viernes, 4 de octubre de 2013

LA ESPADA de LOS HERMANOS LUNA

La Espada, de los hermanos Luna. Edita en España Aleta ediciones
Aleta. Valencia, 2013.
148 páginas, 13,95 euros.

LOS HERMANOS LUNA HAN VUELTO


Supimos de esta pareja de creadores hace más de seis años. Por entonces se publicaron dos obras escritas y dibujadas por ellos. Luego nada.


Tanto Ultra como Girls venían cargadas de buenas ideas y se dirigían a un lector desprejuiciado que no temiera enfrentarse a un dibujo muy funcional, con un estilo que exhibía la simplicidad del manga, ni a unos guiones cargados de referencias a otros géneros narrativos, sobre todo a los culebrones de la tele. Los hermanos Luna no pensaban únicamente en el tradicional comprador de tebeos sino que lanzaban cebos diseñados para atraer a los espectadores de las películas de zombies o a las seguidoras de las más modernas y frívolas series televisivas. Todo ello unido a una puesta en escena fresca y realmente ágil que convertía sus productos en una lectura casi irresistible. Entre todo el aluvión de nuevos guionistas y creadores de los últimos años, los Luna conseguían llamar nuestra atención.

Sin embargo, después de ese primer contacto nos esperaba el silencio. Silencio que se rompe ahora con una obra ¡de 2007! Han seguido trabajando desde entonces, así que confiemos en que algún día nos llegue el resto de su labor. Estos dos californianos de origen asiático estudiaron en el Savannah College of Art and Design, centro donde impartía clases Mark Schultz. Desde su graduación han ido alternando la creación de trabajos por separado y en conjunto, como dibujantes o guionistas, colaborando con las editoriales más importantes.

La Espada, de los hermanos Luna. Edita en España Aleta ediciones
Esta nueva muestra de su talento no decepciona. Hay algunas secuencias (muy pocas) donde el peso del diálogo es quizás excesivo. Un error que tienden a cometer los nuevos guionistas, posiblemente confundidos por la influencia televisiva. Como ya he comentado antes, el “tempo” que se consigue cuando un actor recita un diálogo no es el mismo del que depara la lectura interiorizada de un bocadillo de texto. Siempre es más pesado y por tanto el escritor debe calibrar muy bien su extensión y contenido. En una obra tan dinámica como esta los dos o tres pequeños latazos explicativos que encontramos llaman más la atención que en otros productos donde el bla-bla-bla es la norma y no la excepción.

Dicho lo cual, sólo cabe felicitar a los Luna por la frescura de su aproximación. No es que se nos cuente nada nuevo. Ya hemos visto antes estas historias de suceso-traumático-que-nos-permite-descubrir-el-pasado-oscuro-de-nuestro-padre. Pero aquí lo que importa es la forma, la garra, el encadenado de sucesos que nos empujan de manera perfecta de una secuencia a la siguiente. Es un tebeo de adolescentes pero también un buen espectáculo y mejor entretenimiento. Tiene humor y drama y violencia desatada. Como ocurre con Kirkman, autor con el que comparten no pocas características, los Luna no dudan en bromear con una brutalidad que parodia a la que aparece en muchos films de Hollywood. Ruedan los miembros de los malos y la gente muere con mucha gracia. Mientras tanto, la protagonista descubre sus poderes en la mejor tradición de Spiderman y compañía: salta por los aires, adquiere superfuerza y todo lo demás. Yo me compraré el siguiente y les sugiero que le den una oportunidad.