74 páginas, 15 euros.
ECOSISTEMA COMIQUERO BALEAR
Ante las inminentes jornadas Comic Nostrum conviene recordar algunos de los sucesos y las obras que han marcado un año pletórico de actividad.
Iniciábamos 2016 con la reedición de Las cansiones de Ossifar, un éxito “sin normalizar” de Pau, dibujante que se ha mantenido muy ocupado y no sólo porque espera con ilusión el nacimiento de su primera niña. También porque este año ha visto cómo se publicaba en Francia el último tomo de su saga Atlas y Axis. El cierre de esa etapa ha supuesto el inicio de nuevas aventuras con diversos guionistas galos, dibujando algunos personajes clásicos como Los casacas azules o Spirou. Y esto es solo el principio.
En el capítulo de pérdidas la más sentida ha sido la de Bermejo, residente en las Baleares y uno de los escasos artistas que tuvieron el honor de dibujar uno de nuestros personajes más emblemáticos, El Capitán Trueno. Su guionista, Víctor Mora, también nos dejó en 2016.
En el terreno institucional el año señala la recuperación del Solleric para el medio. Primero fue la postergada expo de Seguí, una muestra excelente que finalmente vino acompañada de un completo catálogo. Después, por supuesto, la exposición dedicada a Ditko, que se prolongará hasta enero. El próximo sábado 22 tendré el placer de encabezar una visita guiada por las salas del Solleric.
Confiemos en que para entonces los chinos hayan decidido enviarnos el libro que acompaña a este proyecto. Los tebeos también viajaron hasta Porreres con motivo de su Nit de l’Art. Una iniciativa del incansable Ake Mora que consiguió reunir a algunos de nuestros artistas con más proyección internacional: March, Pau, Díaz, Grimalt, Sanna…
Para este último el año está resultando muy especial ya que señala su definitivo desembarco en el mercado americano. Primero de la mano de El Torres con su miniserie StraitJacket, pendiente de publicar en España. Después en Marvel, con trabajos protagonizados por antihéroes como Deadpool o Bullseye.
Otro que intenta abrirse camino es Pepmi Garau, que promueve un proyecto de animación encabezado por los mejores representantes del cómic y la ilustración en Baleares. En la Fundación Barceló pueden verse los esbozos de fondos y personajes creados por Flavia Gargiulo, Max, Pere Joan, Marga Viñas y otros. No ha encontrado apoyo institucional.
Max ha sido noticia de muchos telediarios por su entrada en el Prado, el primer dibujante de historietas que lo consigue.
Su obra El tríptico de los encantados es un sentido homenaje a El Bosco pero también a los clásicos de nuestra historieta. Con un marcado carácter teatral Max resuelve con eficacia un encargo cargado de peligros. No es tan fácil realizar una obra sobre un gigante como el pintor holandés sin sentirse diminuto y ridículo. El dibujante resuelve con modestia y empleando su trazo más puro y refinado. Vuelve a salir la urraca que ya forma parte de su repertorio de personajes y desnuda sus planchas de todo elemento innecesario. Acaba con un recurso que ya había nos había fascinado en Vapor, esa cabalgata de encantados que le permite ofrecer su personal y refinada versión de las figuras imaginadas por El Bosco.
A los nuevos autores se les han brindado no pocas oportunidades. Marta Massana publicaba su Mocca Café, que se anuncia como Volumen I.
La Deriva seguía embarcada en la presentación de nuevos talentos, que se reunirán en una muestra en La Misericordia, justo después de Comic Nostrum. Mañana mismo por la tarde se inaugurará en la Escuela Superior de Diseño la exposición dedicada a Gonzalo Aeneas, encargado del cartel de las jornadas de 2016. Entre sus laboriosos trabajos destaca un Tarot realizado como Proyecto Fin de Carrera y que prueba su habilidad como ilustrador tanto en el terreno del dibujo como del color.
Finalmente deben citarse algunos de los invitados de las jornadas 2016, dedicadas al mar y con Corto Maltés como referente. Destaca la presencia de Rubén Pellejero, uno de los grandes y el encargado de reinterpretar al mítico marinero del anillo en la oreja. Le acompañan David B, Kaz, Paul Gravett, Canales, Valero o Alary, en lo que serán unos días intensos y llenos de descubrimientos y sorpresas. El Festival permanece en constante estado de reinvención y este año vuelve a Ses Voltes. Pero estudien con cuidado el programa porque las sedes serán tan deslizantes y movedizas como la propia filosofía del evento. Sólo para paladares exquisitos.