viernes, 18 de enero de 2019

X9 AGENTE SECRETO CORRIGAN COMIC

X-9 AGENTE SECRETO CORRIGAN de Archie Goodwin y Al Williamson, edita Dolmen
Archie Goodwin y Al Williamson
Dolmen, 2018.
194 páginas, 29,90 euros

ELEGANCIA EXTREMA
La editorial Dolmen se ha puesto a la cabeza de la política de reediciones de material clásico americano. Tras clásicos imprescindibles como The Phantom o Prince Valiant, nos llega ahora el X-9 de Williamson y Goodwin.


Quizás algunos puristas consideren mejor la etapa de Raymond, con Hammet al guión. Yo no. Goodwin apenas necesita presentación. Con Warren, recuperó a la plana mayor de dibujantes de la mítica EC. Los juntó en publicaciones que intentaban alcanzar la calidad interrumpida por la aplicación del Comics Code.

A veces fracasaba comercialmente, como en su revista bélica Blazing Combat, en otras ocasiones conseguía grandes éxitos, como con sus revistas de miedo Creepy y Eerie. Goodwin no solo eligió a los mejores autores, también escribió para ellos intensos relatos de intriga y terror. Luego se marchó a dirigir Marvel y más tarde sentó las bases de muchos comics actuales en publicaciones pioneras como Epic. Sus credenciales son sólidas y amplias. Como director, editor o guionista, Goodwin es sinónimo de entretenimiento y buenas historias. Más cuando, como en este caso, le acompaña un gigante como Williamson. El sonriente artista inició su carrera muy joven, ayudando a Burne Hogarth con las entregas de Tarzán.

Wally Wood comentó cómo le envidiaban él y sus compañeros de clase en la Escuela de Artes Visuales de Nueva York, cuando Al se dejaba caer para pasarle los bocetos de las tiras a un Hogarth más atento a su escuela que a sus propios dibujos. Más tarde Williamson y su grupo de amigos, Torres, Krenkel o Frazetta entre otros, participaron en la sección de fantasía de la E.C.

Comic X9 agente secreto de Archie Goodwin y Al Williamson, edita Dolmen
Luego saltó a Warren, Marvel y lo que le ofrecieran. Fue de los primeros en apreciar el valor de los originales de comic y es muy conocida la anécdota que protagonizó. En cierta ocasión le dieron para envolver un bocadillo la mítica plancha del puente de Prince Valiant. No sabemos si el bocadillo llegó a su destino pero durante años la página adornó el despacho de Al. Siempre se aseguró de recuperar su obra y coleccionó con avidez el trabajo de sus colegas.


Se encargó con toda justicia del agente del FBI que ya había pasado por las manos de Raymond. Pocos como él podían competir con la elegancia del trazo original del dibujante de Rip Kirby. Williamson demuestra que es uno de los grandes en esa escuela realista, aportando una dinamicidad extra a sus figuras, un toque más cinematográfico a sus encuadres y una sensualidad más moderna a sus mujeres. Fue un gran seductor y un eterno aficionado al cine. Y esas pasiones se trasladaron a sus dibujos.

El volumen se devora con facilidad y cada viñeta es una lección de entintado, composición y buen gusto. ¡Qué bien dibuja las arrugas de los trajes! ¡Cómo distribuye las masas negras en sus viñetas! Se notan las referencias y deudas con Raymond y la presencia de un ayudante que nunca pasa desapercibido, Neal Adams. Los guiones son correctos y nos pasean por los tradicionales escenarios de serie negra y espías, con una generosa ración de estrafalarios villanos, depravadas malvadas y exóticas protagonistas.

Goodwin y Williamson se mantuvieron durante una década en la tira así que todavía nos quedan muchas horas de sano entretenimiento y diversión. ¡Guau!