Norma. Barcelona, 2021.
256 páginas, 39,95 euros.
MUJER NEGRA SOLTERA BUSCA TIRAS PERDIDAS
Se recupera una tira mítica que Longaron dibujó para varios periódicos americanos, allá por los setenta. Friday Foster era una protagonista adelantada a su época, mujer y negra. Y pagó un precio por ello.
La tira no fue el éxito que Longaron soñaba y al cabo de pocos años la abandonó, cansado de que sus esfuerzos no se vieran adecuadamente recompensados. En algunas zonas de los Estados Unidos funcionó muy bien, en otras directamente se negaron a publicarla. Hoy en día las tiras que llegan a las casas de subastas se venden a muy buenos precios. Nadie duda de la calidad del apartado gráfico. El dibujante viajó a Nueva York y se arriesgó a sacar fotos en un Harlem no tan turístico como el actual. Al rigor documental se unió la expresividad del pincel de Longaron, todo un maestro que saltaba de acabados planos y de aire pop a rotundos trazos de gruesos inesperados, con elegancia y aparente facilidad. Él es sin duda la principal razón para adquirir este volumen. En los artículos que lo complementan se explica que a veces el material no llegaba (antes de internet todo debía enviarse por correo “normal”) y diferentes autores americanos cubrieron al español, redibujando algunas tiras. Entre ellos encontramos a algunos tan conocidos como Gray Morrow o Frank Springer. El mismo Longaron buscó la ayuda de algunos compatriotas pero lo cierto es que cuando no está su ausencia se nota ¡Y cómo!
Su guionista tampoco es un cualquiera. Conocemos a Jim Lawrence sobre todo por su participación en James Bond, cuando la tira era dibujada por el extraordinario Yaroslav Horak. Juntos firmaron un impresionante conjunto de historias, entre las mejores que yo he leído del agente secreto más popular, tan entretenidas y violentas como intensas y sexys. Aquí no le sale tan bien. Friday Foster parte de un gran concepto. Tras los conflictos por los derechos civiles de los sesenta parecía lógico darle el protagonismo de una tira de prensa a una mujer negra. Algunos de los testimonios que aparecen en el libro insisten en esto: era una historia necesaria, una heroína con la que muchos jóvenes podían identificarse. El problema es que, aparte de su papel como bandera, no da la sensación de que el personaje tenga mucho más que aportar. Tiene un compañero-jefe, un atractivo fotógrafo blanquito al que ella acompaña como ayudante. Y en ocasiones no queda claro quién es el héroe de la serie. Modesty Blaise también tenía un comparsa, Willie Garvin. Pero a pesar de su indudable carisma, Willie nunca le robaba protagonismo a Modesty. Aquí no lo tengo tan claro.
De todas formas resulta complicado juzgar el trabajo de Lawrence cuando apenas se nos permite apreciar una parte del mismo. En uno de los artículos se explica que era muy complicado acceder a la serie completa. Así que no lo han hecho, solo han reproducido los dominicales. Lo cual quiere decir que entre página y página nos perdemos seis tiras. Es cierto que se incluyen pequeños resúmenes, pero no es lo mismo. Al final de una tira Friday es amenazada por un tipo con una pistola y en la siguiente están cenando en una terraza. Y así. No parece muy serio. Comprendo que la alternativa era peor: que el trabajo de Longaron permaneciera inaccesible. Pero no estoy seguro de que una edición incompleta sea la mejor opción.
Si se animan a leerlo sin duda disfrutarán con la reivindicación del poder negro que se plantea en la serie, con personajes tan peculiares como el multimillonario negro o el Tarzán negro. En un auténtico delirio racial, también aparecen extras orientales y hasta hay una escapada a España. Aunque mi parte favorita es la inapropiada historia en la que el apuesto fotógrafo se enamora perdidamente ¡de una gorda! Que se mueran las flacas.