Ponent Mon, 2016.
160 páginas, 32 euros
ANTES DEL GAVILÁN
El último Integral de Barbarroja, Jaque a los negreros, depara una sorpresa muy agradable: la participación de Patrice Pellerin.
Como ya he comentado en anteriores artículos la aparición de integrales franco-belgas ha sido una verdadera bendición para los lectores, que han podido recuperar obras inéditas en España. La pega es que no en todos los casos esas recuperaciones eran necesarias.
Nunca he sido un fan de la serie Barbarroja ni de Charlier. Hace años Navarro la rescató para las páginas de la revista Viñetas y allí pude comprobar lo caduca que resultaba. Aunque su guionista goza de un enorme prestigio como autor de Blueberry, nunca me ha parecido ni especialmente original ni profundo. Reconozco que disfruto con las aventuras de Tanguy y Laverdure, otra de sus series más conocidas y que también se está reeditando. Pero ese placer se debe en gran medida al talento de sus dibujantes, Uderzo primero y Jijé más tarde. Y no anula la constatación de un hecho, como es la tendencia del guionista a repetir situaciones y fórmulas. Si aparece una bella señorita en la serie, no duden que se aprovechará del pobre Laverdure e intentará sacarle algún secreto militar-industrial.
En fin, que no había intentado repasar las aventuras de sus piratas porque además en ese caso el dibujante que le acompañaba carecía del talento de los citados o de Giraud-Moebius en su popular serie del oeste. La sensación que proyectan sus páginas es de un abuso de textos en el marco de una paginación muy rancia con un dibujo tan académico como desfasado.
Pero es que el último tomo publicado está firmado por Pellerin ¡Y eso son palabras mayores!
Ya recomendé en su momento la lectura de su saga El Gavilán, uno de los productos europeos de mayor calidad de los últimos años. En esta aventura de Barbarroja se nos permite contemplar los inicios en la profesión del joven Pellerin. Ya tenía cierta trayectoria como ilustrador cuando fue atraído por el mundo del comic. Sólo por eso mi visión de Charlier ha cambiado. El guionista colaboró en dos álbumes con la joven promesa y luego falleció. Pero antes de morir había animado a Pellerin a escribir su propia versión de los personajes que él había creado. El dibujante realizó unas planchas... que luego decidió convertir en una nueva saga: ¡había nacido El Gavilán! Esas pruebas pueden verse en los extras de este volumen.
Respecto a la aventura que contienen los dos álbumes que componen el libro, representa al mejor Charlier, lo cual no sé si es decir mucho. El primer álbum funciona como una introducción. Parte de los piratas cae en manos de una tribu africana y el resto de la tripulación se ve obligado a buscar a otros nativos que habían sido raptados y vendidos como esclavos. Para recuperarlos necesitan dinero así que deciden robárselo al rey de España.
En el segundo álbum cuando acuden a comprar a los esclavos estos se han rebelado y tienen en jaque a las autoridades, complicando mucho la vida de los piratas. Todo es interesante y bienintencionado y la denuncia del comercio con hombres y mujeres es correcta y sin subrayados. No hay momentos muertos y constantemente ocurren cosas. Por supuesto Pellerin cumple con su eficacia habitual. Dibuja bien personajes y paisajes, sus barcos parecen perfectamente documentados y es un gran narrador. Y los álbumes nos permiten contemplar un dibujo algo más crudo respecto al que luego exhibirá en El Gavilán: el mismo creador, sin pulir. No hay ningún pero que ponerle a la vertiente gráfica de la obra. El guión es entretenido y busca la inspiración de las grandes películas de piratas, aunque le falta profundidad y chispa.