aparente, una máscara que lo alejaba de la melancolía y la desesperación. Sabía muy bien cual era su ineludible deber profesional ¡Haz reír, payaso!

Trajo felicidad al mundo y yo se lo agradezco. Mucho.


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viernes, 19 de julio de 2019

LO QUE MÁS ME GUSTA SON LOS MONSTRUOS DE EMIL FERRIS

Lo que más me gusta son los monstruos de Emil Ferris novela grafica bic
Reservoir Books, Barcelona, 2019.
416 páginas, 33,15 euros

PESADILLAS INDIES
Cada cierto tiempo los más exquisitos críticos se ponen de acuerdo para recomendar lo que califican como “mejor cómic del año”. En esta ocasión tal honor ha recaído sobre la primera novela gráfica de Emil Ferris.


Su promoción ha contado con el apoyo de dos estrellonas “indies”, Spiegelman y Ware. Además, Ferris es de origen latino (tiene abuelos españoles) y es una mujer de más de cincuenta años que ha debutado en el medio con este extraño trabajo dibujado con boli Bic. Hay quien parece valorar mucho estos elementos.
Otros contenidos que encontramos en la obra le aportan (parece ser) un irresistible interés: protagonistas gays y marginados, denuncias al racismo, citas cultas a pintores, reivindicaciones raciales y feministas, denuncia del fascismo de Hitler y sus compinches, fogonazos sexuales y una atractiva sordidez que incluye fulanas y pederastia.

Como guinda del pastel se añade un héroe lleno de color, el hermano de la heroína, un hispano con tantas novias como tatuajes y una barbita total. Por supuesto deben sumar a todo ello la inusual puesta en escena y sus llamativos grafismos, que han llevado a algunos a comentar que la autora libera a la novela gráfica de sus limitaciones comerciales y corsés visuales.

Lo que más me gusta son los monstruos de Emil Ferris novela grafica bic
En realidad, lo único que hace Ferris es acumular una ilustración chula (recuerden ¡con su Bic!) tras otra, olvidando toda preocupación narrativa. También es muy libre con los textos, que se agrupan en líneas de desigual tamaño llegando a inclinarse en una dirección y otra.

En este artefacto la visualización, aparentemente muy importante, apenas cuenta. Grandes conjuntos de líneas se acumulan para desesperación del más paciente lector. Más que nada porque se supone que engordan una densidad dramática más pretendida que real. Todo es tan rompedor y guay, que apenas nos queda tiempo para preocuparnos por unos personajes increíbles y sin desarrollo.

La protagonista, una alter ego de la autora y con la que imagino que se identifican los seguidores de este libro, es una niña rara a la que le gustan las pelis de monstruos. Ella se ve a sí misma como una regordeta mujer-lobo. Eso (¡Oh, qué sorpresa!) es una metáfora de la alienación. El componente simbólico pasa a un primer plano desde la viñeta inicial y ya no nos despegamos de él en ningún momento. Solo se va hinchando como un globo recalentado. La queja pasa del dominio familiar al grupal y universal. La pobre niña sufre mucho y se rodea de perdedores y frikis como ella.

Marginados por su situación económica, su condición sexual, su origen racial o por su extrema sensibilidad. Para enlazar el constante juego de presentación de personajes y situaciones llamativas se recurre a un truco de guión cuya artificiosidad se enuncia desde su presentación. Hay un asesinato y la niña investiga el crimen. Pero en realidad todo da igual, la cuestión es ahondar en una suerte de realidad alternativa “indie” de la que la normalidad ha sido expulsada. Los monstruos se convierten en figuras protectoras en este cosmos anómalo, son los santos que nos protegen de la muerte y la soledad.

Si no se han sentido colmados con las últimas películas de Jarmusch, Almodovar o Coixet creo que harían bien leyendo esta novela gráfica. Por mi parte, corro a devolverla a la biblioteca, para que otros puedan disfrutar con esto. Digo “esto” porque no me atrevo a llamar cómic a este tostón insufrible, sin duda otra buena razón para cargarlo de premios. Si no se parece a un cómic convencional, seguro que es bueno. O no.


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viernes, 12 de julio de 2019

RUSS MANNING "STAR WARS"

Star Wars las tiras de prensa clásicas de Russ Manning Planeta ComicPlaneta Comic, Barcelona, 2019.
272 páginas, 50 euros

EL ÚLTIMO CLÁSICO
Una de las sorpresas más agradables del año. Este primer volumen agrupa las tiras de prensa que Russ Manning dibujó sobre “Star Wars”.


Ya se anuncia su continuación: otros dos tomos donde se recopilarán las aportaciones de Goodwin y Williamson a la serie. El primer libro es una maravilla, una de esas lecturas que se empiezan y no se pueden soltar.

Manning no es un desconocido entre nosotros. Todos recordamos su “Korak” para Dell-Gold Key y, por supuesto, su “Tarzán” que ahora Manuel Caldas está reeditando. Quienes lo leímos en su momento no hemos podido sacárnoslo de la cabeza. Manning estuvo más de una década en la serie y tan solo “Star Wars” consiguió alejarle de los mundos de Burroughs.

Al principio pensó en compatibilizar ambos trabajos, con un equipo de ayudantes, pero pronto se vió obligado a reconocer que era imposible. Aunque los universos galácticos y las selvas africanas parezcan opuestos, incompatibles, conviene recordar que Manning se inició en los tebeos con otra popular serie de ciencia-ficción, “Magnus, robot hunter”, así que no era un novato en la fantasía cósmica.


Su participación en “Star Wars” fue tan breve como modélica. Prácticamente ya he resumido toda su carrera, murió joven a causa de una cruel enfermedad así que estas tiras fueron su último empeño. En España se publicaron parcialmente en periódicos en los ochenta, pero no se habían reagrupado y editado con el mimo que apreciamos en el actual volumen. Se han distribuido con inteligencia los sundays (las planchas dominicales) y los dailies (las tiras diarias), juntando las páginas a color cuando constituían aventuras completas y separadas de lo que aparecía a diario, o integrándolas entre las tiras en B/N, cuando las andanzas semanales se integraban en la plancha dominical. Para redondear un libro maravilloso, se incluye un ensayo sobre la aparición de “Star Wars” en prensa y una semblanza de Manning.

Star Wars las tiras de prensa clásicas de Russ Manning Planeta Comic
Poco tengo que contarles a sus seguidores en “Tarzán”. Todo tiene ese sabor aventurero, fácil, con héroes peleando con villanos en mundos exóticos y enfrentándose a peligros sin fin. Los primeros episodios quizás recuerdan más al Flash Gordon de Dan Barry, con su aire ligero y sus inevitables dosis de humor.

Pero luego Manning impone su presencia y, aunque abandona los guiones, de alguna forma nos devuelve a los maravillosos ambientes que ya transitamos en su “Tarzán”. Grandes escenarios, atractivos monstruos y unos personajes (Luke Skywalker, Han Solo, la princesa Leia…) que se apropia y a los que emplea con maestría. No es necesario añadir que los seguidores de la saga cinematográfica sin duda disfrutarán más con algunas de estas aventuras de papel que con algunas de las nuevas entregas fílmicas.

Manning trabaja con elementos sencillos, tinta y papel, pero consigue resultados más elegantes y entretenidos. Su empleo de unos contrastes tan extremos como efectivos sigue subyugándonos, su dibujo es simple pero eficaz, con unos contrapicados que sobre todo llaman nuestra atención en los diálogos. Estas tiras son un trabajo mayor. Al final Manning no pudo más y fue sustituido por Alcalá, con unos resultados que es mejor olvidar. En la transición contó con la ayuda de autores tan conocidos como Dave Stevens, cuya presencia se percibe en algunas viñetas protagonizadas por la princesa Leia. No defraudará a los seguidores de la saga y a cualquier lector que sepa apreciar el buen hacer de un gran narrador. Sin tonterías, sin artificios, todo fluye con envidiable facilidad en el trabajo de Manning, el último clásico.

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viernes, 5 de julio de 2019

HOY ÚLTIMO DÍA DE ULLI LUST

Novela gráfica Ulli Lust Hoy es el último día del resto de tu vida
La Cúpula, Barcelona, 2011.
464 páginas, 30 euros


VACACIONES EN ITALIA
Recientemente comentaba el último trabajo de Ulli Lust, “Cómo traté de ser una buena persona”. No deberían de perderse su entrega anterior “Hoy es el último día del resto de tu vida”, donde narra sus desventuras adolescentes.


El tono de confesión personal que encontramos en su segunda obra se mantiene pero aquí todo es más desgarrador al tratarse de una adolescente, casi una niña. Lust nos cuenta su viaje de iniciación a Italia con apenas diecisiete años.

Ella era una punki, una rebelde enfrentada a sus provincianos padres, que se larga sin dinero ni pasaporte a un sur idealizado, acompañada de una amiga aun más descerebrada que ella. El dibujo no está tan maduro como en su última obra pero ya es bueno y muy expresivo.

 Abundan las emergencias poéticas, momentos del relato que Lust subraya con grafismos atrevidos e innovadores. Pero sobre todo lo que resulta subyugante vuelve a ser la historia, la fuerza arrolladora del relato. Ya suponemos que a las dos amigas les van a pasar mil putadas en su periplo italiano. Lo que fascina es cómo lo cuenta, como lo interioriza y luego nos lo transmite. Sentimos esas mil miradas de los machitos italianos poco acostumbrados a ver mujeres vestidas de forma llamativa. Las abordan una y otra vez, con poca delicadeza.

Novela gráfica Ulli Lust Hoy es el último día del resto de tu vida
Mientras nuestra heroína vive junto a otros punkis y colegas que van encontrando por las calles todo va bien. La cosa se complica y mucho cuando se desplazan al sur y más cuando ella se queda sola. A las miradas les suceden las agresiones directas, con situaciones tan complicadas como que ella decide “hacerse novia” del chaval que la ha violado porque la alternativa, vagar sola por las calles, es aun peor. Lust no se recrea en sus penurias, su mirada es la de una superviviente que hace lo necesario para ir tirando. Incluso encuentra espacio para el humor, aunque la mayoría de las cosas que le pasan son espantosas.

Al final interviene la mafia con lo que el asunto acaba siendo casi de vida o muerte. En la actualidad esta novela gráfica está prácticamente descatalogada. Pero si este verano se la encuentran en algún mercadillo no lo duden y háganse con ella. Es imprescindible.


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