viernes, 23 de marzo de 2018

LA ODISEA DE LA METAMORFOSIS de STARLIN

Planeta, 2018.
240 páginas, 25 euros.

STARLIN DESTRUYE EL UNIVERSO... ¡OTRA VEZ!
En los últimos meses se ha producido una recuperación de la obra de Jim Starlin que no debería de pasarle desapercibida a ningún aficionado a los buenos tebeos.



Panini, ECC y Planeta se reparten sus reediciones, como ocurre en general con todos los comics de superhéroes.

Observo que una buena parte de esas recuperaciones vienen propiciadas por Thanos, villano que va a protagonizar la próxima peli de Marvel-Disney y que ¡oh, casualidad! fue una creación de Starlin.

Aunque él se quejaba amargamente de lo injusto que resultaba crear personajes para Marvel, que luego podía hacer con ellos lo que quisiera y sin consultar a sus creadores, lo cierto es que parece encariñado con su bebé y siempre que puede vuelve a él. Conviene recordar que hablamos del tipo que mató al Capitán Marvel, un comic fundacional en el que el autor recreaba los sentimientos por los que pasó tras la muerte por cáncer de su padre. Años después la editorial decidió que había que resucitarlo y así lo hicieron, para desesperación de Starlin.

Pero él representa también la otra cara de la moneda, ejemplifica el cambio en la relación con los autores que empezó a producirse en los setenta. Concretamente en la revista Epic. Allí los creadores, como ya estaban haciendo los dibujantes underground, se quedaban con los derechos de sus personajes. Y allí apareció Dreadstar, una de las obras mayores de Starlin.

Primero se presentó en una miniserie, esta Odisea de la Metamorfosis que ahora se ha reeditado y que representaba otro de los hitos de la revista. Inspirados por la calidad de los álbumes europeos, los editores americanos decidieron que había llegado el momento de producir obras con mejores colores e impresión. Así que animaron a los autores a realizar verdaderas maravillas gráficas pintadas con colores directos y deslumbrantes. En el caso de Starlin además le gustaba mezclar procedimientos, así que pasaba de papeles coloreados a zonas recortadas, aerógrafo, técnicas secas y húmedas y lo que se les ocurra. En el plano visual la Odisea es muy estimulante. Quizás el argumento no es el mejor que haya escrito Starlin, aunque el fin del mundo está asegurado. Ya saben que le gusta reflexionar sobre el apocalipsis y la muerte. Con humor, eso sí.

Starlin ha sido muy prolífico y no ha evitado escribir para otros dibujantes como Mignola o Wrighston, comics que también se han recuperado recientemente. Se han reeditado también sus colaboraciones con Ron Lim en Silver Surfer. El dibujo es muy de batalla pero contiene varios episodios muy interesantes.

No todo Starlin es bueno. Escribe y produce mucho y no siempre está inspirado. Pero el mejor Starlin es muy bueno, uno de los grandes. Se ha recuperado su Gilgamesh II, que es un trabajo respetable y con un final muy ditkiano. En cambio su reciente colaboración con Alan Davis en Los Guardianes de la Galaxia es entretenido y poco más. Yo citaría como imprescindibles su saga del Capitán Marvel y el cubo cósmico, que se ha agrupado en un mega tomo. Y por supuesto su serie Dreadstar, también reeditada en un volumen. Es una obra maestra que se disfruta desde la primera a la última viñeta, llena de emoción y humor, uno de los mejores tebeos de los ochenta. Y eso es mucho decir.

¿Otros Starlin que merecen atención?
Por supuesto su Breed, posiblemente su último gran trabajo. No lo duden y denle una oportunidad. El que prueba repite.