sábado, 9 de octubre de 2010

Batman confidencial: La tumba del rey Tut

PEQUEÑO GRAN GARCÍA LÓPEZ

DeFilippis, Weir, García López y Nowlan
Planeta DeAgostini. Barcelona, 2010.
130 páginas, 10,95 euros

En 1993 tuvimos la fortuna de contar en el Salón Internacional del Comic de Gijón con José Luis García López. Este dibujante de origen español emigró de niño a la Argentina, donde inició su carrera profesional. A mediados de los setenta se instaló en los USA, donde muy pronto empezó a colaborar en exclusiva para la editorial DC. Debido a que su ritmo de trabajo no se ajusta a los exigentes estándares norteamericanos, se decantó por las miniseries, los encargos especiales y los dibujos de promoción. García López ha sido uno de los pocos dibujantes encargados de fijar la imagen de los superhéroes de la DC, de cara a su inclusión en productos comerciales, de las fiambreras a las mochilas, pasando por cromos, carpetas, chicles o lo que se les ocurra.

De aquella primera estancia en Gijón yo recordaba su aspecto frágil, que contrastaba de manera divertida con la fortaleza que emana de cualquiera de sus figuras. Iba asociado a una aparente timidez y a una gran amabilidad, que se hacía evidente en el trato que dispensaba a su mujer, de la que estaba siempre pendiente. Todos quedamos prendados de su dulzura y humildad y sentimos mucho que diversas circunstancias familiares le impidieran repetir su viaje a España. Por eso fue especialmente placentero tener ocasión de saludarlo de nuevo, el pasado año en Nueva York. Estaba tal cual lo recordaba, como si el tiempo no hubiera transcurrido para él. Y lo mismo ocurría con su trabajo.

Aunque como ya he explicado dedica casi todos sus esfuerzos a tareas de promoción de la compañía, de vez en cuando nos sorprende con alguna historieta. ¡Y son siempre brillantes! García López mejora con los años y sus virtudes gráficas consiguen dejarnos boquiabiertos. Se ha dicho que es un dibujante de dibujantes, que su arte sólo gusta a sus colegas y sin embargo no convence al público. No encuentro una razón que justifique esto, porque lo cierto es que ahora mismo son ya muy pocos los autores realistas que alcanzan su calidad. Domina la figura humana, dibuja tan bien a hombres como mujeres, no hay encuadre que se le resista, sus personajes actúan con gran expresividad y es un narrador excelente, con una puesta en escena siempre espectacular. Como ya he dicho, sus patronos sólo pueden ponerle una pega, su lentitud.

En este caso lo han emparejado con otro creador exigente y característico, Kevin Nowlan, que tampoco se distingue por su rapidez. Ya habían coincidido en aquella extraña aventura que amalgamaba héroes de Marvel y DC, donde demostraban que formaban un buen matrimonio. Aquí la magia vuelve a producirse y sus tintas enaltecen los lápices de García López con una delicadeza no exenta de vigor. Pero, como nos explicaba el propio José Luis, “si yo soy lerdo, Kevin es re-lerdo”. Lo que quería decir era que Nowlan iba tan despacio que García López tuvo que entintarse en una parte. Cuando vio lo que el entintador ya había hecho, se sintió incapaz de alcanzar sus cuidadosos acabados y, de hecho, su fragmento resulta más “torpe” en comparación.

Dicho lo cual sólo cabe alegrarse por la aparición de este tebeo, una aventura más de Batman, con un guión entretenido y un increíble trabajo de García López, secundado por el siempre especial Kevin Nowlan. Para rematar la faena, los editores españoles han tenido la feliz idea de incluir trabajos anteriores del español, entre los que sobresale ese soberbio episodio ambientado en la guerra civil americana. No se lo pueden perder.