DOS VECES LEO
Si recientemente celebraba el regreso de Leo como guionista en “Última frontera”, ahora se nos ofrece una doble ración de su trabajo, otra vez como guionista pero también como autor completo.
Neptuno
ECC, España, 2023
128 páginas, 19,95 euros
Por un lado vuelve a los mundos de “Aldebarán” con una nueva saga protagonizada por Kim, su heroína intergaláctica. Ella comparte con un reducido número de terrícolas el privilegio de haber tomado las píldoras destiladas por la Mantriz, una extraña criatura alienígena.
Esas pastillas les permiten prolongar sus vidas mucho más allá de los plazos habituales, además de otorgarles poderes sobrehumanos. Como en anteriores entregas, Leo se centra en los personajes y también en una situación sobre la que vuelve de manera obsesiva. ¿Cómo será ese primer encuentro entre los terrestres y seres de otros planetas? Aquí la aventura comienza cunado una nave de origen incierto llega a la Tierra con varios humanos en su interior, todos muertos. Eso pone a los gobiernos sobre la pista de otro buque estelar que se dirige hacia nosotros, un paquebote con forma de jeringuilla gigante. Se decide que un equipo, en el que se incluye a Kim y sus amigos, vaya al encuentro de esa arca de Noé espacial. Por supuesto, las sorpresas no se hacen esperar. Leo mantiene las peculiaridades que le caracterizan, sobre todo en cuanto al retrato de unos personajes femeninos siempre fuertes. Pero el tono del relato recuerda a las aventuras de la familia Robinson que dibujara Dan Spiegle. Ya saben, los que estaban “Perdidos en el espacio”, editados por Western y que aquí publicó Laida. Se parte de una situación siempre interesante. Los héroes abren la puerta de una nave desconocida y en su interior puede aguardar una raza extraterrestre, robots asesinos, humanos perdidos por la galaxia... o una combinación de todo ello.
En “Europa”, Leo une sus fuerzas a Rodolphe para colaborar como guionistas para Janjetov. Ya habían firmado juntos “Centaurus”, otra maravillosa saga. Y aquí vuelven a demostrar su extraordinaria calidad. Se nos presenta a una nueva heroína, una chica casi autista en sus relaciones con los demás pero increíblemente capaz. Leo la sitúa en el centro de una trepidante aventura espacial que, como en casi toda su obra, juega con la magia de ese primer encuentro entre distintas entidades. ¿Será pacífico o un choque de civilizaciones? No lo sabemos y el guión todavía no lo aclara. Nos deja a las puertas de una cita que viene envuelta en misterio y la sugerencia de un peligro que nunca llega a ser del todo evidente. Nos quedamos con ganas de más. Como valor añadido mencionar que las colaboraciones con Janjetov al menos se editan en un formato decente, no en el mini que emplean para la saga de Aldebarán y otras series de Leo, impidiéndonos disfrutar con su dibujo.
En “Europa”, Leo une sus fuerzas a Rodolphe para colaborar como guionistas para Janjetov. Ya habían firmado juntos “Centaurus”, otra maravillosa saga. Y aquí vuelven a demostrar su extraordinaria calidad. Se nos presenta a una nueva heroína, una chica casi autista en sus relaciones con los demás pero increíblemente capaz. Leo la sitúa en el centro de una trepidante aventura espacial que, como en casi toda su obra, juega con la magia de ese primer encuentro entre distintas entidades. ¿Será pacífico o un choque de civilizaciones? No lo sabemos y el guión todavía no lo aclara. Nos deja a las puertas de una cita que viene envuelta en misterio y la sugerencia de un peligro que nunca llega a ser del todo evidente. Nos quedamos con ganas de más. Como valor añadido mencionar que las colaboraciones con Janjetov al menos se editan en un formato decente, no en el mini que emplean para la saga de Aldebarán y otras series de Leo, impidiéndonos disfrutar con su dibujo.
Leo ronda los ochenta, nació un año después que Crumb, y su obra tardó mucho en traducirse por aquí. Afortunadamente en los últimos años nos hemos puesto al día. Ha ocurrido lo mismo con otras sonadas recuperaciones, como el Buzz Sawyer de Roy Crane o Ken Parker, cuyas aventuras ya pensábamos que nunca veríamos completas. En casos como el de Mitton nos quedamos a medias. Su último Quetzalcoatl nunca llegó a editarse y aunque Yermo publicó una buena parte de sus numerosos álbumes, otros como su Mesalina no han visto la luz en español. Venga, ¡a ver si alguien se anima!