viernes, 8 de diciembre de 2017

SUPERVIVIENTES. ANOMALÍAS CUÁNTICAS de LEO

Supervivientes -anomalías cuánticas, comic de Leo ciencia ficción, edita ECC
ECC Comics, 2017.256 páginas, 26 Euros.

REGRESO A ALDEBARÁN

¡Leo ha vuelto! Y además regresa a los mundos de fantasía con que nos cautivó. Tras Aldebarán, Betelgeuse y Antares ahora llegan estos Supervivientes, dispuestos a demostrar (una vez más) que su creador es el más grande.


Permítanme que comience con algunas fechas. Corben y Shelton nacieron en 1940, Neal Adams y nuestro Carlos Giménez en 1941, Robert Crumb en 1943, Leo en 1944 y Posy Simmonds en 1945. En años posteriores encontramos a otros autores muy famosos: Walt Simonson en 1946, Milazzo y el recientemente fallecido Taniguchi en 1947, el español García López y Wrighston, que también moría este año, en 1948, y Barry Smith, Starlin y Berardi en 1950. Todos ellos son artistas a quienes conocemos bien, que iniciaron sus carreras a principios de los setenta y que llevan más de cuarenta años en activo. Creo que, junto a la inglesa Simmonds, Leo es el menos popular por aquí. De hecho, hace diez años lo ignorábamos todo sobre él.

Luego llegó el ciclo de Aldebarán con sus tres tomos, el de Kenia y los recopilatorios de Trent, el policía montado del Canadá. A estas alturas ya nos hacemos una idea bastante aproximada de sus capacidades y de su extraordinario talento. Leo es uno de los grandes, a la altura de cualquiera de los autores citados más arriba. No solo cuenta con un dibujo sólido y atento a las caracterizaciones y actuaciones de los personajes. También es un maestro de la ambientación y la creación de animales exóticos. Sus mundos son sólidos y creíbles, hermosos y aterradores. En sus historias pasan cosas constantemente, se encadenan los sucesos inesperados pero también entran en liza los sentimientos, presta una atención constante a las emociones de sus protagonistas, sabemos en todo momento qué temen, qué desean, a quién desprecian…

Supervivientes - anomalías cuánticas, comic de Leo ciencia ficción, edita ECC
En este ciclo añade a sus peligrosos entornos extraterrestres una dificultad más: alteraciones cuánticas. Funcionan como auténticas puertas inter-dimensionales que transportan a quienes se cruzan con ellas a otros momentos temporales. Así que de repente pueden haber pasado varias décadas y eso solo se descubre cuando se producen reencuentros entre compañeros que se han separado. Las consecuencias emocionales y psicológicas de tales saltos enriquecen mucho el devenir de la historia.

Además, no se conforma con escribir una trepidante aventura intergaláctica. Sus orígenes brasileños aportan una peculiar profundidad a sus relatos. De forma más evidente en los paisajes, donde predominan las junglas y los entornos marinos, también en cuanto a la fauna, siempre variada y abrumadora. Los avisos ecológicos, la reflexión sobre nuestro lugar en una naturaleza habitualmente hostil, se repiten. Otro aspecto es la sexualidad de sus personajes. Tanto ellos como ellas son activos y naturales. Sus figuras son atractivas y seductoras, pero no idiotas. La sensualidad aparece como un factor de movimiento más. En los mundos de Leo el que se queda atrás palma. Hay que tener ganas de vivir y de pelear, siempre. Y el sexo se presenta como una celebración de la vida además de prestarse a muchos posibles juegos de relación entre personalidades fuertes.

En fin, que todo se disfruta en este tebeo. Como en anteriores obras del autor, nos apabulla por la velocidad de sus tramas y lo fascinante de sus aventuras, por su tremenda imaginación y porque hasta el último detalle está pensado para sumergirnos en un viaje del que no deseamos apearnos nunca. Yo ya espero por su siguiente obra…