sábado, 22 de junio de 2024

TRES CÓMICS CON PREOCUPACIÓN SOCIAL

LA BEDÉ MÁS SOCIAL
A veces los cómics pretenden ser algo más que meros entretenimientos. Ciertos autores buscan la manera de representar con viñetas sus preocupaciones sociales, con variada fortuna.


Algas verdes la historia prohibida comic social
ALGAS VERDES
 

Inès Léraud, Pierre Van Hove, Mathilda
Astiberri, España, 2022
160 páginas, 18 euros


En “Algas verdes” se aborda un asunto apasionante. Según argumentan sus creadores, el campo francés sufrió una tremenda transformación tras la IIGM. Los agricultores se vieron abocados a agruparse y a pasar de un modelo productivo artesanal a otro más industrial. Lo que conllevó un mayor empleo de nitratos que favorecían el aumento de la producción. Pero que, al alcanzar el mar, también hacían crecer las algas. Esas algas se depositaban luego en las cabeceras de los ríos, creando unos depósitos tóxicos que podían llegar a ser letales para personas y animales. Así es cómo comienza el relato, con un jinete que se queda atrapado en una playa. Su caballo muere y él a duras penas consigue sobrevivir a la intoxicación. Un médico que ha visto casos similares en el pasado es quien da la voz de alarma. 

El arranque es muy prometedor, no solo por el tono C.S.I. del relato, también por la presencia de un dibujo agradable, que por momentos recuerda al Mazzuchelli de “Ciudad de cristal”. Sumen a eso un color limitado pero muy atractivo y podríamos pensar que nos hallamos ante una obra de denuncia que además nos seduce con su puesta en escena. La ilusión pronto se desvanece, abandonando todo sentido común y desplazándose hacia el documental, con tipos rajando ante al espectador y sin atisbo de fluidez narrativa. 
En pocas palabras, más allá del interés de lo que se cuenta, la manera en que se cuenta es un rollo. Cuesta avanzar en una historia pesada y grandilocuente y, a pesar de lo relevante del tema, dan ganas de abandonar la lectura. Ya lo he dicho en el pasado, aquella voz que toleramos en un medio audiovisual, ya que la escuchamos, se vuelve insufrible en viñetas, donde debemos leerla. En un determinado momento todo deriva hacia la viñeta grande y la ilustración con mucho texto y uno empieza a preguntarse porqué los autores no escribieron directamente un libro. Seguramente habría tenido más sentido.


Barcelona, alma negra comic Lapiere Pellejero
BARCELONA, ALMA NEGRA 

Lapière, Jakupi, Pellejero, Torrents, Pardo
Norma Editorial, España, 2024
144 páginas, 32 euros

En cuanto a la nueva entrega de Lapière, el dibujo es la única razón para adquirirla. La presencia de Pellejero sigue pesando mucho, aunque aquí se diluya en una colaboración con otros dibujantes. Pero en el conjunto todavía vibra su grafismo firme y elegante. Aunque valoro sus anteriores obras con el guionista francés, aquí hay un momento en que ni el dibujo consigue que nos sigamos interesando por unos personajes desnortados y de relaciones confusas y extravagantes. Se supone que este cómic entrelaza delincuencia y corrupción durante el franquismo, pero esa supuesta denuncia se enmarca en una trama tan enmarañada que desanima al lector más paciente. El talento desplegado en la parte gráfica se desperdicia en aras de un argumento poco meditado.


Los combates cotidianos Manu Larcenet
LOS COMBATES COTIDIANOS. INTEGRAL.

Manu Larcenet
Norma Editorial, España, 2023
264 páginas, 35 euros

Finalmente “Los combates cotidianos”, una larga saga dibujada por Manu Larcenet, se presenta en un Integral que agrupa los cuatro tomos que la componen. Es sin duda el mejor de los comics comentados. Encuentra un adecuado equilibrio entre los aspectos sociales y personales del protagonista. Su padre está muy enfermo, al igual que los astilleros donde trabajó casi toda su vida. Esa agonía grupal e íntima, esas pequeñas luchas, se entrelazan con habilidad en un guión que contiene algunos momentos realmente brillantes. Otros no tanto. Chirría un poco que el héroe esté luchando codo a codo con los camaradas obreros de su papá, unos tipos duros que se enfrentan al fantasma de la deslocalización y a punto de perder sus empleos, mientras al chaval le dan ataques de ansiedad o le entran ganas de salir corriendo cuando su encantadora novia le plantea tener un bebé. Hay un salto enorme entre las dos generaciones, los padres y los hijos, fuertes y resistentes (que no resilientes) los unos, blanditos y neuróticos los segundos. Es creíble pero no adecuado para un relato que avanza en muchas ocasiones a pesar de su pasivo protagonista y no gracias a él. Sin embargo, son muchos los pasajes bien escritos, como el de la expo de fotografía en la que el héroe descubre cómo son realmente los autores a los que admira. O toda la historia militar del padre y el vecino. Para mi gusto la saga se atasca en el cuarto tomo, con la interminable noche de elecciones. Pero hasta ahí bien merece la pena su lectura.