viernes, 5 de febrero de 2016

BERMEJO R.I.P

Luis Bermejo - dibujante de comic

CUANDO EL TIEMPO SE ACABA


A finales de 2015 nos dejaba Luis Bermejo, residente en el palmesano barrio de La Vileta y conocido entre los aficionados como dibujante de fama internacional, con obra publicada en Italia, Inglaterra o Estados Unidos, entre otros países.


Nacido en Madrid en 1931, se trasladó pronto a Albacete, donde empezó su carrera como ayudante de Manuel Gago. Regresó a la capital para estudiar en la Escuela de Bellas Artes de San Fernando y más tarde compartiría estudio en Valencia con José Ortiz y Leopoldo Sánchez. En los setenta se estableció definitivamente en Mallorca. Tuve el honor de conocerle en 2006 mientras preparábamos la exposición “Historietes”, que intentaba ofrecer una visión lo más completa posible del mundo del comic balear. Allí figuró, entre otros ilustres veteranos como Estivill (que poco después también nos dejaba) o Escandell. Visitamos el estudio de Bermejo, saturado de acuarelas y otras pinturas que habían ido desplazado a las viñetas con las que se ganó la vida durante tantos años.

Luis Bermejo - dibujante de comic  RIP
Según escribí en su semblanza biográfica hay varios Bermejos. El primero es el que recuerdan los lectores de mayor edad. Apenas un jovenzuelo, irrumpió en el mundo de las viñetas con dos de las series más célebres de los 50: “Aventuras del FBI” y “Apache”, donde su visión de los indios adelantaba posteriores preocupaciones indigenistas.
El segundo es el emigrante, el autor que a través de diversas agencias consigue trabajo en Italia o Inglaterra. Recientemente se ponían a la venta algunas de sus planchas a color para la serie británica “Heros The Spartan”. Son muy llamativas, no sólo por sus tonos saturados, también por su dinámica disposición de viñetas. Esa faceta suya como dibujante a distancia le llevó finalmente a los USA, donde realizó una conocida adaptación de “El Señor de los Anillos”. Aunque sin duda la parte más popular de su periplo americano se corresponde con sus entregas para Warren, donde brillaba su dibujo delicado y lleno de efectos pictóricos que ampliaban los trucos gráficos de creadores italianos como Bataglia.
El tercer Bermejo se prodigó en varias publicaciones españolas de finales del siglo pasado, como Cimoc, Metropol, Rumbo Sur y tantas otras. Llegó a dibujar algunas de las últimas versiones del “Capitán Trueno”. Pueden encontrar una completa semblanza de su labor en webs como Tebeosfera. Permítanme ahora que me centre en uno de sus trabajos, que puede servir como ejemplo de la escasa atención que se ha prestado a su obra.

Aunque Warren siempre prefirió las historietas cortas y autoconclusivas, no evitó la publicación de algunas sagas, como recordarán todos los seguidores de José Ortiz y su brutal “Jackass”. También Bermejo tuvo ocasión de hacerse cargo de un personaje cuyas aventuras fueron diseminándose por la revista Eerie. “The Rook” apareció en el nº 82 en 1977 y aquí se publicó casi simultáneamente en Rufus como “Torre”. El guión era de Bill Dubay, autor de la primera portada, que llevaba un decorativo marco con viñetas de Bermejo. Aunque en algún episodio fue sustituido por Lewis, el guionista se mantuvo a lo largo de toda la saga. Su recorrido en España fue breve, tan sólo los primeros cuatro capítulos de 1977. En USA siguió apareciendo en Eerie y Bermejo dibujó otras siete historias más. Luego fue sustituido por creadores como Alcalá, Elias y hasta Ortiz. La cuestión es que en 1979 la serie consiguió su propia cabecera. La revista The Rook consiguió mantenerse hasta 1982 y en ella Bermejo firmó otros cinco capítulos del personaje. A los que deben sumarse tres más cuando la revista cerró y el héroe regresó a Eerie. Recientemente Dark Horse intentó resucitarlo pero esa es ya otra historia.

Rufus Luis Bermejo - dibujante de comic  RIP
El argumento era una vuelta de tuerca a los clásicos viajes temporales, con un protagonista empeñado en salvar a uno de sus antepasados, que había muerto en El Alamo. Si los primeros episodios se centraban en el mítico fortín, luego la acción alternaba secuencias de acción en el viejo oeste con pasajes en el presente. Una década antes de que se estrenara “Regreso al futuro”. Muchas viñetas aparecían con unos grises demasiado oscuros que no permitieron apreciar bien el trabajo de Bermejo con las aguadas. Tampoco faltaban los textos, en ocasiones muy abundantes y que ralentizaban el ritmo de la narración. Pero con todo llama la atención que una saga entretenida y que tanto aguantó en los USA no haya sido recuperada en unos tiempos en los que un día nos despertamos con “El Cid” de Palacios y al siguiente con algún inédito de Méndez. Creo que esos rescates son saludables y que una buena parte de la labor realizada por Bermejo en agencias nunca ha sido publicada aquí. Así que a ver si alguien se anima, ya va siendo hora.