EL DIBUJO COMO PROFESIÓN
Fernando Vicente. Universos.
Ilustraciones 1984-2011.
Casal Solleric. Palma.
Del 20 de abril al 7 de agosto de 2011.
Desde hace ya más de un mes puede verse en Palma una gran muestra dedicada a Fernando Vicente, conocido entre los aficionados al cómic por su participación en la revista Madriz.
El autor casi no ha vuelto a aproximarse al mundo de las viñetas. Resulta curioso que una revista tan mitificada por la crítica apenas produjera creadores que continuaran en el medio. Tres de los más conocidos han colgado su obra en el Solleric en los últimos años: Javier de Juan en 2003, Ana Juan en 2006 y ahora Vicente. Los tres han disfrutado de carreras muy fructíferas… al margen de los tebeos. En todo caso son grandes ilustradores y cualquier aficionado al dibujo puede apreciar su trabajo.
Vicente es sobre todo conocido por su colaboración con un periódico de tirada nacional. Paseando por esta retrospectiva inmediatamente quedan claros sus puntos fuertes: una enorme capacidad de producción y una técnica impecable, que destaca especialmente en su tratamiento de la pincelada, muy fresco y directo. El suyo es el trabajo de un maestro, que resuelve con aparente facilidad cualquier encargo. Su gama de color y el particular balanceo de sus figuras son característicos. Comparte con sus compañeros en el Madriz otro aspecto, como es la mejora de sus imágenes cuando abandona la publicación. En su caso tiene una explicación muy sencilla ya que se pasó un porrón de años curtiéndose en una agencia. Período en que su labor permanecía en el anonimato y su habilidad mejoraba. Por eso el “nuevo” Vicente resulta tan llamativo.
No me cuento entre sus fans. Reconozco su capacidad pero adolece de cierta frialdad que me distancia. Donde algunos (muchos) ven elegancia, yo percibo un amaneramiento poco convincente. La exposición confirma algunos de mis prejuicios, especialmente en la serie de las pin-ups, muy poco sexys y casi masculinas. Por otro lado, debo admitir que no tengo reparos ante sus caricaturas, sin duda lo mejor de la muestra, sólidas y perfectamente ejecutadas. O su serie de mapas, un capricho gráfico muy seductor. Un último apunte para sus excelentes vistas de Mallorca, que se enseñan con más detalle en el catálogo. El proyecto ha sido comisariado por Juan Roig, que incrementa así su larga lista de trabajos relacionados con el mundo del cómic y la ilustración. Tuve el honor de colaborar con él en el pasado y sigue en plena forma. Escribe una breve pero intensa presentación del autor y luego el libro se completa con una larga entrevista realizada por Álvaro Pons.
Recordar también el breve paso por Palma de la exposición dedicada a Joan Escandell, con motivo de las jornadas Comic Nostrum de este año. Venía de Ibiza acompañada por un digno librito donde el veterano profesional desgrana algunas de las claves de su carrera. Es casi obligado prestar atención a creadores que han dedicado toda su vida al dibujo y apenas son conocidos por el público. En este caso la coordinación corre a cargo del esforzado Juanmi Morey, responsable de las jornadas.
Además, hace algunas semanas se presentaba como proyecto fin de carrera en la Escuela Superior de Diseño de Palma (rechace imitaciones), el catálogo para la expo que Max ha abierto en Valencia. Otro libro excelente, diseñado por su hija Aina, que aglutina imágenes de todas las etapas del autor, reproducidas con esmero. Comisariado por la incombustible Marta Sierra, edita Kalandraka.
Cierro esta crónica adelantando la exposición que preparo para el Solleric: Josep Mª Blanco Ibarz, uno de los grandes dibujantes del TBO. Si todo va bien el autor nos acompañará en septiembre. Constituirá un gran homenaje no sólo a un creador extraordinario y muy divertido sino también a una revista mágica que injustamente va cayendo en el olvido.