viernes, 18 de mayo de 2018

NIEVE EN LOS BOLSILLOS DE KIM

Norma editorial, 2018
200 páginas, 25 euros.

¡VENTE A ALEMANIA, PEPE!
En esta nueva aventura narrativa el dibujante Kim se libra del guionista Antonio Altarriba y en solitario construye un tebeo tan emotivo como admirable.


La acción se sitúa a principios de los sesenta, cuando un joven Kim, a la sazón estudiante de Bellas Artes, decide abandonar España y viajar hasta Alemania con la intención de buscarse la vida por allí. El resto es vida de emigrante, con los amigos que se van conociendo por el camino, las pequeñas aventuras y dificultades, los problemas con el dinero y los papeles y hasta algún escarceo amoroso, contado con la intensidad sensual que caracteriza al autor.

Es un tebeo excelente. El dibujo, como siempre, cuidado, riguroso y atento a las expresiones de los personajes sin por ello perder detalle de los escenarios. No voy a descubrir a estas alturas la calidad del grafismo de Kim porque es uno de los grandes. Lo que para mí ha supuesto una sorpresa es la calidad del guión. Kim había dibujado El arte de volar y El ala rota con Altarriba, cosechando, como suele decirse, gran éxito de crítica y público. Con la primera lograron el premio nacional y ha sido traducida a varios idiomas. Sin embargo, más allá del brillante grafismo de Kim, yo le encontraba pocas virtudes a unos trabajos que me parecían estirados y cargados de resentimiento.
Sobre todo “El arte de volar” participaba de esa revisión edípica de la transición, cada vez más común con los años. Mi sensación es que mucha gente que vivió con comodidad los últimos años del franquismo de alguna forma debe reivindicarse practicando el asesinato del padre. En esa denigración simbólica hacia la figura paterna parece encontrase cierta justificación respecto a una transición que ahora se juzga como blanda. Cuando uno empieza a interpretar la historia con tonos épicos, a lo “Juego de Tronos”, nos acercamos a las matanzas. Demasiados muertos dejamos por el camino, creo yo. No necesito más.

No hay nada de eso aquí. Nos encontramos en un territorio moral completamente distinto. El joven Kim se interna en una Europa llena de contradicciones pero que con todo le permite vivir con mucha más libertad que en el país que ha dejado atrás.
Hay nostalgia hacia la patria lejana en la mirada de algunos compañeros de emigración, también relatos de miserias que adoptan matices de crítica social o sexual. Destacan la historia del cantante o la de la hermana de la monja. En ellos prima el factor humano. Antes que indignarnos ante un discurso sociológico lo que sentimos es compasión por personas que no han tenido suerte en la vida. No es el caso del protagonista. Aunque abundan las tristezas entre sus compañeros de reparto, el héroe tiene suerte y el cómic realza la aparición de esos ángeles que se cruzan en su camino y le echan una mano, gente buena que le hace más agradable su estancia en la fría Alemania. Incluso desconocidos, como esas familias que los ven recogiendo nieve en la calle y les abren las puertas de sus casas para ofrecerles una bebida caliente. Además, todo está contado con precisión y sin adornarse, no sobra nada en relato donde no dejan de pasar cosas.

Sin perder ni por un momento su carácter realista, “Nieve en los zapatos” es posiblemente el momento en que el cómic español ha estado más cerca de Capra. Yo se lo agradezco. No creo que le vuelvan a dar el premio nacional, pero esta vez sí que se lo merece.