viernes, 7 de mayo de 2021

PRDRO y MAILI de ÁLVARO ORTIZ

PRDRO Y MAILI de Álvaro Ortiz, edita Astiberri
¡Caramba! Astiberri. Bilbao, 2021.
206 páginas, 14 euros.


LAMIENDO BOTAS

Una aventura que mezcla a Pedro Sánchez (sí, ESE Pedro Sánchez), Miley Cyrus y ¡Lobezno! La imposible combinación de personajes no permitía suponer tan patéticos resultados.


Lo peor que puede decirse de un cómic de humor es que sea aburrido. Y este lo es. La premisa inicial es muy prometedora. El presi y la cantante se escriben y acuerdan una cita en España. Se van juntos de viaje y todo acaba románticamente. 

Luego la cosa se complica. Hasta niveles estratosféricos. Sale la escuela de talentos de Xavier y Coloso que, como tantos otros compatriotas, vive cómodamente en Marbella, hay viajes en el tiempo, un Sánchez maligno y otro del futuro, una supuesta vacuna que no alcanza los objetivos deseados y mucho más. Y, por supuesto, Ayuso es la mala malísima. Ya lo he comentado con anterioridad, lo del humor es algo muy raro. Y muy complicado. 

PRDRO Y MAILI de Álvaro Ortiz, edita Astiberri comic
Construir una buena comedia es una operación de riesgo donde el ritmo resulta crucial. Es difícil mantenerlo y muy fácil perderlo. Que es lo que pasa aquí. Considero que se cometen dos errores graves. Primero, los personajes no están bien perfilados. Por mucho que sea un disparate humorístico, esperamos cierta lógica mínima. No hay complejidad alguna en Maili. Parece una fantasía sacada de una peli de Esteso y Pajares, tipo que se cruza, tipo que se tira. Está tan liberada como las pavas que salían en las pelis de destape. Todo vuelve. PRDRO no es más profundo. Tiene un doble malvado pero no es algo crucial en el guión, que esquiva con elegancia cualquier alusión a la actualidad, léase paro, drama sanitario, desastre económico o lo que se les ocurra. Este presi es tan guapo, tan majo y tan bueno que acaba de emperador mundial o algo parecido. Y, por supuesto, Maili está loca por él. Zorrezno está ahí como tercero en discordia y para supervisar los poderes psíquicos que la cantante descubre que tiene. Si en los protagonistas no hay desarrollo alguno, la cosa no mejora en los villanos, esencialmente la Ayuso. Está loca, es mala y odia a toda la humanidad.

Segundo, el inexistente trabajo con los personajes se corresponde con una estructura argumental improvisada. Se acumulan las ocurrencias pero al final son tantos los giros del guión que nada interesa. En gran medida los dos asuntos obedecen a la misma lógica. Que es: acumular pajaradas, llevar la farsa hasta el absurdo y saturarlo todo de chistecitos y ocurrencias para que no se note mucho el discurso general. Que es: Sánchez es un santo (y muy guapo) y Ayuso una zorra chiflada. Y si hay muertos son culpa suya. El presi no es responsable de nada. Yo puedo comprender que alguien milite en el PSOE y realmente crea eso. Pero si te pones a construir una farsa se espera del bufón que sea mínimamente crítico con el poder. Eso hace ya tiempo que no se da en España. Así que la verdadera comedia es sustituida por ingentes dosis de propaganda. Y si no me río con esta sucesión de banalidades es porque soy un fascista y bla-bla-bla. En realidad se trata de un producto muy lamentable, que emplea a la presidenta de la comunidad de Madrid como chivo expiatorio y que se cuida muy mucho de arañar o criticar aunque sea levemente al guapísimo Pedro. A esto se le llama lamerle las botas al poder. Lamentable.