jueves, 3 de octubre de 2024

BOGAVANTE JOHNSON INTEGRAL COMIC PULP MIGNOLA ZONJIC

Bogavante Johnson Integral Comic Pulp Mignola Zonjic
Mignola, Arcudi, Zonjic y otros.
Norma Editorial, España, 2024
448 páginas, 39,50 euros

UNA FIESTA PULP
Del Universo de Hellboy se han derivado varias sagas de fortuna diversa. Ahora se agrupan en un Integral las aventuras de uno de los personajes mejor nombrados que recuerdo: Bogavante Johnson.


Como siempre, el creador del diablo rojo supervisa los guiones de esas series paralelas, asegurándose de que encajan bien en el universo que ha diseñado para su personaje. No soy el fan número uno de Hellboy. Mignola es un gran ilustrador y los ambientes que caracterizan la serie son tremendamente sugerentes, con esa atractiva mezcla de misterio y horror cósmico. Pero no es un buen guionista, tiene siempre problemas de ritmo y su ironía acaba drenando la emoción de las historias. La buena noticia es que con Bogavante han dado en el clavo, superando, si se me permite decirlo, al original.

Supongo que por un lado esa mejora se debe a la participación del guionista John Arcudi y no me cabe duda de que también a la arrolladora presencia del gran Tonci Zonjic. Respecto a los argumentos, se sumergen sin contemplaciones en los clásicos relatos pulp, ofreciendo una estimulante combinación de relato criminal, fantasía y horror. Hay gángsters pero también caníbales, pitonisas, gorilas gigantes, luchadores enloquecidos, dirigibles y maldiciones. Y un héroe que aglutina componentes del clásico Phantom y algunas gotas de La Sombra o Doc Savage, con una maravillosa guarida secreta incluída. Todo ese material primario se vierte en historias vertiginosas con secundarios de lujo entre los que sobresale ese delicioso trasunto de Peter Lorre.

Bogavante Johnson Integral Comic Pulp Mignola Zonjic
La parte literaria funciona, pero en seguida notamos que, cuando Zonjic no está a cargo del dibujo, la calidad baja, incluso con talentos como Nowlan. Y es que el croata aporta mucho más que un bonito grafismo. Es un extraordinario narrador que prescinde de toda línea superflua para concentrarse en contar los hechos de manera directa y funcional. No en vano sus referentes, según explica en las páginas de complemento, son Noel Sieckles y Roy Crane. Casi nadie sigue los pasos de Crane. Zonjic sí. ¡Olé!

De hecho, la única pega que se le puede poner a este volumen es precisamente esa: que el croata no se encargue de todo. En esta edición atribuyen los episodios finales a Wilfredo Torres pero es un error. “¡A por el bogavante!” también es obra de Zonjic y se nota. Así que tanto la primera como la última parte han salido de su tablero de dibujo. Tan solo hay que tener un poco de paciencia en los capítulos intermedios. Súmenle a todo esto el envolvente color de Dave Stewart y se encontrarán con un producto de gran calidad que, en su sencillez, encuentra la vía para superar las rutinarias aventuras del diablo rojo. En el dibujo se rastrea otro famoso antecedente: Alex Toth. Hay una “hoja de caras” entre los bocetos donde Zonjic exhibe un estilo a medio camino de Toth y Caniff. Pero el croata evita el distanciamiento que acompañaba al gran maestro de la simplicidad. Emplea un minimalismo similar en el trazo pero no en el conjunto, consiguiendo páginas que fluyen con alegría, facilitando una lectura tan ágil como cargada de emoción. Merece la pena que le den una oportunidad.