299 páginas, 9,95 euros.
EL OJO DE HALCÓN MÁS MOLÓN
Hace dos años ya escribí una primera reseña sobre este Ojo de Halcón con dibujos de Romero. Ahora han llegado nuevas aventuras y es obligatorio volver a referirse a él.
Se confirma como uno de los tebeos de superhéroes más interesantes de la actualidad. Por un lado por la parte gráfica, que en este caso firman dos dibujantes. El ya mencionado Romero y Michael Walsh. Digamos que el segundo hace lo que puede. De manera inteligente, se mantiene en la estela de simplicidad y descaro pop señalada por el primero y casi consigue que su presencia pase desapercibida. No tengo nada en contra del pobre Walsh. En realidad, su labor es bastante meritoria, su trazo evita barroquismos y su narrativa se mantiene eficaz. Pero es que el listón que deja Romero está muy alto. Ha interiorizado a la perfección el “menos es más” de algunos artistas que le han precedido y su diseño es preciso, bonito y muy adecuado para el tono humorístico que se filtra en los guiones de Kelly Thompson.
David Aja, muy admirado por las soluciones de su puesta en escena, les precedió en la serie. Así que algo ha quedado de sus planteamientos infográficos, sobre todo en algunas páginas dobles especialmente espectaculares. Pero creo que Romero lo hace mejor. No es tan distante y encuentra un equilibrio muy satisfactorio entre los trucos narrativos y la expresión de las emociones. Solo comete un error, que no acabo de entender en un dibujante tan capaz como él. En algunas dobles páginas no respeta una ley no escrita que dicta cruzar las páginas para indicar desde la primera línea que deben leerse las dos a la vez. En lugar de eso en varias ocasiones plantea dobles con una retícula de tres por tres que invita a la lectura individual, primero de la página izquierda, luego de la derecha. Es cierto que cuando uno nota eso la primera vez ya queda avisado para la siguiente. Pero a mí me resulta especialmente irritante por innecesario. En todo caso se trata de un aspecto menor en un trabajo que sobresale por sus logros. Se lee de un tirón, las caracterizaciones de los personajes son excelentes y la puesta en escena se disfruta de lo lindo por lo ingenioso de sus invenciones.
Buena parte del éxito de este cómic se debe también al guión. Thompson firma unas tramas detectivescas animadas por un cachondeo general, especialmente a cargo de la protagonista, esa nueva Ojo de Halcón que lucha por desembarazarse de sus demonios familiares pero sin perder nunca el sentido del humor. Que se expresa a través de una irrefrenable charlatanería sazonada de bromas absurdas, como no se veía desde los tiempos del primer Spider-Man. Fiel al “paradigma Levitz”, la guionista abre varias tramas simultáneas, poniendo en marcha unas cuando agota las otras, de manera precisa y asegurándose siempre de mantener la historia en movimiento. Siempre pasan cosas, siempre a varios niveles, el “profesional”, el privado, el íntimo... Todo eso ayuda a aportar capas y profundidad a una protagonista chispeante y arrolladora, esa Kate Bishop perfectamente imaginada y escrita. No se lo pierdan porque este comic es la bomba.