viernes, 23 de junio de 2017

PRÍNCIPE VALIENTE de SCHULTZ, GIANNI Y YEATES

Príncipe Valiente de Hal Foster - Schultz, Gianni, Yeates edita Dolmen
Dolmen editorial, 2017
72 páginas, 14 euros

DAMAS Y CABALLEROS... ANDANTES


El 13 de febrero de 1937 se publicó la primera plancha del Príncipe Valiente. Ochenta años después sigue en plena forma.


El personaje ha contado con múltiples ediciones en español, la última y más completa corrió a cargo de Planeta y se detuvo en 2011. Comprendía el material realizado por el creador de la saga, Hal Foster, el de su primer continuador, Cullen Murphy, y el de sus sucesores, Mark Schultz (como guionista) y Gary Gianni (como dibujante-ilustrador).

Es imposible igualar la calidad del original, ya que Foster era un genio tanto en los aspectos argumentales como plásticos, así que quienes han osado sustituirle han soportado comparaciones tan injustas como inadecuadas. Cullen Murphy, grande en Big Ben Bolt, parecía descuidado aquí, ya que tenemos en mente la precisión impecable de Foster. Pero Murphy hizo lo que debía: permanecer fiel a su estilo. Lo mismo Gianni y ahora Yeates.

Lo que ahora nos llega de la mano de la editorial mallorquina Dolmen es la continuación de la serie allá donde Planeta la dejó, el año 2012. Año en que se produce la sustitución del primer colaborador de Schultz por el segundo, cuyas planchas ya podemos disfrutar en esta primera entrega. Antes de nada, felicitar a la editorial por su política de recuperación de clásicos, primero europeos y ahora americanos, rescatando tebeos imprescindibles como Johnny Hazard o Flash Gordon. Personaje este último que por cierto aparece como comparsa en este volumen de Valiente. Schultz se inventa un improbable crossover entre héroes clásicos y juega a provocar celos a Val con la presencia del apuesto Gordon.

Príncipe Valiente de Hal Foster - Schultz, Gianni, Yeates edita Dolmen
Los guiones mantienen su calidad y se aprecia una voluntad clara de desprenderse de los aspectos más desfasados, insistiendo en las desigualdades sociales que caracterizaban la Edad Media o el papel de la mujer. Ambos elementos habían sido apuntados en el original de Foster, pero con una estilización extrema. En todo caso Aleta sigue siendo uno de los personajes femeninos más fascinantes de la historia del comic. Basta compararla con cualquiera de las bobas comparsas que languidecían por Flash Gordon, o recordar algunas de sus aventuras, como la de su rapto por el que luego se convertiría en su marido, que se menciona en este volumen, o cuando era secuestrada por el arrogante príncipe vikingo que se la llevaba hasta una América llena de peligros. En ambos casos la supuesta damisela en apuros se transformaba en una mujer de armas tomar y acababa resolviendo las situaciones más peliagudas.

Se va Gianni, que tiene una personalidad como ilustrador muy atractiva, pero al que le faltaba la voluntad narrativa y el derroche de negros que exhibe Tom Yeates, su sucesor. Es un dibujante de estilo clásico, pero que no resulta envarado en absoluto, como ya demostró en su dinámico Zorro. Creo que ahora mismo solo Mark Schultz, a cargo de los guiones, podría superarlo como dibujante para el Príncipe Valiente. Yeates es perfecto y marca una diferencia muy grande. Hasta la escritura parece celebrar el cambio, volviéndose más ligera y acentuando los aromas de aventura clásica, no solo por las referencias a Robin Hood, también enfatizando las notas humorísticas que provoca el pícaro carácter de Gawain.
Ha sido un gran comienzo para una saga que deseamos nos acompañe muchos años más.