VIEJOS MAESTROS
A punto de cumplir los noventa, Jodorowsky demuestra que sigue en plena forma. Con el dibujante Jérémy presenta su última saga, una delirante aventura histórica protagonizada por un hijo de Luis XVI.
Como con el guionista chileno nada es sencillo, el héroe es un hermafrodita que milita en una secta, esos “Caballeros de Heliópolis” que dan título a la obra. El relato trenza con habilidad la pura acción, los misterios que acechan en las sombras y esa visión cruel de una realidad en la que amor, deseo y muerte juegan una eterna partida no apta para timoratos.
Los héroes de Jodorowsky siempre se enfrentan a lo peor y habitualmente consiguen salir victoriosos, aunque diferentes. Esa metafísica de la transformación es la clave principal para enfrentarse a sus textos, un largo camino que asegura los desafíos y los consiguientes cambios. Para los protagonistas pero también para los lectores. Aquí no cuenta con alguno de los gigantes con los que colaboró en el pasado, como Moebius, cuyo Incal se reedita de manera ritual. O Bess, de quien recientemente se publicaba el Integral de Juan Solo, su aventura mexicana. Aquí Jérémy cumple con creces. El color es un tanto saturado y oscuro pero la narrativa es eficaz y el tomo se lee sin problemas. Impresionante la secuencia en que Marat le arranca el corazón a quien considera sucesor del rey pero que no es más que un pobre bastardo sin cerebro.
Otro veterano que pervive en nuestras librerías es Van Hamme. Cumple ochenta el año que viene y se dedica solo a Largo Winch. Pero podemos disfrutar con algunas reediciones, como la de los Maestros Cerveceros que acaba de publicar Dolmen.
Agrupa en un único volumen con un formato digno todos los álbumes de una gran saga. A ver si así nos olvidamos de la deprimente y diminuta edición anterior.
De paso mencionar que la actual política de reediciones de Dolmen está llenando las estanterías de productos interesantes: ojo al Pumby que acaban de sacar, a su Flash Gordon, Phantom o al Príncipe Valiente.
Berardi cumple setenta en 2019. Y su Ken Parker sigue en marcha. Ya lo he dicho con anterioridad y lo repito: esta reedición es una gran noticia.
Hay un abismo entre las historias que dibuja Milazzo y las que caen en manos de otros artistas. Pero da igual, los guiones son para no perdérselos. Confiemos en que se complete la edición con todos los episodios de la serie.
Puestos a citar reediciones, no debe olvidarse el último trabajo de Jijé en Tanguy y Laverdure. Hay una parte que no dibuja él, qué se le va a hacer. Ha sido una tremenda alegría asistir a la recuperación de este grandísimo autor para el mercado español.
Muerto en 1980, han tenido que pasar más de treinta años para que a alguien se le ocurriera publicar su obra. Pero finalmente ha ocurrido y con ediciones de gran calidad. Así que ¡albricias!