viernes, 23 de febrero de 2018

DIAGNÓSTICOS DE AGRIMBAU Y VARELA

Diagnósticos de Agrimbau y Varela - comic sobre locura
La Cúpula, 2018
84 páginas, 16,50 euros.

LA MIRADA ENFERMA


¿Cómo representar la locura, lo que percibe una mente perturbada? Esa es la pregunta que este volumen se esfuerza en contestar. Con curiosos resultados.


Leo en los créditos que ya existía una edición en tapa dura de 2016. Dos años después Diego Agrimbau y Lucas Varela lanzan la versión en rústica. Lo siento, se me escapó la primera. La verdad es que ahora que casi todas las editoriales españolas se han vuelto “indies”, La Cúpula sigue siendo la que, aparentemente, mejor selecciona las marcianadas que publica. No solo por los clásicos alternativos que mantiene en su catálogo, también por algunas incorporaciones con las que nos sorprende de vez en cuando.

Es el caso de Diagnósticos, un libro que trabaja a partir de un concepto claro, desarrollado en un conjunto de relatos tan breves como intensos. Les gustará más o menos pero les aseguro que no tendrán tiempo de aburrirse. La obra se gestó en la famosa Maison des Auteurs de Anguleme donde guionista y dibujante residieron en 2011. Todo parece cuidado, empezando por los separadores, láminas a modo de recortables en las que se nos presentan a los diferentes protagonistas, su vestuario y objetos personales. En el lateral de la página unos títulos a modo de fichas nos guían en la lectura.

El primor visual de los marcadores de sección se extiende al interior de los casos. Puede interesarles o no la dramatización de cada dolencia pero son innegables los esfuerzos de los autores por recrear, por dar forma física a las percepciones alteradas de sus héroes.

En el primer relato partimos de alguien incapaz de organizar los estímulos visuales que recibe. A través de una medicina experimental el mundo va encajando ante sus ojos (y los del lector) pero de una manera disparatada y plagada de errores y desplazamientos. Si esa primera experiencia es brillante y surrealista, la siguiente aun juega más con la participación del espectador. La protagonista se siente atrapada dentro de las viñetas, así que se escapa de ellas y se dedica a pasearse entre planchas, horrorizada ante todos los mirones que la contemplan. Otra historia convierte los sonidos en formas sólidas que permanecen tiempo después de que se haya hecho el silencio. Una enferma que no distingue caras percibe a todo el mundo como iconos dotados de algunas expresiones básicas. Etc.


Diagnósticos de Agrimbau y Varela - comic sobre locura
Todo ello ha sido dibujado con delicados bitonos, con una reducción drástica de la gama tonal que, a pesar de su sencillez, resulta variada y entretenida gracias a las combinaciones que introduce el dibujante.

Todo el álbum va cargado de invenciones en el terreno de la puesta en escena. Muchas son experimentos que ya hemos visto en otras circunstancias. Como la cara gigante que surge camuflada entre las viñetas de dos planchas del primer episodio. O la tridimensionalidad que adoptan las viñetas en “Claustrofobia”. Pero da igual, es agradable comprobar que todavía hay creadores que se esfuerzan por encontrar nuevas formas de representar determinadas situaciones y que no se conforman con los recursos más habituales.

Todo el trabajo en su conjunto constituye una agradable experiencia cuya lectura nos recuerda algo importante: la angustia que padecen aquellos cuya visión de la realidad no coincide con la nuestra, no es “normal”. Verdaderas pesadillas en las que a ninguno de nosotros nos gustaría vivir. Esto sí que es adoptar la mirada del otro.