56 páginas, 12,95 euros
TODOS MUEREN
Aunque en su momento ya comenté la salida del primer tomo de esta colección, su calidad es tal que me siento obligado a recomendar esta segunda entrega.
Seguimos en el mismo territorio, geográfico y moral. El viejo oeste, a la manera de la antigua Yugoslavia. Del guionista, Darko Macan, ya sabíamos que no es precisamente la alegría de la huerta. Tanto él como su dibujante, Igor Kordey, pasaron por la experiencia de la guerra balcánica y se entiende que algo así te deja bastante tocado.
Sus argumentos se inclinan hacia el pesimismo y una visión muy cruel de las relaciones humanas. Vivimos en un mundo sin esperanza donde impera la ley del más fuerte. A pesar de todo, cabe oponerse al triste destino y en ocasiones el azar juega a nuestro favor.
Este era un poco el planteamiento de arranque de la serie. Por supuesto que nombrar como representante de la ley a un negro en aquel salvaje oeste suponía aumentar claramente sus posibilidades de recibir un tiro. Pero si es tan duro como este Marshall Bass quizás sobreviva mientras los álbumes se sigan vendiendo.
Así que aquí, como en el primer capítulo, el argumento describe el peor escenario posible y el héroe va de una situación tremebunda a la siguiente, salvando el pellejo casi de milagro. El planteamiento inicial es tan simple como efectivo. Esta es la historia de una familia de psicópatas en el oeste. Lógicamente se topan con la ley y el álbum nos cuenta todas sus vicisitudes hasta el horrible final. Sin remordimientos, sentimientos ni emoción alguna que parezca lejanamente humana. Como todos los sucesos se encadenan con habilidad, el guión no nos da tiempo a reflexionar mucho sobre lo que pasa, tan solo nos conduce de una página a la siguiente hasta que casi sin darnos cuenta llegamos al final.
Obviamente, el mayor responsable del magnetismo de este trabajo no es Macan. Su labor es respetable y hasta correcta, pero es que Igor Kordey, el dibujante, está que se sale. Considero que ahora mismo es uno de los creadores más poderosos del panorama mundial. Vean si no sus vistas generales (¡Esa increíble doble página con la calle mayor del pueblo!), cómo dibuja a los personajes en planos enteros, las sombras y los rebotes de luz que incluye en las caras, la sensación de volumen de personas y objetos… Es justo añadir que cuentan con un excelente colorista, Vitkovic. Pocos comics como éste transmiten tan bien la intensidad solar, todo parece bañado por una fuerte luz que aumenta el contraste de las sombras y endurece las formas.
Kordey además es un narrador que no se conforma con cualquier solución. Juega con la planificación y ajusta la estructura de viñetas siempre a lo que está contando. El resultado es redondo y abrumador, su trabajo admirable, cada vez mejor. Llevo muchos años siguiéndolo y sorprendiéndome de sus logros. También me llama la atención que muchas de sus obras permanezcan inéditas, incluyendo un Star Trek y su Tarzán y Carson de Venus. Confío en poder verlo traducido algún día. Mientras, seguiremos disfrutando con la crudeza y fuerza de su héroe afroamericano. Yo ya espero por el siguiente.