viernes, 6 de marzo de 2015

LA AVENTURA DE "LA ESPADA" de LOS HERMANOS LUNA

Aleta. 2015.
144 páginas, 14,95 euros.

¡EL ESPADÓN!


La primera parte de esta aventura nos llegó a finales de 2013. Cuando entonces lo comenté mi queja era que la anterior obra de los Hermanos Luna se había publicado seis años atrás.


Así que supongo que estamos mejorando. Poco más de un año más tarde se nos permite seguir disfrutando con esta trepidante aventura protagonizada por Dara, la portadora de la espada. Y no decepciona en absoluto. Prácticamente había olvidado casi todo lo ocurrido en el primer volumen.
Recordaba vagamente la estructura argumental: Dara es una adolescente minusválida que ve cómo toda su familia es salvajemente aniquilada por unos desconocidos. En el curso de esos dramáticos sucesos se hace con una espada mágica que le otorga unos increíbles poderes además de devolverle la facultad de andar.

El segundo tomo se inicia con la heroína y sus amigos huyendo de los malos, unos tipos casi divinos y que también exhiben extraños poderes. Pronto las presas se convierten en cazadores cuando Dara decide ir a buscar a uno de los villanos cuya habilidad consiste en el dominio del agua.

Como viene ocurriendo desde los tiempos de Wonder Woman y Thor, a los superhéroes parece gustarles relacionarse con las mitologías clásicas, del frío norte al cálido Mediterráneo, y La Espada participa de esa tradición. Se citan vagos orígenes cretenses y los malvados se comportan como dioses griegos con poder sobre los diversos elementos. Esto, como otros préstamos del guión, apenas importa aquí. Toda la aventura establece paralelismos entre la anterior vida de minusválida de la protagonista y las dramáticas situaciones a las que se enfrenta en la actualidad. Si antes se burlaban de ella en el instituto o caía al suelo y debía aprender a levantarse sin la ayuda de sus piernas, en el presente el malo directamente le rebana los miembros o le hace mil perrerías que ya sabemos ella sabrá superar, como ya hizo con anterioridad. Todos sus sufrimientos pasados se convierten así en una suerte de preparación o entrenamiento que le permitirán superar las dificultades presentes. El libro podía haber derivado fácilmente hacia el manual de autoayuda para el perfecto adolescente, pero se evita con inteligencia tal peligro.

Lo mismo pasa con el dibujo, que sigue tan limitado como siempre. Pero da igual que los colores sean repetitivos y apagados o las figuras rígidas y con tendencia al envaramiento. Los hermanos Luna son tan buenos narradores que una vez que empezamos a leer nos olvidamos completamente de sus carencias y nos dejamos llevar por el vértigo del relato. Hay que decirlo ya: esta es una aventura arrolladora.

Más allá de los préstamos argumentales o de esa sensación de que hay ideas que ya nos suenan de otras sagas, los hermanos las mezclan de tal manera que todo resulta fresco y arrebatador. El momento en que se inicia la larga pelea entre la heroína y el villano señala un punto de no retorno hacia una larguísima y brutal secuencia de acción que podría calificarse como lo más cercano al primer Matrix que se haya hecho en comic. Me estomagan las continuaciones de la famosa franquicia fantástica pero reconozco el impacto visual y la influencia de algunos pasajes de su primera parte. Pues con su limitadísimo dibujo los hermanos Luna se acercan mucho a esas sensaciones dinámicas y coreográficas. No busquen grandes discursos ni profundidades existenciales. Pero sí un argumento que no ofende nuestra inteligencia y una dinámica puesta en escena de ritmo perfecto. Yo lo recomiendo con entusiasmo.