viernes, 27 de julio de 2012

Alex Toth. Las mejores historias de los años 50.

Alex Toth. Mejores historias de los 50. Diabolo Ediciones
Diabolo Ediciones. Madrid 2012.
432 páginas, 39,95 euros.


TOTH FUERA DE SERIE

Continúan llegando reediciones imprescindibles. Ahora le ha tocado el turno a Toth, un autor adorado por los amantes del dibujo realista y simplificado. Continuador de la gloriosa tradición de Sickles o Caniff, abrió nuevos caminos con sus contrastes extremos y aparente sencillez.

El volumen agrupa su trabajo para Standard Comics, un variopinto conjunto de historietas que abordan todos los géneros del bélico al romance pasando por el thriller o la ciencia-ficción. En él podemos apreciar el soberbio arte de Toth, sus bellas mujeres y apuestos protagonistas y su dominio de las masas negras. Aunque no siempre se entinta a sí mismo, cuenta con una buena cuadrilla de entintadores y la calidad media es muy alta. Lo mismo puede decirse de los guiones, entre los que sobresalen los románticos, escritos en gran parte por Kim Aamondt con quien el dibujante confesaba sentirse muy compenetrado.

Además se redondea el libro con una interesantísima entrevista con Toth, portadas, reproducciones de los originales de algunas de las historietas y unas notas perfectamente documentadas. En la entrevista el autor, que no era conocido por su discrección, no sólo repasa su trayectoria profesional explicando sus largos años en el mundo de la animación o sus herramientas de trabajo, con los rotuladores adquiriendo un inusitado protagonismo. También se despacha con comentarios sobre el mundo del arte declarando entre otras lindezas que Picasso era basura. ¿Qué quieren que les diga? Como hoy por hoy nadie discute ciertos dogmas, es refrescante ver a alguien que se expresa con absoluta libertad.
Viñeta de Alex Toth. Mejores historias de los 50. Diabolo Ediciones

Más habitual resulta la fascinación que demuestra por ciertos filmes clásicos y determinados actores que en su caso eran verdaderos fetiches, como Errol Flynn. También tiene palabras para Tyrone Power y su Zorro, una película que en su momento podía leerse como una metáfora de la dictadura franquista. De manera más directa alude al mismo asunto su historieta “The hands of Don José”, un brutal episodio que recuerda las corridas que se organizaban con presos políticos como reses. Especialmente conmovedora me parece la voluntad de Toth de crear obras positivas, que generen sueños nobles y aspiraciones elevadas en el corazón de los lectores. Recuerda las películas de aventuras de los años treinta argumentando que mientras pasaba la gran depresión todos los niños de su generación soñaban con mundos mejores gracias al cine y sus héroes.

En el terreno estrictamente narrativo hace una confesión interesante cuando cuenta que se acostumbró con rapidez a la rígida e inamovible retícula de la editorial Dell. No le preocupaba trabajar siempre con las seis viñetas iguales por página ya que esa neutralidad le permitía concentrarse en lo esencial: el encuadre en el interior de cada viñeta. Ya he dicho en otros artículos que existen claramente varias tendencias en el mundo del comic. Algunos creadores exploran la plancha como unidad, que puede animarse explotando las diferencias de tamaño y ubicación de las viñetas y agudizando su contraste. Otros como Toth apuestan por la neutralidad y desean que el lector disfrute del ritmo narrativo, viñeta a viñeta.

El planteamiento es correcto pero cuando un dibujante tan extremo y sofisticado, amante del minimalismo y la eliminación de todo lo innecesario, alguien que como él reduce los elementos a lo esencial, corre siempre el peligro de caer en la repetición y cierta falta de variedad. Lo admiro mucho como dibujante y creo que es un modelo a seguir y estudiar. Pero no lo tengo tan claro en cuanto a su narrativa. Le funcionan muy bien las historietas románticas (historietas “de cabezas parlantes”) pero no tanto las de guerra, por ejemplo, que resultan asfixiantes y difíciles de seguir. Con todo, el tomo es imprescindible y nos permite apreciar la excelente labor de uno de los grandes.
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viernes, 20 de julio de 2012

Speak low. Montesol

Speak Low de Montesol, edita Sins Entido
Sins entido, 2012.
150 páginas, 24 euros.

NACIMIENTOS Y MUERTES

Si hace semanas comentaba el retorno de Ramón de España ahora es el turno de su compañero Montesol. Ambos firmaron dos curiosas novelas gráficas en los ochenta, antes incluso de que el término fuese inventado.

Pero Montesol hizo mucho más que ilustrar los guiones de otros. También creó sus propias historias, agrupadas en la desternillante serie “Vidas ejemplares” que todavía hoy constituye un perfecto reflejo de nuestro accidentado viaje hacia la modernidad. Si Ramón de España tendía a la solemnidad y el drama, sin evitar constantes pinceladas de humor, Montesol era abiertamente cómico y sus episodios resultaban frescos y divertidos, además de muy realistas. Les aconsejo su relectura. Inolvidable aquella viñeta de otra de sus series en la que Pascual Maragall, a la sazón alcalde de Barcelona y en pleno subidón olímpico, hacía su entrada en un salón lleno de diseñadores, arquitectos y otras garrapatas de la cosa pública. Brillante el desenfreno de todos los presentes que se lanzaban como impelidos por un resorte hacia el alcalde, mientras intentaban hacerse notar y de paso conseguir algún chollo.

Montesol fue uno de los mejores sino el mejor cronista de ese momento. Luego abandonó las viñetas para dedicarse en exclusiva a la pintura y ahora, más de veinte años después, vuelve para sorprendernos con Speak Low. El tono es muy diferente, olvida la farsa para entregarse a un drama casi sin concesiones. Ignoro cual es la relación de lo que se nos cuenta con la realidad. Pero todo parece verdadero y resulta conmovedor en no pocos pasajes. Nos creemos la muerte del hijo y entendemos la tormentosa relación con el padre. Una relación que por cierto explica en gran medida la virulencia con la que se comportan muchos antifranquistas actuales. Siempre me ha llamado la tención el hecho de que gran parte de nuestros dirigentes de izquierdas sean hijos de capos franquistas. Nunca había visto expresado con tanta claridad el conflicto edípico subyacente, la vergüenza y hasta el odio hacia el padre cuyo comportamiento se desea enmendar acudiendo a conductas compensatorias que tienden a la exageración. O quizás es más sencillo: que todo cambia para seguir siendo lo mismo.

Viñeta de Speak Low de Montesol
En fin, la culpa heredada del padre aflora en un relato en el que prima el dolor y las grandes preguntas y que Montesol trufa con recuerdos personales, algunos tan emotivos y cercanos como los que se refieren a sus vacaciones en la vecina Francia. Hoy en día ya casi nadie lo recuerda pero hubo un momento en que los galos nos servían como referente cultural, se imitaban sus películas y forma de escribir y comportarse. Francia representaba el placer y la libertad, ideales que hoy se confía alcanzar copiando a los nativos del Bronx. Creo que en gran medida los franceses, sobre todo su élite intelectual, se ganaron a pulso ese distanciamiento pero incluso un apóstata de lo francés como yo puede emocionarse ante las sentidas ensoñaciones de Montesol. Además, elige bien sus modelos, de Tati a Dufy, una imagen del país vecino que todos podemos admirar. Y por supuesto mucho Tintín, que era belga.

Montesol vuelve con su estilo de siempre, quizás algo más veloz y expresivo si cabe. No hay tiempo para el arrepentimiento o la corrección y el protagonismo se lo lleva un pincel enérgico que circula frenético hasta quedarse seco. Es un gran trabajo de dibujo donde todo detalle queda eliminado, reduciendo el trazo a lo esencial. El mayor problema se deriva de una estructura argumental quizás ambiciosa en exceso. Es como si el autor quisiera ajustar cuentas con demasiados frentes, lo que provoca cierta dispersión. Barcelona, Madrid, Francia… el paseo y los rodeos que da la historia acaban pesando mucho desinflando la trama inicial protagonizada por la ausencia del hijo.

En fin, no es una vuelta tan atropellada como la de Ramón de España, pero tampoco es redonda. Contiene pasajes muy intensos y como ya he dicho realmente conmovedores, al lado de secuencias quizás menos creíbles. Esperamos nuevas obras de Montesol porque en todo caso ha demostrado que sigue en forma.
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viernes, 13 de julio de 2012

Comedia sentimental pornográfica. J. Beaulieu

"Comedia sentimental pornográfica" de Beaulieu
Sins Entido. 2012.
288 páginas, 25 euros.

COSAS DE CHICAS

No dudo que incluir la palabra “pornográfica” en el título habrá mejorado las ventas de este comic. No se dejen engañar: esta obra tiene poco de comedia, menos de sentimental y sus secuencias más fuertes quedarían incluidas en cualquier página de Internet en la sección “para chicas”.

Su autor es un canadiense que no dibuja mal. Tiene un trazo ligero y simpático que mejora cuando nos permite apreciarlo bien. A Jimmy Beaulieu parecen gustarle los cambios de registro, tanto gráficos como argumentales. Así que nos regala constantes saltos de acabado en los que pasamos del rotulador al lápiz, la acuarela, el lápiz de color y diversas mezclas de todo lo anterior. No es que esta variedad sea en sí desagradable, pero resulta gratuita, no se relaciona con lo narrado y como capricho acaba adquiriendo una importancia indeseable.

Pero ya digo: el dibujo es lo mejor. Sus cuerpos son bonitos, como su color o la forma en que compone la página. Otra cuestión es lo que cuenta. Esta Comedia tiene mucho de delirio. Como tantos otros narradores con ansias innovadoras antes que él, Beaulieu abandona los caminos trillados para entregarse a un frenesí de historias entrelazadas que fácilmente se deslizan de lo real a lo onírico. El sexo parece uno de los elementos que unen esos relatos pero no es el único ni el más importante. Varias de sus protagonistas son lesbianas cuyas relaciones se explican con gran detenimiento y aparente placer por parte del autor. Todo ello va embadurnado con un conjunto de guiños intelectuales, citas a novelas imaginarias, fantasmagorías teatrales, relaciones imposibles, cruces de parejas y de sexos y otros lugares comunes de la modernidad.
Comedia sentimental pornográfica de Beaulieu

Yo la verdad es que intento ir más allá de mis prejuicios pero reconozco que con los canadienses me cuesta bastante. Cada vez que leo un tebeo hecho allí (ya sé que no debo olvidar a Brown), veo una de sus películas o me asomo a alguno de sus intelectuales, se me hincha la vena y acabo convertido en un personaje de South Park. Y ya saben lo que cantaban sobre sus vecinos del norte. Si a ello sumamos los continuos referéndums organizados por parte de la población francófona, que pierden con un entusiasmo enternecedor, todo ello forma un conjunto que no despierta precisamente mis simpatías. Y que este tebeo viene a confirmar. Es un quiero y no puedo, una fantástica pedantería trufada de escenas subidas de tono incluidas para atraer a posibles lectores y escandalizar a los panolis que todavía estén dispuestos a caer en estas trampas. Mi consejo es: olvídense de este volumen donde se habla más que se folla y vuelvan a Internet. Les saldrá más barato y se lo pasarán mejor.

"Minidramas" de Kiraz, El Patito editorial
Creo que encontrarán un erotismo más auténtico en el recopilatorio de Kiraz que recientemente ha publicado El Patito Editorial. Todos lo recordábamos de las revistas del corazón donde apareció durante años. Ahora descubrimos que es un armenio nacido en el Cairo pero parisino de adopción. Sus chicas han paseado por múltiples revistas del Vogue a Glamour pasando por Playboy. Pertenece a una larga estirpe de humoristas que han convertido a la mujer en el centro de su arte, pero presentada de una manera especial, rodeada de bellos colores y vestida con mimo y estilo. Sus imágenes reflejaban a la perfección el mundo de lujo y voluptuosidad con el que convivían.

Su humor es ligero y frívolo y sorprende el aire prefeminista de sus gags. Sus chicas ganan la eterna guerra de sexos utilizando a los hombres como peleles. Los chicos son reducidos a un limitado conjunto de estereotipos, del jefe al amante pasando por el amigo para usar y tirar y unas pocas categorías más. Todos son marionetas en las manos de unas hembras más listas, decididas, desinhibidas y por supuesto atractivas que ellos. Sorprende el agradable color de Kiraz, aunque sus muñecas son tan ñoñas como recordábamos. En la intro se le presenta como “de los más plagiados del mundo”. Ya saben que son legión quienes odian a Jordi Labanda y les gusta insinuar sus parecidos con Kiraz. Pero opino que también se aleja de él en muchos aspectos así que no comparto esa teoría del plagio.
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viernes, 6 de julio de 2012

SIMIOCRACIA / ÉXITO PARA PERDEDORES

"Simiocracia" de Aleix Saló, edita Debolsillo desde el blog de Florentino Flórez
Simiocracia de Aleix Saló
Debolsillo. Random House Mondadori.
2012. 9,95 euros.


Aleix Saló ha sabido aprovechar las nuevas tecnologías de la comunicación para darse a conocer y facilitar la difusión de su obra. Sin duda recordarán alguno de sus vídeos: primero fue Españistán y ahora llega su Simiocracia.


Se han extendido con ese frenético impulso viral que mueve los fenómenos más populares del ciberespacio. La red les sirve como trampolín desde el que saltar a universos más reales. Ahora convierte esas divertidas animaciones en un volumen donde reflexiona sobre la actual crisis. El modelo no es nuevo, recordemos las aportaciones de Rius o los panfletos de Giménez e Ivá para El Papus. El comic permite contar de forma clara y visual procesos muy complicados de explicar con otros medios.

Saló bromea con temas serios sin perder el rigor ni desenfocar la realidad. Muchas de sus afirmaciones son correctas aunque creo que desbarra en ocasiones, pero el balance es bastante interesante y recomendable. Empieza con un ejemplo tomado del pasado, la crisis del 29 en los USA. Luego viene la parte más débil, una reflexión sobre los medios de comunicación y cómo afectan a nuestra visión de la realidad. En cuanto abandonamos esa sección todo mejora. Se agradece su reconocimiento de que hablamos de asuntos complejos y no de algo que pueda resolverse con cuatro lugares comunes. Explica perfectamente todo el tema del endeudamiento y no se olvida de los verdaderos culpables y cómplices interesados. Hay tortazos para Zapatero, el Banco de España y la clase política en general.

Luego vuelve a patinar con lo del “efecto Guggenheim”, simplificando en exceso un problema complejo. Recupera el hilo comparando a los dirigentes con monos, animales que deben responder a las necesidades de su familia, tribu o clan. El remate final está bien escrito y su descripción de cómo nos alcanza la crisis mundial es impecable aunque elige un héroe equivocado. Si Georges Soros afirma algo, tiendo a suponer lo contrario. Pero le sirve para volver al argumento inicial y terminar con una predicción apocalíptica: si los USA salieron de esa primera gran crisis gracias al esfuerzo bélico de la IIGM, ¿hacia qué conflicto nos dirigimos ahora?

Saló evita muchos de los atajos habituales, busca una explicación racional de lo que ocurre y, sobre todo, una salida de la crisis. Aunque muchos estaríamos de acuerdo con el diagnóstico, sin duda discreparíamos respecto a las causas y las soluciones, que él apenas apunta. El crédito indiscriminado es malo, su anulación también. Admitimos que hemos vivido por encima de nuestras posibilidades pero no las consecuencias de ese axioma: a partir de ahora deberemos vivir peor. Se habla de austeridad pero se discute quién debe reducir su salario.


"Éxito para perdedores" de David Cantolla y Juan Díaz-Faes, edita Astiberri
Éxito para perdedores
de David Cantolla y Juan Díaz-Faes

Astiberri. Bilbao, 2012. 
280 páginas, 22 euros

En el extremo opuesto se sitúa Éxito para perdedores, una novela gráfica cuyo principal reclamo es el guionista David Cantolla, uno de los padres de Pocoyó


Aunque sus desventuras buscando financiación para la popular serie son conocidas su historia no trata de eso centrándose en un momento anterior, cuando dirigía una compañía punto com que se fue al garete con la primera crisis de Internet. Emplea una estructura temporal curiosa, con constantes saltos hacia atrás que explican su fracaso empresarial empezando por el momento en que se queda sin un duro. Todo comienza con una metáfora poco sutil: ante un naufragio ¿qué cabe hacer? Están quienes esperan que alguien acuda en su ayuda y los que se ponen a nadar con la esperanza de encontrar una salida para una situación que parece no tenerla.

Su relato tiene dos indudables puntos fuertes. Primero su descripción de un determinado momento tecnológico, empresarial y financiero, ese florecimiento de las empresas relacionadas con Internet, cuyas funciones eran en muchos casos dudosas pero en cuyo valor todo el mundo creía. Su crecimiento y sobrevaloración y finalmente su caída, una farsa en tres actos con pasajes cómicos y trágicos. Todavía hoy asistimos a fenómenos similares. Facebook vale mucho pero ¿por qué?
Viñeta de "Éxito para perdedores" de David Cantolla y Díaz-Faes

En paralelo los autores deslizan un panegírico de la figura del empresario (¿quién ha sido el imbécil que se ha inventado eso de “emprendedores”?). Cantolla defiende su papel como creadores de riqueza y difusores del conocimiento. Gente con ganas de hacer cosas que ayudan a otros tan creativos como ellos. En este sentido el libro es tremendamente estimulante y hasta pedagógico si me apuran. No es un producto redondo; parte de su odisea financiera, con esos banqueros que primero les animan a endeudarse y luego los dejan en la ruina (¿les suena?), resulta demasiado prolongada y tortuosa; y parte de sus desvaríos zen también. Pero es un tebeo interesante y lleno de inventiva, con situaciones divertidas y sobre todo cargado de energía. Y que nos recuerda un viejo axioma: no basta con repartir la miseria, hay que crear riqueza. Denle una oportunidad, quizás les sirva.
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