viernes, 13 de diciembre de 2019

HELTER SKELTER de OKAZAKI MANGA

Helter Skelter Kioko Okazaki manga comic Ponent Mon, Madrid, 2019
316 páginas, 22 euros

PEDAZO A PEDAZO
Un manga que aborda asuntos como la dictadura de la belleza y la lucha contra el cruel paso del tiempo. La autora plantea una actualización de Frankenstein, trasladado al mundo de la moda y el famoseo.

Al contrario que en el clásico de Mary Shelley, su protagonista es solo en parte el inconsciente juguete en manos de una dueña perversa. Porque en buena medida ella acepta su situación y el doloroso proceso de transformación por el que ha tenido que pasar para alcanzar sus objetivos. Se nos cuenta la historia de Ririko, una supermodelo a la que las jovencitas admiran, los hombres desean y todo el mundo envidia. Ella posa, desfila, acude a tertulias televisivas, actúa en series y películas y las masas parecen fascinadas por cada uno de sus gestos.

Esa supermujer en realidad tiene los pies de barro y como tal está siempre a punto de cuartearse o derretirse. Esta novela gráfica se plantea como una crítica feroz de la banalidad contemporánea, de una sociedad que adora las brillantes superficies y que destroza a aquellos que no se ajustan a su inalcanzable ideal de belleza. Las fantasías, los deseos nunca satisfechos, provocan las naturales neurosis en un racimo de personajes enfermos y desesperados, que viven en una constante imitación, una vida ajena, la de esa diosa cuyo destino es necesariamente trágico. Ella manipula a sus colaboradores, conduciéndolos hacia la degeneración y el crimen. Los seguimos por esa autopista al infierno, al tiempo que otros investigadores siguen el rastro de sangre y vísceras y Ririko misma es testigo de su proverbial caída. Aparecen manchas, arrugas, el pelo se cae… ¿Les suena?

Helter Skelter Kioko Okazaki manga comic  edita Ponent Mon
Al tradicional miedo a la muerte la modernidad ha añadido algunos terrores más. Sobre todo el asco que produce la fealdad. Se puede ser tonto y pobre pero nunca feo. Y eso es algo que acompaña al proceso de envejecimiento. Así que todos los esfuerzos se dirigen hacia esas cremas, esas operaciones, esos pinchazos que mitiguen las señales y nos permitan seguir pareciendo jóvenes y lozanos unos minutos más. Los ingredientes son sin duda interesantes y atractivos. Pero la autora no sabe cómo manejarlos. Su particular “Dorian Gary” resulta desdibujado y reiterativo. Su narrativa no está a la altura. En muchas páginas apenas distinguimos a unos personajes de otros. Esto no es tan raro en el manga, muchos autores trabajan con unas destrezas mínimas de dibujo, con recursos muy estereotipados a los a veces consiguen sacar mucho partido. No es el caso. Confundo a la madame con la colaboradora y hasta con la hermana gorda. La mitad de los pensamientos no veo de dónde salen y el investigador acaba resultando muy pelmazo. En general todo es demasiado enfático, tremebundo, escandaloso, provocativo… Tanta tensión aniquila el ritmo de la historia. Cuesta concluir la lectura.

Se cierra el tomo con un “continuará” que parece anunciar un segundo volumen. Aunque una página más allá una nota nos informa del triste destino de Kyoko Okazaki, su creadora. Sufrió un accidente del que según parece sigue recuperándose. Pues nada: ¡que se mejore!