DELIRIOS INDIS
Constantemente llegan a las librerías tebeos que intentan saltarse todas las normas preestablecidas, obras arriesgadas donde ya sabemos que nada de lo que nos espera es lo habitual y en las que la transgresión se convierte en la única regla a seguir.
Recientemente leía dos: una editada por La Cúpula, que no casualmente recuerda y mucho al trabajo de Daniel Clowes; y otra a cargo de Autsaider, que lucha denodadamente por alcanzar el primer puesto en el ranking de editoriales rompedoras y modernas. Aunque la pelea es dura. A nadie le interesa hoy en día publicar comics normalitos. Los que molan son esos engendros con dibujitos cutres que con un poco de suerte consiguen que aparezcas en algún programa cultural de la tele. En fin, ya saben que en general no soy un fan de los tebeos para universitarios. Pero no todos los experimentos son sonoros fracasos. Algunos son curiosos y otros hasta interesantes. Como en los casos que nos ocupan.
El método Gemini de Magius
Autsaider Comics, 2018.
216 páginas, 21 euros.
Comienzo por Autsaider, que lanza una historia de gangsters con un aire irreprimiblemente ochentero. Y no hablo de la ambientación de la historia, en ese Nueva York que parece sacado de una peli de Brian de Palma. Me refiero al grafismo, con todo el descaro de ciertos dibujantes underground y algunos formalismos que no desencajarían en cualquier publicación de la movida. No me extraña que Martí, el de Taxista, lo haya recomendado.
En El método Gemini lo mejor y lo peor es el dibujo. Me gusta su paleta reducida y la brutalidad de sus protagonistas, me gustan las limitaciones del dibujante y cómo se sobrepone a ellas. El problema es que no lo consigue del todo. El listón estaba muy alto. Desde obras maestras como Uno de los nuestros a series excelentes como Los Soprano, el género de mafiosos ha sido muy abordado, desde todas sus posibles aristas sociales, psicológicas o morales. Así que cualquiera que vuelva al tema sabe que debe medirse con auténticos colosos. No nos olvidaremos fácilmente de Tony Soprano o de los miserables interpretados por Joe Pesci.
Magius relata una historia de escalada social, dentro del violento contexto mafioso. Y lo hace con garra y abundante humor negro. Aplaudo su voluntad realista y el trepidante ritmo que imprime a su relato. Pero comete dos errores graves. El primero son los juegos con la estructura narrativa. Una narración lineal debía parecerle sosa así que abundan los saltos espacio-temporales, para desesperación del lector. Ese es un recurso que bien empleado puede ser muy satisfactorio. Pero aquí se une al segundo problema: cuesta diferenciar a los protagonistas. El dibujo tiene, ya lo he dicho, una torpeza simpática. Pero le traiciona en cuanto a afianzar la continuidad de los personajes. En muchos casos no sabemos quién es quién y eso, lógicamente, no ayuda a que nos interesemos por lo que pasa. Buen intento, con momentos muy peculiares como esa estrambótica reivindicación del origen español de la mafia. Como siempre con Autsaider, la edición es perfecta.
Unreal City de D. J. Bryant
La Cúpula, 2018.
106 páginas, 26,50 euros.
Lo mismo en el caso de La Cúpula. Cuidada presentación para un trabajo sofisticado y muy personal. En la onda del David Lynch más rarito (más cercano a Cabeza borradora que al Hombre elefante, para entendernos) se nos cuentan episodios al borde del delirio onírico, con una inventiva visual muy curiosa y unas chicas muy guapas y sexys y dibujadas con esmero.
Las citas a Clowes son constantes aunque es justo reconocer que el autor va más allá del homenaje y encuentra su propio estilo, elegante y preciso. En Unreal City todo es muy experimental y transgresor, con relaciones profundamente problemáticas, viajes en el tiempo y argumentos circulares pero reconozco que el envoltorio es espectacular y los acabados delicados y muy atractivos. Hipnótico. Tampoco redondo ni especialmente innovador, pero aquí hay un talento digno de ser tenido en cuenta.
Denle una oportunidad.
A los dos.