viernes, 13 de junio de 2014

¡CADÁVER EN EL IMJIN! de KURTZMAN y otros dibujantes - DE LOS GRANDES DE LA EC

¡Cadáver en el Imjin! y otras historias bélicas de Harvey Kurtzman, de Norma Editorial  comic bélico hazañas bélicas Iwo Jima Editorial ED Dibujo
Norma Editorial, 2014.
228 pág. 25 €

UN CADÁVER EXQUISITO


Aunque Harvey Kurtzman no es un desconocido en nuestro país, no goza de la popularidad que se merece. Así que cualquier recuperación de su trabajo es bienvenida.
Kurtzman es uno de los grandes, miembro de esa segunda hornada de genios donde sobresalen apellidos judíos como Eisner, Kirby o Kubert. El presente volumen agrupa parte de lo mejor de su producción, la realizada para la mítica editorial EC. 


Ya tuvo una edición previa en España, a cargo de Planeta, pero en un tamaño tan pequeño que apenas nos permitía disfrutar de su arte. Ésta no alcanza la calidad ni el formato de los tomos en B/N que Cochram publicó en los ochenta, pero los dibujos pueden apreciarse mejor y además el libro viene bien cargado de entrevistas y jugosas reseñas.

Las historietas se dividen en dos grandes grupos: aquellas completamente realizadas por Kurtzman y otras en las que sólo trabajó como guionista. Lo de “sólo” es un decir ya que como es sabido el autor era un obseso del control, sus escritos iban acompañados de precisos bocetos que los ilustradores debían seguir casi al pie de la letra si no querían arriesgarse a desatar las iras del escritor o, simplemente, no volver a ser contratados en una editorial que tenía fama de ser la más generosa del mercado con sus colaboradores. Las historietas de guerra de la EC fueron las primeras en reflejar los conflictos bélicos de forma realista, no mitificada. Como uno de los artículos enfatiza, eso no significa que Kurtzman fuera un pacifista o se opusiera a la guerra en general. En sus relatos no se cuestiona la participación en la guerra de Corea, que estaba en marcha mientras estos tebeos se editaban. Lo que hacía era fijarse en el soldado de a pie, en sus miserias y sufrimientos y en el dolor absurdo que todo enfrentamiento armado conlleva. Y, lo que es más sorprendente, prestando atención a los dos bandos. En los episodios que dedicó a Iwo Jiwa, como muchos años más tarde Clint Eastwood hará en el cine, se describe con crudeza la desesperación de los soldados japoneses condenados a una muerte segura.

¡Cadáver en el Imjin! y otras historias bélicas de Harvey Kurtzman, de Norma Editorial  comic bélico hazañas bélicas Iwo Jima Editorial ED Dibujo
Basta repasar historietas como la que da título al volumen, “¡Cadáver en el Imjin!” para comprobar que estamos ante una obra mayor, el trabajo de un maestro. A Kurtzman siempre le preocupó el equilibrio entre los elementos gráficos (dibujo, pero también onomatopeyas y contenedores de texto) y textuales así que, si su grafismo viene cargado de energía y curvas cinéticas y rematado por expresivos contrastes de B/N donde sobre todo llaman la atención sus brutales pinceladas, en los textos nos topamos con una precisión rítmica que evidencia sus intenciones poéticas. Más tarde se haría famoso por sus parodias en revistas como Mad, Help o Humbug y con personajes como Little Annie Fanny, pero en esta primera etapa en EC ante todo busca emocionarnos con relatos donde el individuo lucha contra la adversidad y parece presa de un destino siempre absurdo. Los protagonistas afrontan esa fatalidad con estoicismo y aunque la mirada de Kurtzman es compasiva estamos en los cincuenta y aquí nadie lloriquea.

Cuando el dibujante pasa a desempeñar tareas de editor dejando el trabajo de terminar sus bocetos a otros creadores, pasan cosas curiosas. Primero se forma el grupo de los grandes, aquellos que colaboran con él de forma estable, tipos minuciosos y capaces de superarle en el terreno de la obsesión documental y el gusto por el detalle, gigantes como Wood, Davis, Elder o Severin. A su lado encontramos a los otros, dibujantes extraordinarios que por una u otra razón no terminaron de encajar con Kurtzman. Entre ellos hay verdaderos genios de la talla de Toth, Kubert, Colan o Heath. Aunque curiosamente están muy bien representados en este recopilatorio, en muchos casos apenas ilustraron un par de episodios del exigente guionista. En algunas de las entrevistas que se incluyen, el escritor y editor se queja de ciertas manías de Kubert o Toth, a los que reconoce como extraordinarios ilustradores, pero que en ocasiones anteponían sus manías estéticas a la narración. Y para Kurtzman eso era un pecado imperdonable.

En fin, un volumen para disfrutar y estudiar y que nos recuerda que después de historietas como éstas las “hazañas bélicas” nunca volvieron a ser lo mismo.