martes, 23 de julio de 2024

CÓMICS MÁS ALLÁ DE SUPERHÉOES

Algunos cómics nos demuestran que, en el mercado americano, hay vida más allá de los superhéroes. Cada vez son más los autores que intentan zafarse del monopolio de las máscaras y las capas, explorando los géneros más diversos.

Comic Dominio Público chip Zdarsky
DOMINIO PÚBLICO
Chip Zdarsky
Planeta Comic, España, 2024
128 páginas, 17,95 euros

En “Dominio público”, no nos alejamos mucho del tema ya que se aborda la lucha legal de un dibujante y creador de personajes enmascarados. 
El guión parece mezclar varios conflictos reales, que obligaron finalmente a algunas compañías a reconocer a los creadores originales y a restituirles sus derechos. Pero además se plantea algo inesperado. Más allá de la consabida lucha de David contra Goliat, lo mejor es cómo se describe a esa familia de herederos que, por azar, consigue un trato muy ventajoso con una gran compañía. El primer tomo de esta historia traslada al lector desde los terrenos ya conocidos de la explotación editorial, a tierras menos exploradas relativas al fenómeno de la creación, con sus recompensas pero también con sus riesgos. Una buena construcción de personajes y un dibujo funcional acompañan a un trabajo prometedor, un arranque que nos deja con ganas de más.


Comic Donde vi el cadáver Brubaker Phillips
DONDE VI EL CADÁVER
Ed Brubaker y Sean Phillips
Norma Editorial, España, 2024
144 páginas, 27 euros

“Donde vi el cadáver” es lo último de Brubaker y Phillips, dos viejos conocidos de los lectores. Siguen buceando en casos de serie B, ofreciendo la cara más negra de la sociedad americana. Esta pareja siempre cumple, en ocasiones con obras estupendas como “Criminal”, y en otras con relatos más fríos. A Brubaker le gustan los protagonistas desagradables, tipos con los que resulta difícil empatizar. Eso supone todo un desafío para el narrador ya que los hechos se observan siempre desde la distancia. Cuesta entrar, emocionarse con lo que les está pasando a sus antipáticos héroes. Pero tanto la construcción del argumento, como el dibujo siempre realista o el excelente color, son todos irreprochables. Esta pareja nunca factura un mal tebeo, otra cosa es que consigan emocionarnos, hacernos partícipes de lo narrado. Aquí el nivel es el habitual y Brubaker se divierte dando vueltas alrededor de unos hechos que muestra desde distintas perspectivas, jugando con el clásico efecto “Rashomon”. Yo creo que quienes mejor emplearon ese recurso fueron Damon y Affleck en “El último duelo”. Allí conseguían extraer una verdadera fuerza dramática de esas visiones encontradas. Aquí se queda en un elegante juego narrativo.


Step by bloody step comic de Spurrier, Bergara, Lopes
STEP BY BLOODY STEP

Spurrier, Bergara y Lopes
Planeta Comic, España, 2024
200 páginas, 18,95 euros

La tercera obra es posiblemente la mejor dibujada pero también la más decepcionante. “Step by bloody step” es una historia de fantasía ambientada en un planeta plagado de escenarios exóticos y protagonizada por una niña, protegida por un robot gigante. Las primeras páginas son abrumadoras. Lo más sobresaliente de este trabajo es que es perfectamente mudo. Doscientas páginas sin un solo texto, todo lo cuenta la gráfica. Y, al principio, así es. El dibujante realiza un trabajo extraordinario, creando mundos con la inmediatez que permite el lápiz y una buena dosis de imaginación. Y acompañado por un color delicioso. Pero la ausencia de textos obliga al lector a un esfuerzo extra en cuanto a la interpretación de lo que ocurre. No solo eso, también conlleva una necesaria simplificación de los hechos. Aunque soy muy partidario de “contar con la imagen”, esto siempre debe acompañarse de una advertencia: “cuando sea posible”. En muchos casos, pequeños textos habrían ayudado a aligerar las secuencias y también a fijar determinados conceptos. Más allá del impacto inicial, el lector pronto comprueba que las acciones narradas no son especialmente interesantes y que, para cuando la cosa se complica un poco más, ya hay cierta fatiga tras tantas páginas con viñetas sin bocadillos. No es que el balance general sea despreciable, al contrario, me parece un esfuerzo digno de mención. Pero me ha costado terminarlo, la verdad.